Plan B

Hermano...

Entro en su habitación sin tocar. La puerta estaba semiabierta. Lo encuentro tendido en la cama viendo la Tv.

- ¿Qué quieres?- ni siquiera me mira.

Camino hasta la cama y me tiendo a su lado.

- Quiero pedirte disculpas por haberte avergonzado esta noche frente a tus invitados. Lo siento.

Guarda silencio unos segundos, luego sonríe.

- Está bien.

- Yo... aun no me recupero del todo. Ya sabes... aún me siento culpable...

- Oh, vamos... No empecemos con reproches ¿quieres?

- No quiero reprocharte. Lo he estado pensando y quiero... quiero visitar la cárcel.

- ¡...! ¡¿Estás loca?!- se sienta sobre la cama de un brinco.

- Hermano...

- ¡No!

- Pero es que...

- ¡No! ¡Y no!- vuelve a tenderse y sube el volumen del televisor, el semblante enfurruñado como un niño malcriado.

Está muy molesto. Me incorporo lentamente.

- ¿Has perdido el juicio por completo?- dice después de apagar la televisión-. La cárcel es el lugar más peligroso para alguien como nosotros. Allí se encuentran mis peores adversarios.

-¿No lo entiendes? Muchas personas me han hablado mal de ti, de cosas que les haces a esas personas encarceladas.

- ¿Pero qué dices? ¡Son mis enemigos! ¡No me importa lo que les pase!

- ¡Pero a mí sí! No dejo de pensar en ello y me siento culpable! - empiezo a llorar.

- Ya, cálmate.

- Dices que quieres que coma, pero es que no tengo apetito... ¡la culpa me consume!

- Ya. Ya- vuelve a la cama-. No debes matarte de hambre por esos necios. Te prometo que esas personas sólo están encerradas allí. Nada más.

- ¡Por eso quiero ir!¡Quiero confiar en ti! Si confías en mí, permite que lo vea con mis propios ojos. Así tendré algo de paz.

- No puedo someterte a tal peligro. Lo siento.

- Eres el presidente. Puedes hacer lo que sea. Has que sea seguro.

Y abandono la habitación.

Dejo la puerta entreabierta y espero . 20 segundos,... 30.

- ¿Coronel, hay alguna ala de la cárcel que sea de máxima seguridad y no se vea patética? Es mi hermana... posiblemente vaya con ella a visitarlos.

Bien. Muy bien...

Bajo a la cocina por algo de comer. Necesitaré energías para lo que viene.