Mi hombre

Capítulo 1 Chip de código humano

Era una cálida tarde de julio junto al mar. Nick pensó, acariciando el cabello de Kira, que esto es verdadera felicidad.

Nick estaba enamorado de ella. Después de todo, ella es la perfección. Cintura, modales: todo está con ella.

Es una pena que aquí, en esta orilla del mar, naciera una serie de hermosos días románticos.

Mañana le dirá que es hora de que se vaya a casa. Estos pensamientos ya no complacían a Nick, se los quitó de la cabeza.

Presionó a su amada contra él y el rostro pálido de Kira se iluminó con un beso apasionado.

La chica disfrutó de los toques calientes de Nick en su cuerpo excitado. Las horas que pasaba con él parecían segundos.

Agotados por la pasión, se quedaron dormidos, abrazándose.

El sueño de Nick fue interrumpido por un golpe fuerte e insistente. Sintiéndose molesto, el hombre se levantó para abrir la puerta.

Personas vestidas extrañamente. Se pararon en la entrada.

- Rompiste el toque de queda. Presente su chip de código humano. Corrija las violaciones y pague la multa. En la cantidad de 3 metros cúbicos de aire. - La voz sonaba extraña, y la demanda era incomprensible para Nick.

- No entiendo lo que podría ser una violación a las 5 am. - Mirando su reloj, dijo Nick con sarcasmo. 

- Muéstrame tu chip codificado por humanos, o nos veremos obligados a usar nuestro poder contra ti. - La voz sonaba amenazadora.

 - ¿Cuál es el otro código? ¿De qué tontería estás hablando? Estás loco. Vete a la cama - Nick cerró la puerta justo en frente de los intrusos.

Puede que haya sido la decisión más tonta de su vida.

De repente, la puerta se hizo añicos. Aparentemente, el material del que está hecha la puerta no pudo resistir el golpe de un intruso.

- ¿Qué te permites? - Dolor agudo presenciado por el brazo capturado de Nick.

- Roy, escanea su chip de código humano. - Nick sintió su cuello crujir por la fuerte presión en las vértebras cervicales.

Un dispositivo incomprensible que parecía un cañón en miniatura comenzó a chirriar con fuerza.

- El dispositivo muestra la ausencia de un chip con código humano.

- No necesitamos un invitado de otro mundo. Compruébalo de nuevo, tal vez la maldita cosa esté rota. - Apretó su agarre en la mano de Nick.

La máquina volvió a emitir un pitido, indicando que faltaba el chip de código.

- ¿Alguien puede explicarme qué está pasando aquí? - Nick ya estaba bastante despierto y se dio cuenta de que las cosas no iban bien.

- Usted tiene derecho a permanecer en silencio. Todo lo que digas puede ser usado en tu contra. ¡Mírame aquí! - Lo sacaron al pasillo en pantalones cortos.

- Soy un ciudadano respetuoso de la ley. No tiene derecho a detenerme sin una explicación de los motivos, así como una orden de arresto. Tengo documentos, puedo proporcionar. - Gritó Nick resistiéndose.

- ¿Tal vez es de la casta? - Veamos sus datos.

- ¡Muéstrame! - Dijo el extraño invitado con rudeza y tiró a Nick como un trozo de carne.

Nick pensó: "¿Tal vez estoy alucinando e imaginando todo?"

No tardó mucho en encontrar su pasaporte y licencia de conducir entre sus pertenencias.

Cuando entregó documentos. Lo invadió un sentimiento de miedo por Kira, con quien había pasado la noche.

- ¿Qué pasa, Rob?

- Nunca he visto a un caballero de esta manera. - Rob estudió cuidadosamente todos los papeles que le dieron. Su expresión cambió, se volvió hosca y enojada.

- Es código rojo. Intruso de nivel 1¡ ¡Bill Desactivarlo!

- Estoy escuchando. - Bill fue muy rápido. La aguja entró en el cuello de Nick, perdió el conocimiento.

A Nick le pusieron inmediatamente un casco protector con un sistema de suministro de aire.

Nick se sintió mareado y vomitó después de despertarse. Paredes blancas presionadas contra él con el vacío. Era un vacío terrible. Ella lo engaña cuando sus propios pensamientos en su cabeza son más fuertes que las palabras habladas.

Una puerta se abrió en la pared blanca. Nick no podía creer lo que veía.

- No puede ser. ¿Kira - eres tú? Estoy tan feliz de verte. Pensé que me estaba volviendo loco. - Nick corrió hacia su amado con un abrazo, pero la corriente eléctrica lo detuvo.




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