Mi dulce de melocotón; Libro uno (ver.2022)

Capítulo cuarenta y cuatro

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Giovanna trataba de mantenerse de pie mientras enfrentaba aquel celo, no lograba mantenerse de pie y lo único que hizo fue acostarse esperando a que su Alpha fuera por ella, lo llamaba con desesperación esparciendo su aroma lechoso y dulce que podía lograr llamar a cualquier otro Alpha.

Abdel en ese momento se sentía impaciente mientras observaba a Aiden que estaba peor que él por sentir aquel aroma, uno que estaba deleitando a todo quien oliera ese rico olor. Con enojo por aquello, Abdel se incorporó ignorando por completo a Aiden, pasándolo de lado

Sus pasos se volvieron pesados, al punto de a solo pocos metros de distancia, giro su rostro mirando a Aiden que lo había seguido sin estar consiente del todo, Abdel se sentía abrumado al estar tan cerca de aquel aroma.

— Te veo dentro de algunos días, no quiero que alguien interrumpa o que intente hacer algo que no me gusta. — Agarro con fuerza el pomo de la puerta que lo separaba de su dulce conejita, una que estaba perdida en aquel dolor.— Procura que nadie este enterado sobre el celo de mi coneja para que no intenten hacer algo.

Con fuerza, Aiden salió de ese lugar, sintiéndose cansado por no poder controlar su cuerpo en ese momento. Abdel sonrió de una forma que nadie había visto, giro aquel pomo, observando a su mestiza que ya no tenía juicio y tampoco sabía lo que ocurría en su alrededor.

Solo llamaba a su Alpha para que se hiciera cargo y la ayudara a pasar aquel momento.

— Que sorpresa tan hermosa. — Menciono con voz ronca. — Comeré conejo con un sabor a melocotones. — Eso hizo temblar a una Giovanna perdida.

Su aroma envolvió a aquel lobo que perdió el control en segundos, estaba perdido por ese aroma lechoso y dulce de melocotones que no perdería el tiempo en lo que hacía.

Abdel se deshizo de su camisa, observando a su presa expectante al verla de esa forma tan exquisita para él, se acercó tocando un poco la piel ardiente de su omega. Era un celo con mayor fuerza, siendo que ahora ella estaba despertando su naturaleza lobuna por completo.

Miraba aquel tierno rostro que expresaba tantas cosas mientras rozaba sus dedos por la piel de Giovanna, estaba torturándola mientras se daba su tiempo en hacer las cosas. No quería ser todo un salvaje, aunque su razonamiento se perdía entre aquel aroma.

Escuchaba los jadeos y gemidos de su melocotón, sonrió mirando las coletas de su conejita, siempre se veía tierna, comenzó a embestirla delicadamente disfrutando del cuerpo de su coneja que reaccionaba sumisamente a su tacto, estaba siendo firme a las dos metas que rondaban por su mente.

Tener crías y cuidar a su conejita después de aquel celo.

Agarro aquella cintura bien torneada, incrementando aquellas embestidas, ayudando a su conejita sin importar que, durando tres días, atendiendo aquel celo mientras la cuidaba para que no se deshidratara y que estuviera bien de salud.

Era un peligro para una mujer en celo pasar sola este, no tenía conciencia de sí y era peligroso, podía ser abusada si no encontraba a alguien con quien pasar su celo.

Terminando aquel celo en el cual ambos estaban exhaustos, Abdel con fuerza cargo a su conejita para darle un baño y ayudarla a que descanse con más calma.

Cuando toco aquella cama abrazando a su conejita que parecía descansar después de todo y no parecía que Giovanna quisiera despertar pronto, el cuerpo de ambos pedía descanso después de todo.

Abdel le dio caricias siendo cariñoso mirando la oscuridad del techo pensando en todos sus problemas, había veces que se ponía a pensar en cada cosa que sufría aquella conejita en sus brazos. La miro por un momento, Giovanna dormía sin preocupaciones, estando acurrucada con una sonrisa contra Abdel. 

Tenía tanto que decir y se sentía mal por ocultarlo, aunque esperaba durar así, el tiempo se acababa para él.

Uno que causa memoria a corto plazo por algunos años y solo él estaba en su memoria, sus tíos pocas veces aparecían en sus recuerdos y es algo que no ha descubierto. Abdel quería que ella tuviera en cuenta la verdad, la verdad de aquellas inseguridades en ella.

Beso por última vez el rostro de Giovanna antes de dormir, aún seguía estresado con el pequeño secuestro de hace algunos meses. Pero el cansancio en su cuerpo cada vez era más notorio para él, mientras pasaba el tiempo pensando sobre todos sus asuntos y problemas

☽♥︎☾

Al despertar Giovanna mantuvo una sonrisa, fue considerada con Abdel para dejarlo descansar por ese momento mientras ella lo observaba dormir. Acariciaba el rostro de su lobo estando feliz de despertar a su lado después de su celo, pensaba en todo lo ocupado que él puede estar, pero aun así Abdel siempre se hace tiempo para estar a su lado.

Le parecía el hombre más hermoso que había visto en sus años de vida, Abdel siempre le llamaba la atención por verse distinto a otros a sus ojos, y verlo ahora dormido hacía que cambiara la visión de ella.




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