>> Narra Moon
- Entiendo... - No puedo salir de mi asombro. Cómo puede tener esta chica un inicio de historia tan triste.
- Gracias por decir lo que nadie quería decir. Lo que falta en esta historia es que mis padres murieron aquí, justo en el bosque que se estaba quemando hace unos momentos. Aún no sé qué les pasó exactamente, pero murieron aquí. Sus tumbas están en el bosque. - Escuché a Sally mientras hablábamos. No sé en qué momento despertó, pero ahora me decía esta triste noticia.
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>> Narra Sally
No sé en qué momento desperté ni cuándo me quedé dormida. Escuché a unas personas hablando en voz baja y me interesó el tema sobre las historias de unos reyes nobles. Mencionaron el nombre de mi madre y ahí caí en cuenta, hice lo posible por despertar y estar atenta a la conversación a mis espaldas.
- Mis padres murieron en el bosque. Sus tumbas están allí. Aún no sé qué les pasó. Mi abuela dice que fue un accidente, pero nada más. Por favor, salgan del cuarto y continúen su conversación afuera. - Dije esto mientras volvía acomodar mi almohada.
- Está bien, nos vamos, hermanita. Pero ¿cómo se siente tener toda esa fuerza dentro de ti? - Se acercaba a mi rostro para observarme detenidamente tocando mi pelo.
- ¿Hermanita? - ¿Acaso me llamó hermanita? ¿Tengo hermanos? ¿Cómo puede ser posible? Las dudas me inundaban como cascada sin detenerse.
- Lo siento, mi hermano es un descarado con las mujeres. - Trató de disculparse Moon, pero el rostro de su hermano reflejaba pura curiosidad.
- Eres muy curioso, niño. Sigue así, que vas bien. Te espera un futuro exitoso o puras desgracias. Siempre odian al inteligente porque es difícil de derrotar. Váyanse. Ah, y en el momento se siente fantástico, pero después es como si te hubiera pasado un camión por encima. - Me volví hacia el lado de la cama, todavía adolorida por el extremo cansancio que aún siento.
- ¿Qué es un camión? - Escuché en tono de susurro a mis espaldas. - Ah casi se me olvida decirte. ¿Sabes que Eskol tiene un quinto hijo? Pero no puede ser posible porque nadie sabe quien es. Hermano, ¿será cierto eso del quinto hijo?
- Hermano, debes irte ya. Salgamos para que Sally descanse.
Entonces a mis padres los mataron. Pero si eran tan buenos como dicen esas historias, ¿por qué los mataron? Ellos me tuvieron aquí, vivieron con la abuela mucho tiempo. Espera, si mi madre viene de la luna y mi padre del sol, ¿cómo soy nieta de Noema y sobrina de Selenia? Mi madre no es hija de mi abuela, mi madre no es hermana de mi tía, sus padres murieron cuando era niña. Entonces, ¿cómo mi abuela la pudo cuidar tanto tiempo? Mi abuela me ha contado tanto de mis padres y hasta dice que mi madre es su hija, le dice 'mi niña hermosa' cada vez que me cuenta algo sobre ella. Mi abuela no es mi abuela y mi tía no es mi tía. Ellas lo saben y aun así me quieren y me cuidan con tanto amor. No puedo con todo esto. No puedo aguantar mis lágrimas, me pesan y me duelen los ojos al llorar. Sólo recuerdo las veces que mi abuela me cuidó en el baño cuando sufría mis males y a mi tía que me consolaba cuando lloraba por cualquier razón.
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Ya era de día y había quedado dormida en algún momento de la madrugada. Me siento rara al no sentir mis males, pero es genial no tener que sufrir con cada despertar. Me levanto, voy al baño y me aseo. Ya lista, me dispongo a bajar las escaleras y el fuerte olor del café me envuelve con ese exquisito aroma. Parece una mañana normal y todo lo pasado parece una pesadilla, una cruel pesadilla.
- Bendición, abuela, tuve un sueño raro esta noche. - Digo mientras rasco mi cabeza y revuelvo aún más mi cabello suelto.
En la mesa del comedor, mi tía está tomando una taza de café y mi abuela está preparando más café. Mi abuela deja caer su taza al verme parada en la entrada de la cocina y avanza para abrazarme llorando.
- Abuela, deja que recoja tu taza. ¿Qué ocurre? No llores, esos ojitos se te arrugarán aún más. ¿Qué pasa? - Me acerqué a ella con preocupación, notando el rastro de lágrimas en sus mejillas y el quiebre en su voz.
- Ay, mi niña, al fin despiertas. Pensé que te morirías de hambre. - La abuela me miró con una mezcla de alivio y cariño, sus ojos llenos de emociones contenidas.
- Viste, madre, cuando tuviera hambre, despertaría, y así fue. Su estómago todavía tiene más fuerza que su cansancio. - Comenta mi tía con sarcasmo mientras se pone de pie para abrazarme. Aunque sus palabras suenan burlonas, noto la chispa de alegría y afecto en su mirada al abrazarme.
-Pero ¿por qué tanta efusión? ¿Qué sucede? ¿Por qué tantos abrazos? No entiendo. Tengo hambre y quiero comer, permítanme comer. - Mi confusión aumenta mientras veo la manera en que ambas me observan, como si hubiera algo más detrás de sus acciones y palabras.
-Sally… - Reconozco esa voz ronca y mandona. Enseguida siento un abrazo cálido que cubre mi espalda y me volteo para ver.
-Moon. - Digo completamente sorprendida.
-Hola. - Me dice en un tono muy bajo.
-Hola, tú. - No puedo evitar soltar una sonrisa tonta. - ¿Qué haces aquí?
-Esperando a que despiertes para poder irme.