Mi dulce de melocotón; Libro uno (ver.2022)

Capítulo dieciocho

𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

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Leo la pequeña nota que Abdel dejó pegada en mi frente, rio lentamente antes de bostezar. Y me recuesto nuevamente sobre la cama, "Ocurrió algo en el trabajo, volveré cuando menos lo pienses".

Estiro mi cuerpo recordando que tengo a Javadd y Jazmín aún aquí, así que decidí levantarme temprano para poder preparar comida con ellos, aunque desperté un poco antes por escuchar ruido y creo es por ellos. Aún logro escuchar el llanto de alguien mientras grita, es algo difícil de dejar pasar.

Salgo de la habitación caminando un poco rápido para saber que está ocurriendo, Javadd se encuentra afuera de la habitación de Jazmín mientras la puerta está abierta, en el noto como sus ojos están cambiando de negro a rojos repetidas veces, algo que no es normal.

— ¿Qué ocurrió?

Pregunto abrazando a Jazmín que se mantiene alejando a Javadd con miedo, ella me mira y vuelve a romper en llanto mientras me abraza con fuerza. Observo de nuevo a Javadd notando que sus ojos están normales nuevamente.

— Me desperté por escuchar un sonido en la ventana y fui a ver qué era, note a una paloma por lo que baje al jardín, ya que se veía lastimada. Y cuando la iba a agarrar, él la quemo desapareciéndola del lugar y diciendo que no le tengo que poner atención a nadie más que a él.

Pienso un poco en sus palabras, miro por un momento a Javadd que solo baja su mirada y no puedo comprender de todo lo que le ocurre a él. Puede ser los cambios de su desarrollo y eso sería un peligro para Jazmín.

— Entendido. — Con un pañuelo seco las lágrimas de Jazmín mientras ella me mira sollozando. — Bueno, esto es para ambos, hay que mantener calma en estas situaciones, Javadd debe de mantenerse lejos si ocurre nuevamente aquel ataque. Y Jazmín, aunque te duela lo que hizo, debes de tratar de comprender que es un cambio que él tiene del cual no se da cuenta.

Asiente aún con una mirada de miedo, Jazmín se estabiliza por un momento y mira a Javadd, con un poco de miedo camina hacia él y le sonríe pidiéndole perdón para luego agarrar la mano de él e irse caminando.

Suspiro un poco, si Esmeralda se entera de esto hará lo posible para mantener lejos a Jazmín. Espero que ella no pase un mal momento cuando crezca, creo será más difícil su transición al ser una especie experimental.

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Peino mi cabello tranquilamente, por un momento me sentí mal cuando Esmeralda vino por Jazmín, ya que irían a cenar, pero ella estaba feliz, así que dije que estaba bien. Javadd solo se desapareció en una neblina negra al ver que Esmeralda había llegado, desde ahí ya no lo volví a ver.

Giro mi rostro con una sonrisa al sentir con fuerza su aroma, feliz de ya no tomar mis pastillas, por lo que puedo sentir ahora su olor, si hubiera estado atenta a que esas pastillas nublaban mis sentidos y dormían mi naturaleza, no las tomaría.

— No me hubieras esperado. — Me cuelgo de su cuello feliz de que esté de vuelta. — ¿Los niños están dormidos?

Me encojo de hombros.

— No sé, no están aquí. — Me mira confundido mientras beso todo su rostro feliz de que este de vuelta en la casa. — Tu mamá se llevó a Jazmín a una comida y Javadd desapareció, ya no lo he vuelto a ver.

Asiente lentamente, esconde su rostro en mi cuello aspirando mi aroma, algo que me provoca cosquillas, agarra mi cintura con fuerza y suelto un tímido jadeo, algo que me dio vergüenza. Me alejo de él y comienzo a quitar su saco y corbata para dejarlos en otro lugar mientras él me mira con una sonrisa.

— ¿Ya cenaste? — Niega con una tierna sonrisa. — Prepare la comida, creo todavía está caliente.

— Lo noté, fui primero a la cocina pensando que estarías ahí por el rico olor a comida. Y al subir pensé que estabas dormida, pero es mejor para mí. — Ladeo mi rostro algo confundida. — Voy a tener un rico postre.

Me señala a mí y quedo sonrojada por sus palabras, pero niego comprendiendo sus palabras.

— ¡Abdel! — Me alejo de él negando, salgo del cuarto dejándolo atrás.

Cuando bajó las escaleras por completo siento como me agarra de la cintura y me alza, me enojo conmigo por ser tan fácil de agarrar y llevar para él. Algo que no me gusta mucho.

— Bájame o si no dormirás afuera. — Digo seriamente por lo que me baja dejándome en donde estaba y besa mi frente.

— Como digas, pero quiero postre. — Me guiña el ojo.

— De postre hay brownies, los hice con los niños en la tarde.

Agarra los platos con comida y me sigue al comedor con una leve risa, me siento en la silla a su lado mientras él revisa un poco su celular antes de comer, comienza a platicar sobre las cosas que hizo y cuanto me ha extrañado en todo el día.




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