En la iglesia
Federico: este día se sentía completamente diferente. Nada más que mi felicidad empezó desde el día en que la conocí, pero solo falta que ella llegue para convertirla en mi esposa.
Miguel: mi hermana muy pronto llegara. Estoy feliz por ustedes, porque has sabido defender tus sentimientos por ella y eso es lo que esperaba de ti.
Federico: siempre defenderé mis sentimientos. Además, fue la única joven que me enseño amar y sobre todo jamás me arrepentiré de lo que siento.
Miguel: en el amor lo que nunca se debe de sentir es arrepentimiento. Solamente que tus padres vinieron a tu boda como te lo prometieron.
Federico: no quieren que la sociedad empiece hablar mal de ellos y por esa razón están aquí. Ellos no lo hacen porque quieran acompañarme.
Miguel: me imagino que para ti no es fácil que compartan tu felicidad. Pero solo están aparentando, eso simplemente se les ve en su cara y muy pocas personas podemos distinguir como se sienten.
Ellos guardan silencio cuando la ven entrar del brazo de su padre. Julia se veía hermosa con su vestido de novia y cuando llegan al altar su padre se la entregan. Martín y su hijo después de eso se van a tomar asiento
Federico: te ves demasiado hermosa y este día serás mi esposa. Nada más que fui paciente para que lo fueras y ahora solo faltaría escuchar la bendición del padre.
Julia: para que eso pase debemos dejar que el padre empiece con la ceremonia religiosa y se que te debo de dar las gracias por haber esperado.
Federico: el que debería hacerlo sería yo. Porque aceptaste ser mi esposa y llego el momento de continuar con eso, ya que necesito casarme contigo.
Padre: estados todos reunidos aquí para unir en santo matrimonio a esta pareja. Federico McGregor Andersen Conde de Lincoln, aceptas a la señorita Julia Reynolds Miller como tu esposa para amarla y respetarla, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.
Federico: si, acepto. Porque ella sería mi única esposa y sobre todo necesito decirle nuevamente que la amo y que nuestro amor jamás se terminara.
Padre: Julia Reynolds Miller, aceptas a Federico McGregor Andersen Conde de Lincoln como tu esposo para amarlo y respetarlo, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.
Julia: si, acepto. Porque el amor que siento por el solo lo sentiré una vez, ya que el es mi verdadero amor y quiero vivir este amor a su lado.
Padre: los declaro marido y mujer. Esta ceremonia se ha terminado y ahora puedes besar a tu esposa, pero no deben de olvidar que el amor es un sentimiento que necesitan cuidar.
Él se acerca a su esposa para besarla y cuando termina de hacerlo Federico sonríe. Porque al fin era su amada esposa, pero al ver sus familiares y amigos que habían terminado de besarse se acercan a ellos para felicitarlos por su matrimonio y cuando los dejan solos la vuelve a besar