Capítulo 17

─ ¡Hola! ─ Orum entro a la carpa de Umar levantando la voz y de manera bastante notoria, sin ningún cuidado ignorando las ordenes que este le había dado hace unos segundos, vio a Rebeca en la esquina de la habitación con una daga en las manos, temblando, por un momento pensó que era para amenazarlo a él y se burló. Entonces Rebeca se la puso en el cuello con toda la intención de cortárselo─ ¡No! ─Grito alterado, levanto las manos y se alejó de ella unos pasos─ Rebeca, sé que estas asustada, pero cálmate─ Pido de manera amable levantando las manos─ ¿Ves? No estoy armado 

Rebeca que solía ser muy extremista lo examino sin darle mucho crédito a las palabras de quien ella creía era su secuestrador y del hombre que le saco el riñón, Umar que estaba escuchando todo afuera se enojó profundamente con su estúpido amigo, así que decidió entrar y ver por sí mismo la situación, de ser necesario la sorprendería para quitarle el arma de las manos. 

Pero al verla amenazándose a si misma con la daga comprendido que no estaba intentando dañar a Orum, si no a si misma 

Ella al verlo se asustó más y cayó al suelo, provocando que se cortara un poco el cuello, pero tampoco separo la daga de su cuello 

─Rebeca, estas asustada, pero tranquila─ Intento calmarla agachándose un poco y mostrando sus armas─ Confía en mí, no voy a sacarte los órganos─ Rebeca se sorbio la nariz temblando y llorando, bien, la había visto de esa manera antes cuando estaba en esos días, pero no por su causa─ ¿Quieres que traiga a tu gato? ─Pregunto amablemente, Rebeca asintió lentamente. 

 Entonces ella vio como el hombre de ojo verde frente a ella se hizo más pequeño y cada vez le salía más pelo, sintió como su alma abandonaba su cuerpo, hasta que solo quedo la ropa en el suelo con un bulto que se movió dentro de esta, finalmente salió dejando a la vista al gato que ella había estado cuidando 

‘Bien, ahora se desmayará por la impresión y podre quitarle el arma’ Pensaron Orum y Umar, pero no les Salió como pensaban. 

Fuera de la carpa, Ayar quien se encontraba hablando con sus colegas y haciendo teorías de la nueva novia de su general, escucharon un grito bastante fuerte, lo suficiente como para que sintieran que acababan de perforarle los oídos, al igual que sus demás compañeros y, para rematar, la parvada de aves que salieron volando de los arboles del bosque. Todos voltearon a ver la carpa del general preocupados, no se podía ver mucho hacia dentro, pero podían escuchar como aventaban varios cosas y la voz de Umar 

Finalmente hubo silencio que hizo que todos se vieron entre ellos y Orum salió de ahí con una enorme mano marcada en su mejilla. Poco después hubo silencio y volvió a entrar tras ponerse una toalla mojada en la mejilla y otra en la mano 

Ayar intercambio mirada con sus compañeros y finalmente decidió entrar solo para encontrarse con Umar que estaba ayudando a la muchacha a ponerse algo frio en la mano, ella estaba sollozando y lucía demasiado asustada. Orum estaba a lado de la entrada esperando algo 

─ ¿Ya estas mejor, Rebeca? ─Le pregunto lentamente, preocupado. Ayar se quería acercar, pero Orum se lo impidió, la vio asentir lentamente mientras soltaba la daga entregándosela a Umar. Este a su vez se la dio a Orum lentamente. Umar se levanto y vio a Ayar, entonces se percató que él también tenía la marca de la mano en su mejilla 

‘¿Esa chiquilla los golpeo?’ Se pregunto 

─Se que estas asustada, y lo que hice no fue lo mejor para calmarte─ Se justifico sosteniendo sus manos─ Lo siento 

La pobre muchacha parecía que estaba a punto de entrar en shock, así que Ayar se preocupó, pero Umar estaba llevando la situación demasiado bien. Una vez que se aseguraron de que ella se había calmado miro a Ayar 

─ Ayar ¿Puedes traer algo de ropa para Rebeca? ─Ayar asintió y salió de la carpa dejándolos solos. Orum le dio a Umar la toalla para su mejilla mientras Rebeca se sostenía la cabeza, todavía asustada─ Rebeca─ La llamo en voz baja y tomo su mano, pero ella inmediatamente se soltó. ─Lo siento 

─Quiero irme a casa─ Hablo─ Por favor, solo… quiero regresar a mi casa─ Se notaba que estaba tratando de no llorar, lo que hizo que ambos se sintieran peor─ Yo… no voy a delatar esto, solo quiero irme a casa─ Pidió con la voz a punto de rompérsele. Umar apretó los labios y vio a Rebeca 

─Encontrare a la manera de que regreses─ Le aseguro─ Pero necesito que te calmes ¿Sí? ─Rebeca asintió lentamente, pero sin tener la mínima pizca de confianza en ellos. Quería convencerse de que eso no era mas que una pesadilla causada por el estrés. Que estaba dormida en casa y que su padre llegaría en cualquier momento, pero algo dentro de ella le decía que no era cierto, que no estaba durmiendo. 

Finalmente, Ayar regreso con un cambio de ropa y los miro 

─ ¿Qué esperan? ─Les pregunto frunciendo el ceño 

─ ¿Para qué? ─Pregunto Orum confundido 

─ ¿Para salir? ─Pregunto como si fuera obvio 

─ ¿Por qué? ─Pregunto como si fuera lo obvio y respiro profundamente, para disipar las ganas de aniquilar a Orum que parecía no darse cuenta, Umar en cambio lo tomo del cuello de la camiseta y lo arrastro fuera de la carpa 

─ Ella va a cambiarse de ropa─ Le explico cuando salieron, pronto Ayar salió también y estuvieron esperando cerca de 5 minutos antes que Rebeca se asomara a verlos, entonces volvieron a entrar 

Umar quien estaba acostumbrado a convivir con Rebeca, fue el que intento explicarle todo, pero a media explicación Umar corrió a ambos hombres de la carpa para explicarle por si misma, porque pudo notar que la estaban confundiendo aun mas y solo lograban asustarla con las palabras de muerte que usaban 

─Listo, Rebeca ¿Verdad? Rebeca asintió con los labios temblando, demostrando que estaba a punto de llorar, ambas estaban sentadas sobre un tapete dentro de la carpa, ya que no había sillas pues a Umar no le gustaban─ Soy Ayar