Mi hermano el presidente

Intocable

Veloz como un relámpago, el senador me golpea el bajo vientre con su puño, pierdo el aire y el equilibrio; en un segundo me desarma y me apunta con mi propia pistola. Jamás hubiese imaginado tantos bríos en un hombre de su edad.

- ¡Espera! - mi hermano evita que hale el gatillo y luego se vuelve hacia mi-. ¿Ibas a matarme? - su voz se ha vuelto a endurecer-. ¡Responde! ¡¿Ibas a matarme?!

- ¡Eres un imbécil!- le grito-. Han muerto tantos… Tantos… -otra vez me duele dentro-. Todo se habría evitado con tu muerte. Pero aunque pude matarte tantas veces... no lo hice- vuelve a embargarme el llanto-. No lo hice… no pude… no puedo… ¡Eres mi hermano! Pero ya no soporto más todo esto. Tú mueres y yo muero. Así es como termina.

- ¿Pero qué estás diciendo? Tu mueres yo muero…-luce consternado e incrédulo- ¿Pero qué te hicieron? ¿Qué mal te he hecho? Acabaste con la mitad de mi gabinete. Destruiste la prisión. ¡Mis enemigos! Te dije que eran mis enemigos. Pero, que tonto he sido. Persiguiendo al enemigo… y mi enemigo ha estado todo este tiempo ¡en mi propia casa! Y ahora… ¿qué es lo que dices que quieres? ¿Mi muerte y tu muerte? acaso planeas… ¿¡matarnos a ambos!?

- No merecemos vivir… tú lo has dicho: He sido tan culpable como tú.

- Él es el presidente, señorita- me aclara el senador.

- ¡Él mató a Antón!- le escupo en el rostro.

- ¿...?- Incluso a mí, me ha sorprendido la cara de perplejidad que ha adoptado de pronto el senador-. ¿Qué…?-            Se vuelve intrigado y desencajado hacia mi hermano-. ¿Mataste a mi hijo?

- Tranquilízate ¿quieres? Tu hijo era un traidor.

El senador baja el arma, deja de apuntarme para volverse hacia el presidente.

- Tu hermana también, y nunca osé tocarla.

- ¿Entonces sabías...?

- Siempre lo supe. Pero al igual que Inés, ¡no podía dañarle! ¡La familia es intocable!- le apunta ahora a mi hermano -. Mi pobre Antón... ¡Era todo lo que tenía!- expresa  al borde de las lágrimas

- ¿Y vas a matarme por eso? Destruiste a muchos padres, has matado a muchos hijos.

- ¡Miserable! – grita el senador amenazante.

Lloro aterrada. mi hermano está a punto de ser asesinado frente a mis ojos, ¡por mi culpa!

- Baja el arma y hablemos. Si me matas, no saldrás vivo de aquí.

- ¡No me importa!

- Inés, llama a los guardias - me ordena.

Quiere que lo salve, pero no me muevo. El llanto se apodera de mis entrañas. ¿Debería salvarlo?

- ¡Ve!

- ¡No! - le grito- ¡No! ¡No! - trato de convencerme a mí misma.

- Salga, señorita - me pide el senador con voz serena y acongojada-. No tiene por qué ver esto.

- Inés... - suplica mi hermano-. ¡Inés!

Recojo mi bolso...y salgo lentamente.

- ¿Vas a dejar que maten a tu hermano? - fueron sus últimas palabras.

~¤~

Atravieso la puerta y los guardias me observan sorprendidos y contrariados. Entonces, se escucha una detonación. Dos... tres disparos. Caigo de rodillas y, sintiendo que mi corazón se desprende, un grito desconsolado atraviesa mi garganta.

Los gorilas sacan sus armas y corren hacia el interior del despacho. Pasan junto a mí. Me ignoran.

Más disparos, quejidos del senador. Lo han matado.

Un segundo de silencio eterno. Pasos apresurados.

- ¡El presidente!- alguien exclama-. ¡Está muerto! ¡El senador lo ha matado!

Y de pronto, gritos y confusión en los pasillos de todo el palacio.

Las personas parecen correr desesperadas, y sin embargo, inexplicablemente, mis ojos perciben todo en cámara lenta.

- ¡Detengan a la señorita Inés!- alguien grita y me esposan.

Me sacan del palacio entre el tumulto, el alboroto y el sonido de explosiones y disparos.

- ¡¡Están atacando el palacio!!

Con las manos esposadas a mi espalda, me arrastran hasta el parqueo soterrado situado en el ala sur.

Me tiran de bruces sobre el coche como una delincuente.

- ¡Revísenla!

Me arrancan el bolso, me tocan por todas partes. No pienso resistirme. Para mí, todo ha terminado.

- ¡¡Nos están atacando!! ¡¡Repito, nos están atacando!!!

Las radios no paran de emitir.

- ¡¡Alerten a los militares!!

- Las alarmas no funcionan. ¡¡Estamos incomunicados!!

Explosiones y disparos sin cesar.

 -¡¡Están dentro!! ¡¡Violaron la seguridad!!!

- ¿Los revolucionarios?



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En el texto hay: asesinato, dictadura, disputa familiar

Editado: 20.12.2020

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