Mi dulce de melocotón; Libro uno (ver.2022)

Capítulo dos

𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

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Me quedé mirando un momento un punto fijo del elevador pensando en todo lo ocurrido este día, hoy no había clases por la fuerte semana de celo, nadie podía estar en peligro de que algunos estuviera en pleno acto enfrente de otros por su instinto. Yo había ido a la institución, estaba con el abrigo de Abdel y nadie noto nada, pero las cancelaron por saber que casi estaban en pleno acto dos alumnos en el gimnasio, fue una locura.

No había visto a Abdel, solo sabía que dejó una caja en el recibidor, ¿será por su celo?

Niego creo nunca lo he visto en su época de celo, bueno parece que a él no le afecta aquello siempre se nota normal, abro la caja sin pensar más en eso y hago a un lado el papel. Observó con una sonrisa el vestido rojo que está en la caja y lo saco impresionada de que él recordara este vestido, me miro en el espejo y mis ojos brillan con fuerza. 

Este era el vestido que tanto miraba en un mostrador de una tienda, que siempre fue mi favorita por su ropa tan linda, a mi gusto. Esta al lado de la heladería favorita de Abdel, y cuando él me llevaba yo no podía dejar de mirar a ese hermoso vestido, siempre soñaba por poder usarlo, pero no tenía dinero como para darme aquel lujo.

Chillo emocionada.

Es tan hermoso. 

Realmente debo de saber en cómo agradecerle por este detalle, creo será a la persona que más extrañaré por su trato especial hacia mí.

Me giro mirando la caja y saco otra caja más pequeña, reconozco la marca de zapatos es demasiado exclusiva, permanezco un momento congelada en mi lugar mirando la caja, la cual abro con una sonrisa al ver que son los zapatos que una vez vi de niña. Siempre los mire, y ahora puedo saltar de alegría, aunque debo de saber cuanto es el costo porque no me gusta que Abdel siempre gaste dinero.

Son de poco tacón y eso siempre me ha gustado, mi miedo a las alturas siempre me hace marearme. Suspiro por un momento antes de comenzar a cambiarme, cuando estoy lista me cambio rápido viendo que ya me he pasado de tiempo, miro por la ventana y sonrió nerviosa al ver que Abdel mira hacia acá mientras está recargado en el mismo carro de ayer.

Agradezco que siempre consideré mi seguridad, las pastillas del celo siempre me ponen vulnerable y débil.

Decido hacerme un medio chongo siendo lo único que sé hacer en mi cabello, aparte de un chongo alto y coletas, sonrió al ver la pequeña colección de listones y algunos moños para el cabello, agarro un listón rojo pasándolo sobre la liga que une mi cabello y lo ató haciendo un moño al final.

Me miró por última vez al espejo y acomodo un poco el vestido repasando este con mis manos, miro mi cabello rojo apenas rizado y asiento. Escucho el sonido de mi celular y corro fuera de mi pequeño cuarto, agarro mi bolso que dejé en la mesita y el tazón de galletas que hice.

Contesto la llamada abriendo la puerta, sonrió un poco más calmada cuando escucho su voz y me estremezco.

— ¿Bajarás?

Sonrió al escuchar su voz porque me voy.

— Ujum. — Muerdo mi labio y cuelgo escuchando su sonrisa. Respiro entrecortado por mi celo y niego levemente. Sacó un bote pequeño de pastillas y tomó varias. Suspiro cuando mi sistema see calma y entro al ascensor.

¿Esperó una hora?, siempre lo hace porque siempre me tardo. Nunca se queja de nada y a veces pienso que explotara por todo lo que le puedo hacer pasar. Camino dando pequeños saltos por el pasillo, presionó el botón del elevador y entro intentando guardar mis nervios, miro la hora observando que es tarde. 

Tarareo una canción de un comercial de dulces que alguna vez vi o escuche el sonido y se quedó en mi mente sin pensarlo, siempre hago eso cuando estoy nerviosa. Y en este momento donde conoceré más a su familia junto con mi celo me tiene realmente mal.

Abdel solo es él y me hace querer estar a su lado sin esfuerzo, su amabilidad y su cortesía, tanto como su inteligencia y astucia es algo que siempre me cautiva, sus consejos son tan cordiales que no le importa dar una mano para ayudar a otros. Él es así o eso me ha mostrado a mí, a veces es demasiado egocéntrico, caballeroso y algo orgulloso.

Recuerdo que tengo que mantener distancia; había que dejar una considerable distancia —una grande—, lo veo desde la puerta transparente y suspiró, tenía que aguantar la cena e irme rápidamente al terminar. No debe de ocurrir nada otra vez o eso sería malo.

— Te ves muy tierna, hermosa. — Me sonrojo, se acerca e intenta besarme, pero pongo mi mejilla antes de que logre su objetivo.

Creo que en serio todo esto se está saliendo de control, más si también está en celo. Esto podría ser peligroso, creo puedo negarme a ir a aquella cena. Será peligroso estar a su lado si estamos ambos juntos, siempre siento aquella sensación de atracción extraña de él.




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