Capítulo ocho

𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

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— ¿Cómo eres tan segura de sí?

Digo lentamente después de pasar un rato con ella llegue a la conclusión de que no siente nada por el que dirán de ella, suspiro lentamente mientras siento su mirada, Ivanna sonríe mirándome y lentamente agarra una de mis manos.

— Giovanna, debes de dejar de escuchar lo que los demás dicen de ti y escucharte a ti. Abdel te quiere, así como tú eres, no tienes que preocuparte por eso. Has escuchado lo que las lobas dicen, ¿cierto? — Asiento un poco mientras recuerdo cada palabra que he escuchado de ellas. — Solo es envidia eso de satisfacerlo mejor que tú... tú eres la única que lo puedes satisfacer, no por ser de otra especie, significa que tu cuerpo no es adecuado al de él. Y que únicamente por ser lobas, sus cuerpos son de los mejores y más aptos.

Acomodo mi cabello dedicándome una cálida mirada, sus ojos son tan sinceros que hacen doler mi corazón por no pensar como ella lo hace, aunque quiero creer que solo

— Te ves muy tierna e inocente y eso aprovechan ellas para decir tales cosas solo al saber que te harán daño sus palabras, a mí también me han dicho lo mismo, pero las deje calladas cuando enfrenté de todos puse a Luke en su lugar. Ya que en ocasiones lograba ser un inútil y me dañaba, nadie nunca creyó que una coneja pudiera ser tan buena de carácter como para callar a un Alpha, pero pues ya tenemos dos hijas y vamos por el tercero porque quiero un niño. — Se ríe un poco.

— Ya llegamos, Luna.

Miro por la ventana, observo el gran centro comercial y comienzo a sentir como los nervios invaden todo mi cuerpo haciéndome pensar que todo está mal, miro a Ivanna intentando negarme a hacer tal cosa.

— Te veo desde lejos Phill. — Le dice mientras baja, me mira con una sonrisa y me da su mano para ayudarme a bajar, mi corazón se sale en cuanto escucho voces de diferentes personas.

Aquello solo me hace pensar que hablan de mí, risas se vuelven lo más terrorífico que escucho al sentir que se ríen de mí por simplemente ser inservible.

— Todos parecen estar seguros de que Abdel me ama, pero yo no estoy segura de eso. Más bien pienso que se ha acostumbrado tanto a mí, que solamente quiere mantenerme cerca para no acostumbrarse a alguien más.

— Te lo digo nuevamente Abdel, siempre sonríe cuando está contigo.— Entramos al lugar sin por fin yo ver a la demás gente, únicamente miro a Ivanna.— Cuando volvía a casa después de haber estado contigo tenía una gran sonrisa, nunca sonríe si no es contigo, es algo extraño de los Zuhair, son tan cerrados en sus sentimientos con todo su alrededor que solo al estar con la persona que aman demuestran aquello.

— Aun así...

Me detiene para que no siga hablando, junta sus manos con una gran sonrisa mirándome con un plan en manos.

— Te compraré muchas cosas, conozco las cosas que vuelven locos a los Zuhair, ayude a mi hermana y utilice eso contra del primo lejano del padre de Abdel, que ahora esperamos a otro cachorro. Soy experta en este tema y nada fallará.

Alzo mi rostro un poco, tener crías es algo que me aterra por no creer ser suficiente aún, pero Abdel siempre me hace sentir segura cada vez que hablo con él de alguna de mis inseguridades, por lo que ahora me siento confundida con ese tema.

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Me miro en el espejo sin poder creer que sea yo, será que nunca antes vine a un salón a darle mantenimiento a mi cabello, por lo que pareciera que han cambiado mi rostro con solo un corte de cabello.

— Perfecta. — Ivanna chilla provocándome un dolor en mis oídos. — Te ves hermosa, de seguro a Abdel le encantará. Y un truco, si no sientes que el copete sea necesario solo lo haces a un lado y parecerá que nunca has tenido uno.

Asiento mientras me muestra como, suspiro un poco mientras siento las miradas de todos a mi alrededor, pero al contrario de escuchar algo contra mí, únicamente escucho cumplidos por mi nueva apariencia.

— ¿Será que a él le encante?

Asiente con una gran sonrisa, la estilista al igual que Ivanna asienten con una sonrisa provocando que me sienta más segura. Sonrió un poco más cómoda con el peinado, nunca he recibido cumplidos o halagos lejos de los de Abdel y esto se está volviendo algo nuevo para mí.

— Le va a encantar, te lo juro. — Me sonrojo. — Aún te ves tierna y ahora un poco seductora, te logra dar un estilo más maduro. Por eso te ves diferente, ya que no estás acostumbrada a verte más de tu edad.— Muerdo mi labio un poco, me han maquillado y ondulado el cabello, por lo que me veo mejor que cuando entre.—Gracias, Loren.

Le dice a la chica que me hizo el peinado, le doy un leve asentimiento sin poder decir ninguna palabra por la timidez que regresa a mí por tantas miradas sobre mi misma.

— Gracias por esto.