Ella después de decir esas palabras, ellos empiezan a desayunar, pero no iba a borrar su sonrisa en su rostro. Porque se lo había prometido a su hermano antes de que se fuera de su viaje y lo cumpliría
Martín: nos harías muy feliz verte casada y como tus padres queremos siempre lo mejor para ustedes. Además, no me gusta que te sientas fea.
Julia: esa es la verdad, padre. No quiero que te preocupes por mí, solamente me falta una temporada para que me declaren una solterona.
Victoria: todavía hay tiempo suficiente para eso. Ninguno de mis hijos tendrá ese destino y antes de que termine la temporada van a estar bien casados.
Ella nada más sonríe y no quería llevarle la contraria a su madre. Ellos terminan de desayunar y cada quien se levanta de la mesa para hacer sus actividades, ellos después de un tiempo se reúnen en la sala para esperar a su hermano
En las afueras de Inglaterra
Miguel: falta muy poco para llegar a mi casa y ver a mi familia. Solamente que a la única que he extrañado más es a mi hermana y hablando de ella, quiero que se dirigen con mucho respeto cuando se las presente, Federico, Daniel y Matías me están escuchando.
Federico: te escuchamos perfectamente. Porque todos nosotros somos unos caballeros y nos comportaremos bien, además siempre nos has hablado de ella y al fin la conoceremos después de tanto tiempo.
Daniel: él tiene razón. Recuerden que también vamos a convivir con tu familia y esta sería unas vacaciones para mí, pero cada vez que estoy en casa, mi madre me repite todos los días que me case.
Matías: eso nos pasa a todos nosotros. Seguramente nuestras madres quieren que formemos una familia, solo que eso un día pasara y lo único que espero es que mi corazón elija y esta vez escuchare lo que me diga.
Miguel: dejemos de hablar de eso, por favor. Ahora tengo más que suficiente con mi madre que parece que se ponen de acuerdo para hablarnos de este mismo tema.
Ellos al poco tiempo llegan a la casa de la familia de Miguel, él toca la puerta y a los pocos minutos unos de los sirvientes le abren la puerta para después hacerlo pasar junto con sus amigos a la sala donde su familia los estaban esperando
Martín: al fin estas en casa, hijo mío. Bienvenidos sean ustedes caballeros y necesito decirles que mi familia y yo estamos felices de recibirlos en nuestra casa.
Miguel: muchas gracias, padre. Lamento la tardanza y como acabas de decir estoy en casa, pero esta vez será para quedarme, solo que ahora necesito un abrazo de bienvenida de mi hermanita.
Él sonríe cuando la ve y se acerca a ella para darle un abrazo. Julia se sentía feliz de volver a ver a su hermano después de tanto tiempo de ausencia
Julia: no sabes la falta que me hiciste. Espero que esta vez me hayas traído lo que siempre te he pedido o si no será en otra ocasión, hermano.
Miguel: precisamente lo traigo conmigo. Ahora tienes que esperar, porque este no es un momento adecuado para darte tu hermoso obsequio.