Capítulo veintidós

Unforgettable memories

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Miró con encanto la sonrisa de la niña nueva, es un grado superior a mí y no me interesa, solo se me hace linda, ninguna otra niña puede ser igual de linda que ella. Lo sé porque todas en mi curso son fastidiosas, insoportable en algún momento.

Nunca vi a alguien tan tierna.

Miro un poco mi salón en específico a las niñas de mi curso y bufo, todas son feas.

— Maestra, quiero ir con los de tercer grado.

Llamo su atención mientras toda la clase mira por la ventana, la maestra deja a un lado el libro en sus manos y se acerca un poco hacia mí.

— Abdel, estamos en medio de una clase. — Todos me miran, pero yo quiero ir con esa linda niña. — ¿Tu padre no hablo contigo?

Niego mintiendo, nadie me impedirá estar junto a esos ojos azules claros que ella tiene. Y tampoco me perderé de mirar de cerca aquel cabello rojo que ella porta.

— Le diré a mi papá que me tratan mal, quiero ir con los de tercero. — Sonríe nerviosa, la señorita Wilson es buena, pero nadie me impide tener lo que quiero.

Todos saben que soy el hijo mayor y único de los líderes, por lo que si pido algo se me da, nada se me niega nunca y es algo que llega a irritar a cualquiera.

— Están en su clase libre, pero está bien, no queremos problemas.

Asiento, salgo del salón y muchas niñas me miran. Todos saben que soy hijo del Alpha y el próximo en asumir el cargo, he escuchado a sus mamás hablar sobre que se vuelvan mis amigos solo por conveniencia, pero no es algo que me interese.

Observó la flor rojiza que tanto me ha estado cautivando, pero ella no me mira, solo está viendo las flores y hablando con otro niño molesto, uno que debe de saber su lugar.

No le presto atención a nadie más, solo a ella.

Camino discretamente hacia ella, es muy pequeña de estatura, es muy adorable.

La asustó y rio al ver como cae. Frunce sus labios con una mueca y miró sus rodillas, se ha lastimado, se ve tierna enojada, es algo que me a encantado en este momento.

— Eres malo, le diré a la maestra.

La detengo y la siento en una pequeña banca, recuerdo que a mamá no le gustaba que papá la molestara de niña, por lo que intento hacer algo rápido para que ella no se moleste conmigo. Podrán odiarme todos en mi salón y alrededor, pero no quiero que ella me odie.

— ¿Cómo te llamas?

Le pregunto, pero ella niega.

— Mami me dijo que no hablará con niños malos.

Me siento a su lado, agarro sus mejillas y sonrió al ver como se pone nerviosa. Es muy tierna. Quiero que siempre esté a mi lado y es algo a lo que nadie se negara.

— Yo me llamo Abdel Zuhair hijo del líder. Y no soy malo, tú te caíste sola. — Se cruza de brazos, me encanta que esté enojada porque se ve tierna, pero no quiero que me odie. — Seremos mejores amigos.

— No. — Gruño, no me gusta lo que dice. — Debes de disculparte.

— ¿Por qué?

— Si quieres que seamos amigos, debes de disculparte, ya que mami dice que los niños buenos se disculpan.

Gira su rostro, viéndose inferior a mí. Aprieto mis manos tratando de guardar la calma, pero es algo que no logro, observo una piedra y la lanzo rompiendo un vidrio, algo que me calma rápidamente.

Las palabras de papá pasan por mi mente, debo de calmarme para poder tener una pareja en un futuro. Y quiero que esta niña sea mi pareja.

— Lo siento. — Me mira nuevamente, sonríe y asiente, mi corazón late demasiado rápido, por lo que trato de evitar eso, siendo algo extraño en mí.

Me abraza y siento una profunda tranquilidad, la abrazó sin dejar que se aleje de mí. Escucho a la maestra que me pide que la deje y gruño molesto, olfateo su aroma y es algo relajante. Es un aroma a hogar mezclado con melocotones.

Ahora los melocotones serán mi cosa favorita.

— Joven Alpha, deje a la niña. — Siento como ella se quiere alejar, pero niego, ya que nadie puede quitarla de mis brazos.

— Traiga a un doctor, le está saliendo sangre.

La maestra se alarma pidiendo ayuda, yo no le permito checarla y solo la miro con seriedad cuando encuentra mis ojos. La alerto con demasiadas cosas por no querer que nadie me quite el rico aroma que ella tiene.

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Miro de mala manera a mi papá que me regaña solo por haber hecho un alboroto, algo que no hice, solo dije que trajeran un doctor, se lastimó y tenía que ser curada. Si va a ser mi pareja debe de ser tratada de la mejor manera y parece que nadie entiende eso.