UN MILAGRO

Empeñado en conseguirle la comida a su perro, Steven sale de la tienda e intenta irse en un taxi, pero estos no se detienen.

Después de siete minutos esperando a que algún taxi lo lleve, Steven se recuerda de Harold, y dice en voz baja:

— Que habrá de su vida.

En ese instante, exponiéndose en ese lugar, Steven se cansa de estar parado, y se monta en un Transmilenio, el cual llevaba pocas personas.

Cuidándose constantemente del virus, Steven trata de mantenerse alejado de algunas personas que no están con tapabocas.

El Transmilenio hace su recorrido normalmente por la ciudad. Haciendo ingresar más personas de lo debido.

Sorprendido, Steven al ver eso, piensa:

— No debería de preocuparme, a mí ya me dio esa enfermedad junto a Elena en el Crucero... si, dedo de tener inmunidad, no debes de temer.

Minutos después, Steven se baja del Transmilenio y entra al supermercado Jumbo Santa fe.

En ese momento, Steven no pierde el tiempo y recorrer la zona donde están los alimentos para animales, y fácilmente encuentra la comida que le gusta a su perro.

Steven coge un paquete de Ringo Premium, y se va caminando hacia la caja, y dice:

— Uf... fue una travesía encontrar esto.

En ese instante, Steven paga la comida de su perro. Cuando saca su teléfono del bolsillo, para contestarle a su jefe.

Enojado, Ernesto le expresa a Steven:

— No te veo conectado, ¿por qué no estas escribiendo tu columna del día?

Steven sale del supermercado, y rápidamente le responde a su jefe:

— Tengo todo el trabajo listo, se me presento una urgencia y tuve que salir de la casa, pero ya me pongo al día.

— Dime si no quieres trabajar y yo fácilmente te busco remplazo.

Parado al frente del supermercado, Steven observa a solo siete personas en su alrededor, y luego le dice a Ernesto:

— Claro que quiero trabajar, sabes que yo soy uno de los más incisivos en lo que hago.

— Bueno Steven, espero tu trabajo.

Steven cuelga su teléfono y lo guarda en el bolsillo derecho de su pantalón, y dice:

— Tanto desespero de Ernesto... bueno, iré a casa.

En ese instante, a más de 60 kilómetros, un conductor de Uber muere repentinamente de un infarto, y antes de que el vehículo mate a Steven, este da un bote y pasa por encima de él. Incrustándose en el supermercado.

Aterrado y en el suelo, Steven mira en donde se estrelló el Uber e inter ventilado, dice:

— Fue un milagro que aun este con vida...

De inmediato, todas las personas del alrededor ayudan a levantar a Steven y sorprendidos, le dicen:

— Tienes mucha suerte.

Steven les da las gracias a todos, y de inmediato ayuda a sacar al conductor del Uber, pero este ya estaba muerto.

En ese momento, Steven se pone triste al ver al conductor, y piensa:

— Dios y Elena me están cuidando. Tengo que sobre ponerme.

Steven mira la parte delantera del vehículo, y al ver el hundimiento de este, dice:

— Parece que se hubiese estrellado con un poste.

De inmediato, Steven mira en el lugar donde estaba parado, y no entiende como el Uber le paso por encima.

Steven se va del sitio. Cuando la policía llega al lugar de los hechos, y comienza a investigar lo sucedido. Preguntándole incisivamente a varias personas sobre ese siniestro.

Minutos después, pálido y muy asombrado, Steven llega a su casa, y al entrar su perro se le tira encima. Mostrando la alegría que tiene al verlo.

En ese momento, Steven le echa la comida a su perro, y luego lo acaricia, diciéndole:

— Timy... por poco y te quedas solo, no creo que Geraldine te cuide como yo lo hago.

Steven vuelve a pensar en el accidente, y dice:

— Es un verdadero milagro que este con vida, escribiré una columna sobre eso...