Mi dulce de melocotón; Libro uno (ver.2022)

Capítulo caurenta

𝐀𝐁𝐃𝐄𝐋

𝐀𝐁𝐃𝐄𝐋

◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

Suspiro, después de haber tenido un día largo en el trabajo, creo que es momento de contarle a mi conejita que he tomado el puesto de la empresa y que hace mucho termine mis estudios. Aunque solo verla cada día me hace el lobo más feliz, así que puede que me diga que deje de distraerme.

Mi olfato se activa al sentir el aroma marchito de Giovanna en el lugar, giro mi rostro hacia todos y no hay ningún rastro de mi conejita. Camino hacia el puesto de Tamara observando el tarro lleno de galletas con un aroma particularmente conocido.

— Buenas noches, Alpha.

Le presto atención a Tamara y agarro una galleta con un dolor de pecho, el sabor es el mismo que las galletas de Giovanna, pero ¿cómo?, termino frunciendo mi ceño por no entender nada en este preciso momento.

Será posible que mi calabacita vino al trabajo, pero nadie me aviso y aunque esté ocupado siempre la recibo. Pero hoy no recibí llamada sobre Giovanna estando en el lugar.

— Oh, luna vino en la tarde y se fue diciendo que no tiene tiempo para esperar. — Trato de conectar todo, es imposible eso cuando ella ha terminado sus tareas y antier dijo que estaba desocupada. — Vio a la hija del Alpha Green, nuestro nuevo socio.

Tamara parece tranquila al hablar algo que no se me hace divertido, ¿en qué momento la vio?, si fue en el instante donde llego aquella chica, todo está en mi contra. Ese dolor que siento solo significa que mi conejita está lastimada por mi culpa.

— ¿Por qué no me dijiste nada sobre esto?, la hubiera corrido en el momento que mi luna llego y no después de que terminara de amenazarme. — Trato de guardar la calma, cierro mis ojos intentando pensar con claridad para actuar de una manera sin que se note mi enojo.

—Ella dijo que se tenía que ir y me dio las galletas que trajo al igual que unos ricos bizcochos. — Gruño, tanto tiempo ha pasado desde eso. Horas desde que recuerdo se fue la hija de los Greens, ahora mi conejita puede tener más de mil cosas en su mente.

Este se ha vuelto un gran día para olvidar mi celular en casa, cualquier cosa está en ese celular, proposiciones de matrimonio contantes que solo me estresan al no dejarme en paz. Espero que note que he bloqueado tantos números, pero los Alphas de poder son insistentes para tener un yerno excelente.

¿Habrá dejado la casa?

Diosa luna, ayúdame, Giovanna puede pensar de lo peor y no sobre la situación, sino sobre ella, se menosprecia cada vez que alguien dice algo en lo que me enlazan a otra chica.

Había arreglado lo de hace días ocultando al intruso que se metió a la casa y la pequeña masacre que hice aprovechando que ella estaba en la habitación segura, no quiero que ella se altere o se cree más inseguridades sobre nuestra relación.

Pero esto solo es lo peor.

Todo permanecía tan bien y ahora se ha despedazado en segundos.

— Llama a Aiden. — Es lo primero que pasa por mi mente, la deje a cargo de ella y si algo le ocurre a él la ira peor. Miro a Tamara quien toma el teléfono después de unos segundos me lo da y escucho ruido.

— ¿Dónde está?

— Ella me obligo, entendido. — Aprieto mis manos. — Me obligo a traerla a uno de los antros que tiene contrato con tu empresa y no la veo por ningún lugar. — Suspiro enojado, Giovanna nunca ha tomado cualquiera se aprovecharía de ella. — Oh, ya la encontré esta arriba de la barra, la voy a sacar del lugar y la llevaré a casa.

— Yo iré por ella, manda la dirección y si alguien la toca quiero la información de aquella persona mañana en mi escritorio. — Cuelgo conteniéndome, miro a Tamara y suspiro. — Iras conmigo.

Tamara solo asiente, miro su miedo y es algo que me preocupa, no me gusta que me vean así, pero no puedo evitar enojarme conmigo mismo cuando lastime a mi conejita, suspiro pesadamente sin poder creer lo que está sucediendo, no sé cómo lidiar con una Giovanna borracha.

— ¿Alpha están en el club de su familia? — Pregunta al ver hacia donde tomo el camino.

Asiento, sin prestarle mucha atención por tener solo a mi conejita en mente, yo no quería que todo esto sucediera, la universidad, el mundo tóxico con el que está rodeada, nada es para ella. Es muy sensible hacia todo eso, desde aquel accidente que cambio su vida y mi forma de ver todo.

Yo no quería que ella fuera a la universidad, no es un ambiente para ella, solamente era uno de sus sueños ir a la universidad y estudiar nutrición, así que no podía evitar nada. Sabía que muchas estarían detrás de mí por el dinero y por el poder, que es ser una luna. No quería eso, odio eso, pero tengo que soportarlo si mi conejita aún tiene miedo como para mostrarse a todos.

☽♥︎☾

Me recargué en la puerta del carro enojado cuando veo a otros mirando a mi conejita con una sonrisa mientras ella está en los brazos de Aiden. La agarro con recelo pensando en sus inseguridades y los miles de escenarios que ella se creó en su cabecita de calabazas como para terminar así.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.