Mi dulce de melocotón; Libro uno (ver.2022)

Capítulo especial 1

𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

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Camine tomando la carriola en mis manos, estaba encantada de que hubiera una carriola en esta manada para tres niños y que podía tener a ambos juntos. Mis bebés lloraban si los separaban a los tres en gran distancia, Abdel fue torturado con sus chillidos al hacer eso junto con Gilian y Aiden.

Respiraba aquel aire frío que llegaba y me hacía sentir un poco más libre, después de 8 meses dentro de casa sin poder salir del todo por la posesividad de Abdel a que algo malo podía pasar. A veces creo es paranoico y en ocasiones eso da risa.

Mientras camino, siendo seguida por Ivanna y Luke quienes me acompañaban, note las miradas de algunos habitantes que miraban con alegría a esos tres niños. Era raro ver a tres cachorros, siempre se tenía uno o en ocasiones y por suerte dos. Así que todos siempre miraban a mis trillizos hermosos y estaba orgullosa.

— Llegamos. 

— Iré con nuestros hijos a los juegos, Martín y Milani se pueden descontrolar si están solos, amor. — Ivanna asintió sin mucha importancia, ella desde hace poco se quejó por ser un camino largo al parque más cercano de la casa.

Y cuando se sentó en la banca me hizo reír, parecía muy exhausta.

— No vuelvo a aceptar venir contigo, Giovanna.

— Por favor, no es culpa mía que seas tan floja como para caminar e ir con tus mellizos a un parque. — Frunció su ceño mirándome. — Aparte estamos por solo un momento aquí, después podrás ir a dormir.

— Es que tú no entiendes, aquel hombre que juega con sus mellizos es insaciable en la cama. Apenas si logre descansar. — Señalo a Luke que estaba con una sonrisa risueña mientras cargaba a Milani haciéndola reír.

— Shhh.

La interrumpí por estar en un lugar con niños, algunos la miraron mal por hablar de eso en voz alta y logré escuchar a un niño preguntar sobre lo que ella dijo algo que me dio risa.

— Sí, sí. 

— Okay, en cualquier momento los trillizos tendrán hambre y nos iremos. Se me hace incómodo darles de comer entre tanta gente. — Susurre para no ser muy obvia, ya que como Luna tenía que actuar de una manera un poco más educada de lo que yo ya era.

Moví un poco la carriola meciendo a los niños de un lado a otro para que siguieran durmiendo, porque si se encontraban en movimiento se dormían sin problema. Era una solución asombrosa cuando se despertaban en la noche, aunque siempre veía a Abdel dando vueltas con los tres en sus brazos.

Era una imagen tan tierna de ver. 

Pero tenía que admitir que mis bebés eran unos inquietos y ruidosos que no dejaban dormir a mi Alpha, y Abdel no daba quejas al solo querer ver felices a nuestros niños. Lo había visto sonreí cuando alguno de los trillizos ríe. Y es por eso que decidí hacer este paseo por todo el tiempo que durara solo para que mi Alpha descansara.

Había tenido varias juntas en esta última semana en la cual no lo veía pegar el ojo al estar atento a los trillizos, no quería que yo me despertara y hacia lo posible para que descansara. Porque a sus ojos aún no me recuperaba.

☽♥︎☾

Luke me ayudo a subir la carriola por las escaleras para entrar a la casa, era algo complicado, pero tenía la suerte de que él estuviera. Abdel abre la puerta y con una mirada seria mira a Luke quien está haciendo reír a los trillizos, lo quita con una mirada amenazante tomando a sus tres cachorros en brazos, algo que se me hace tierno por su posesividad y protección que posee sobre nuestros pequeños.

Entro a la casa con la carriola vacía siguiendo a Abdel con la mirada, él toma asiento en el sofá que está en la sala teniendo a nuestros bebés acurrucados contra su pecho. Sin que nadie me mire, saco mi cámara tomando una foto tan tierna que la tendré de recuerdo para siempre.

Abdel giro su rostro y sonrió sin despegar su mirada de mí, me acerqué a él sentándome a su lado y recargando mi rostro en su hombro. Él me hacía sentir por completo cómoda a su alrededor, aparte que me sentía segura.

— Me hubieras despertado para ir con ustedes. Los busqué por toda la casa y pensaba lo peor hasta que sentí tu aroma. Y al abrir la puerta me alivié tantos de verlos a salvo, recuerda que estoy sensible, yo aún por mis cachorros, tengo que proteger a los cuatro y mi conejita me lo pone difícil.

— Llevas sin dormir días, Alpha. No podría despertarte cuando por fin te habías dormido. — Tanesha comenzó a llorar pidiendo su comida, la tomé en mis brazos y sin problema comencé a amamantarla. — Estoy orgullosa de cuidar a mi lobito. Me gusta hacer eso.

— No tengo ningún inconveniente con eso, me gusta cuidar a mis cachorros y a mi conejita. —me sonrojé.

Abdel me paso a Treyvon quien comenzaba a ponerse inquieto al mismo tiempo que Theo comenzó a ponerse a chillar, me acomode de una forma para darle de comer a los dos al mismo tiempo. 




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