Mi dulce de melocotón; Libro uno (ver.2022)

Capítulo cuarenta y uno

◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

La escena parecía ser evidente para todos, un Alpha líder que parecía no estar interesado en ninguna chica que se le acercara estaba armando una escena de celos en plena cafetería. Todo a causa de una coneja de la cual nadie sabía su existencia hasta ese preciso momento, se cuestionaron mucho porque no la había reclamado desde el primer día.

Ya que así se evitarían problemas como los que se están creando.

Pero al ver entre la coneja observaron esa marca que le prohibía el paso a otros, con solo eso comenzaba a crecer el miedo entre tantos, nadie parecía haber notado aquella marca. No querían meterse en una escena evidente de celos donde aquel Alpha quería matar a ese chico que no dejaba en paz a su luna.

Giovanna cerraba sus ojos con miedo, por lo que ocurría hasta que se deshizo de su pulsera y con su aroma sedujo a su Alpha para que nada sucediera, los ojos rojos de Abdel la miraron y rápidamente volvió a la normalidad.

Todos miraron como aquel Alpha agarro a la coneja con fuerza sacándola de aquellas instalaciones, estaba irritado, harto de todo, no quería evitar más lo que era evidente y parecía que nada le importaría en esos momentos.

Aunque Giovanna no le hablaba desde hace algunos días por seguir enojada y confundida con lo que ocurría, Abdel ya no podía callarse más. ¿Por qué solo él llevaba todo el peso de aquella relación?, aquello era tan pesado y no podía soportarlo más.

— ¡¿Qué te sucede?!

El grito de Giovanna lo hizo detenerse, el bosque se convirtió en un ambiente pesado cuando Abdel la miro pesadamente.

— Tú eres el problema. — Su voz gruesa hizo que aquella mestiza se asustara aún más. — No crees que es suficiente lo que tengo que soportar, siempre dejo que tú decidas para que estés bien, pero ¿yo estoy bien con eso?

Giovanna bajo su rostro un poco al saber que todo eso era cierto, él daba más que ella por la relación, pero estaba acostumbrada a eso que nunca lo tomaba en cuenta.

— No me has dejado explicar nada, cuando yo dejo que expliques todo lo que haces. Pero nunca tomas en cuenta lo que quiero, no te grito, aunque quiera porque sé que te afectara más. Solo quiero que entiendas que ya no soporto más esto, dure tanto esperando a reclamarte y cuando lo hago no me permites estar a tu lado.

Las lágrimas de aquella coneja se disiparon por sus mejillas sintiéndose de lo peor, siempre se preocupó por lo que le sucediera a ella que nunca imagino que su Alpha se sintiera de esa forma. Imaginaba que él sentiría lo mismo que ella, pero parecía ser distinto.

— Lo siento.— Murmuro secando sus lágrimas, Abdel la atrajo a su cuerpo abrazándola.— Ya no volveré a hacer eso, Alpha.

Lo termino abrazando mientras escondía su rostro entre los brazos de Abdel, se sentía torpe en ese momento. Mientras miraba aquella pelea se dio cuenta de que nadie la tenía en cuenta, pero aun así su mente la hacía pensar que todos siempre estaban contra ella.

— Giovanna, no quiero seguir con lo que tú pides, tampoco quiero que me hagas a un lado por tus miedos. Entiende que nadie podrá hacerte nada mientras estés conmigo, nunca dejaría que te hicieran daño. — Suspiro, besando la frente de su conejita, se deshizo de aquella pulsera que tanto le daba dolor de cabeza rompiéndola para que ella no volviera a pensar en ponérsela.

— ¿Sabes que puedo comprar otra?

Sus ojos se miraron por primera vez con tranquilidad después de todo lo que había ocurrido, los ojos rojos e hinchados por las lágrimas era lo primero que Abdel miro de Giovanna después de tanto tiempo alejados, el sonrojo en su rostro y los labios hinchados por llorar la hacían ver tierna para él.

— Tómame en cuenta a mí, a mí me duele ser rechazado y no poder estar a tu lado. — Suspiro por un momento sin dejarla de mirar, bajo un poco su rostro, acercándose más a Giovanna ahora con una sonrisa.— Entiende que no eres la única que sufre aquí, yo te amo y te quiero a mi lado, así que no tienes que pensarlo demasiado.

Los pasos de alguien hicieron reaccionar a Giovanna y aunque Abdel esperaba ser apartado, ella siguió abrazándolo, Abdel miro a aquella persona que se había atrevido a interrumpirlos mientras hablaban.

— ¿Giovanna, estás bien? — La voz de Sheila fue lo primero que capto y la hizo salir de los brazos de su Alpha. Asintió con una sonrisa hacia su amiga que venía acompañada de otros dos de sus compañeros que miraban la seriedad que portaba aquel líder. — ¿No te hizo nada ese bravucón?

Giovanna negó con una sonrisa mientras su única amiga se acercaba a ver si era cierto que no le hicieron nada, aunque odiara a la pareja de su amiga, entendía que era bueno para ella, aun así no lo rebajaba de su puesto lleno de ego.

— Estoy bien. — Sheila miro mal a aquel Alpha, nadie entendía su odio y sabía que en un momento tendría una discusión con aquel líder por las cosas que le hace a su pareja. — Él nunca me haría nada malo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.