Nunca en mi vida pensé que algo así sucedería, nunca pensé que mi crush se convertiría en algo más que eso, que un amor platónico. Una mudanza, mejores amigos, problemas, fiestas, engaños y mentiras. Todas esas cosas me llevaron a estar más cerca de él que nunca.
El primer año de preparatoria en donde comienza una nueva etapa de la vida amigos, profesores, crecer y sobre todo, experimentar cosas nuevas.
El primer día de clase para mi suerte estaba acompañada de mi mejor amiga Raven, alguien completamente distinta a mi. A mi me gustaba el color rosa, y ella decía que era un color de “niña fresa” y que prefería vestir y utilizar cosas de color negro o verde. A mí me gustaban las películas románticas y a ella no, que le gustaban las de ciencia ficción o de terror. Odio los deportes, ella ama el deporte. Pero a pesar de todas las diferencias creció una buena amistad entre nosotras.
Recuerdo que ese primer año paso demasiado rápido.
Que llego el día de la graduación de los chicos de último año, incluyendo a Jake. Todo el maldito año, lo perseguí como una acosadora. Y era el momento que él se tendría que ir.
La fiesta estaba completamente aburrida, me rompía el corazón ver a Jake bailar con esa zorra. Tenía el presentimiento que esa perra le iba a hacer algo malo.
— Raven saldré a tomar un poco de aire —mi amiga asintió y se fue con Jason.
Me dirigí hacia las piletas de natación. El agua se veía tan tentadora, así que me saqué mis sandalias y sumergí mis pies en el agua.
Estuve allí un largo rato con la envolvente luz de la luna.
Comencé a caminar por el borde y a lo lejos divisé a un chico con la mirada fija en su teléfono.
No le di importancia a ello y seguí mi camino. El chico comenzó a correr en mi dirección, inmediatamente me di la vuelta y todo paso muy rápido.
Caí al agua y nadé hacia el borde de la piscina. Hasta que mi pie de repente empezó a doler y este se hacía más intenso. No podía seguir nadando, cerré los ojos con fuerza me estaba ahogando.
Abrí mis ojos de a poco, una figura apareció enfrente de mis ojos, mi vista estaba borrosa. Sobre mis labios sentí otros labios. Me asuste y reaccione pegándole una cachetada.
No podía creerlo le había pegado a mi crush y él me había salvado.
Sus ojos avellana me miraban atentamente, su rostro estaba neutro y yo inmóvil.
El amor de mi vida estaba en frente mío...
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Editado: 24.04.2024