Ella me desborda.

Renata nos despertó con mates a las 10:30 am, nosotras nos levantamos sin tener ganas de hacerlo. Nos pusimos a hablar, ella nos comentó que podríamos ir a comprar chocolates para llevarle a nuestras familias. 
Ambar:_ No se si voy a volver a casa. 
Renata:_ ¿Que decís? Si allá tenes a tu familia, tenes a tus amigos, una vida atrás estarías dejando. 
Ambar:_ Una vida que no quiero. 
Morenita:_ Tenes que pensarlo con calma. 
Ambar:_ ¿No queres que me quede? Ahora resulta que están todos en mi contra. 

Me levante y me entre a bañar, sabía que ellas no tenían la culpa por como me sentía, pero en ese momento todo me enojaba, creí que con un baño me relajaría pero no fue así. 

Renata:_ Te llamo Malen, quería saber como estabas y porque no la has llamado. 
Ambar:_ No tuve tiempo, más tarde la llamo. 
Morenita:_ Debería llamarla ahora, quizás hablar con ella te ayude. 
Ambar:_ Bueno, ahora la llamo. 

Tome el celular, mande un par de mensajes y me encerré en el baño. 

Malen:_ Hola mi vida ¿Por qué no me has llamado? 
Ambar:_ Estuve ocupada ¿Cómo estás? 
Malen:_ Bien, todo tranquilo. Pero por lo que noto vos no estas bien. 
Ambar:_ Estoy más que bien. 
Malen:_ No me mientas, te conozco de pies a cabeza ¿Qué es lo que te pasa? 
Ambar:_ ¿Me estás tratando de mentirosa? 
Malen:_ Estas terriblemente mal, ya cuando saltas a la defensiva es porque estas muy desbordada, pero eso no te da derecho a tratarme mal, lo único que quiero es que estés bien. 
Ambar:_ Perdón, es que no se que hacer. 
Malen:_ ¿Con qué? 
Ambar:_ No quiero volver a casa, vos sabes como son las cosas ahí. 
Malen:_ Sí, entiendo, pero tenes que pensar en donde te vas a quedar hasta que consigas un trabajo. Esto es por algo más además de tu familia ¿no? 
Ambar:_ No lo sé, solo estoy segura de que no quiero ir a casa a lidiar con las locuras de mi familia. 
Malen:_ Esta bien que quieras hacer tu vida, aunque eso te aleje de mí, aunque me duela yo quiero lo mejor para vos, quiero que seas feliz y se que eso acá no lo vas a poder encontrar. 
Ambar:_ Gracias, sos la mejor. Siento que no puedas venir conmigo. 
Malen:_ Te voy a llamar cuando no me llames y te voy a ir a visitar cuando pueda. 
Ambar:_ Te amo, sos mi mejor amiga y por ende sos lo mejor que me paso. 
Malen:_ Yo también te amo, ahora quiero esa vista arriba y esos hombros rectos, yo sé que vas a lograr todo lo que te propongas, me tengo que ir pero mañana si estás desocupada llamame. 

Siempre me alivia hablar con ella, pareciera que tiene las palabras justas y el amor suficiente como para ponerme un alto. 

Renata:_ ¿Te sentís mejor? 
Ambar:_ Sí. 
Morenita:_ Me alegro. 
Ambar:_ Hablemos de algo por favor. 
Morenita:_ ¿Qué tenes que hacer hoy Renata? 
Renata:_ Creo que nada ¿Por qué? 
Morenita:_ Vas a ir a tomar una cerveza con el Rubio.  
Renata:_ Que buena idea vamos todas ¿no? 
Ambar:_ No, van a ir ustedes, solos. Es para que se conozcan mejor, quizás peguen onda. 
Renata:_ Eso es imposible, es un chico bonito, atento y simpático, pero a él le gustan los hombres. 
Morenita:_ Y también las mujeres. 
Renata:_ Esto va a ser muy raro. 
Ambar:_ Quizás, pero cuando vuelvas nos vas a contar todo ¿no? 
Renata:_ Obvio. 

Con mi chica organizamos casi todo, nos escondemos atrás de un arbusto y distinguimos que estaban conversando, ella sonreía y el la miraba fijo, pero sin desviarse del tema. Él le tocó la mano, ella se sonrojo y él rió. Como vimos que la cosa iba bien nos fuimos a otro bar a tomar algo. 

Morenita:_ ¿Vos pensas qué va funcionar esto? 
Ambar:_ No tengo la más mínima idea, pero con intentar no perdemos nada. 
Morenita:_ Sí, tenes razón, además ella es una chica dulce y él es sincero, creo que hacen una pareja bonita. 
Ambar:_ Además él es su opuesto y después de que hablaron un par de cosas ella abrió un poco más su mente. 
Morenita:_ ¿Y con nosotras qué va a pasar? 
Ambar:_ No lo sé, pero me voy a quedar. Si sabes de algún lugar donde necesiten una empleada me avisas. No quiero volver a casa, no quiero que me agobien con sus problemas, exigencias y reclamos. 
Morenita:_ Esta bien, te voy a apoyar, pero tómalo con calma. Tenes un par de días para pensarlo. 

Seguimos tomando cerveza, algo no me estaba cayendo para nada bien, quizás ella no quería que me quedara, tal vez salía con alguien más. La cabeza comenzó a ir y venir, ella me hablaba, pero yo solo distinguía sus labios moverse ya que mi cabeza estaba en otro planeta. 

Morenita:_ ¿Qué te pasa? 
Ambar:_ ¿Qué? Disculpa no estaba prestando atención. 
Morenita:_ ¿Esta bien? Eso te pregunte. 
Ambar:_ Sí, solo estoy un poco cansada. 
Morenita:_ ¿Queres que nos vayamos? 
Ambar:_ No, está bien si me llego a sentir mal me pido un taxi y me voy al hotel. 
Morenita:_ Bueno ¿Me esperas que voy al baño? 

Pedí la cuenta, pagué, me prendí un cigarrillo y me fui caminando. Ella corrió detrás de mi hasta alcanzarme. 

Morenita:_ ¿A dónde vas? ¿Por qué te fuiste caminando y sin avisarme? 
Ambar:_ Lo decís como si te interesara, a vos no te importa se me quedo, si te aviso o si me voy. 
Morenita:_ ¿Esto es por lo que dije hoy? No lo dije de mala manera. 
Ambar:_ Si no queres que me quede decímelo y listo.  
Morenita:_ No es eso. 
Ambar:_ Además no me quedo por vos, me quedo por mí. Y si te molesta no nos vemos más y listo. 
Morenita:_ ¿Vos te estas escuchando? Sí quiero que te quedes, pero tengo miedo de que lo hagas por mí y que después te arrepientas por tomar una decisión tan apresurada, es solo eso. 

Caí arrodillada en el suelo, rompí en llanto. Ella no sabía cómo hacer para calmarme, no quería que me tocara, menos que me abrazara, la quería lejos. Pero aún así ella no me dejo, se quedó a mi lado hasta que pare de llorar y me levante. Pedimos un taxi que nos llevó hasta su departamento. 

Ambar:_ ¿Por qué vinimos acá? 
Morenita:_ Porque no quiero que Renata te vea así. 
Ambar:_ Esta bien. 
Morenita:_ ¿Te quedas? Es tu decisión. 
Ambar:_ Bueno, me quedo. 

Me recoste en la cama, abracé la almohada, le di la espalda y ella me abrazó. 

Morenita:_ Perdón, no quise que te lo tomaras así.  
Ambar:_ Esta bien, perdóname se que a veces soy muy infantil y sensible. 
Morenita:_ No tenes que pedirme disculpas por eso, lo sé y por esas cosas y un montón más me gustas. 
Ambar:_ Tengo miedo. 
Morenita:_ Yo también