Mi hombre

Capítulo 13 Nuevo laboratorio

Demasiado se ha acumulado en tan solo unos pocos días. Inmerso en sus pensamientos, no esperaba ver a Anastasia.

No estaba sola, ya había varias personas con ella, allanaron casa. No sabía qué hacer, pero sabía que no podía irse ahora. Kira necesitaba tratamiento y atención de urgencia, porque no tenía otra opción.

- Volviste demasiado pronto. No lo esperaba. - Dijo Nick, sin ocultar su sorpresa.

- Veo que te deshiciste de la chica. - Dijo Anastasia disgustada, mirando el sofá en el que Kira había estado acostada anteriormente.

Nick conocía muy bien a Anastasia y entendía que ahora su única salida era neutralizarla. Pero ella no era uno de esos oponentes con los que se podía lidiar físicamente. A pesar de ella fragilidad de su cuerpo, poseía habilidades marciales y fácilmente podía noquear a un oponente 3 veces su tamaño. So trabajo era así.

- Sabes cuando te fuiste. Me di cuenta de lo fuertes que son mis sentimientos por ti. Ardieron como fuego en mi pecho. No puedo hacer esto más, déjame estar contigo. - Nick tomó a Anastasia por la cintura y la abrazó con fuerza. Ciertamente, tenía sentimientos y deseos por ella.

- ¿Y cómo está ella? - Anastasia no esperaba esto de Nick. Ella estaba avergonzada y perdió su vigilancia hacia él.

- Ella se fue inmediatamente después de tu llegada. Ella me confesó todo. Ella dijo que realmente era su culpa. Me sorprendió. - Le acarició la cara con su mano áspera y masculina, pero a ella le gustó mucho. Que olvidó lo que ella enseñó. Los sentimientos crecientes se hicieron cargo. Sus labios tocaron los de ella suavemente, fusionándose en un beso apasionado.

Un dolor agudo y perdió ella conocimiento. Anastasia confiaba demasiado en la gente; esto a menudo le jugaba una broma cruel. Nick no tomó nada de las cosas, solo se dio la vuelta y corrió hacia el auto.

Nick encendió el auto y condujo tan rápido como el auto era capaz de hacerlo. Anastasia recobrará el sentido rápidamente, pero la forma en que Nick la noqueó no la afectaría por mucho tiempo.

Lina era una criatura de terror. Rápidamente, encontró un lugar nuevo y mejorado para realizar ella experimentó. Ella sola mató a una docena de personas. Sabía ella exactamente dónde golpear para matar a un hombre de un solamente golpe.

La crueldad con la que mató ella golpeó a Joseph. Solamente porque le gustaba el proceso.

- Lina, para, no necesitamos tantos cadáveres. No puedo convertirlos en genes. - Joseph, al ver lo que estaba haciendo Lina, decidió detenerla. Solamente porque necesita material para trabajar.

- Basta, Joseph. Hay tanta gente aquí que es suficiente para crear un ejército completo. No te preocupes así. Nada cambiará de la pareja que maté mientras lo disfrute. - Ella sintió una sensación de felicidad tomando la vida de alguien.

Joseph había visto esto en su gente antes, pero solamente cuando los produjo a partir de genes realmente monstruosos pero de alta calidad.

Lina llegó al panel de control central del laboratorio. Solamente había una persona en ella, pero despertó interés.

- Mira que regalo te encontré Joseph. Este hombrecito nos ayudará a conquistar este mundo. - Lina miró al hombre de la caja de cristal.

- No te ayudaré. Mátame. - Dijo el científico con voz temblorosa, cerrando la puerta de vidrio de su laboratorio.

Lina rompió fácilmente el vidrio con una sola patada, a pesar de que estaba blindado.

- De verdad crees que tendrás elección. Conozco tantas torturas sofisticadas. Que no tienes suficiente vida para resistirlos.

- Repito. Mátame, no te ayudaré. - El miedo que expresaban los ojos del científico era visible incluso a través de sus lentes. Comprendió que tal vez no lo mataran, sino que realizaran largos y dolorosos experimentos con él. Pero no quería cambiar de opinión. Lina no se iba a retirar, tomó al científico y lo tiró en una silla. 

- ¿Sabes cuántos huesos puedo romper en tu cuerpo antes de que mueras de dolor? - Preguntó la chica, tomando al científico de la mano, la cual apretó con fuerza.

- Sí, lo sé. Suponme, soportaré este dolor, pero no te ayudaré.

- Que tonto eres, te puedes romper huesos de diferentes formas y el dolor también será diferente. Bueno, si insistes así. Comenzaré con las piernas para que no puedas correr. - Ella quitó el zapatito blanco y le rompió el dedo pequeño.

El dolor era muy fuerte, no como suele ser por una fractura. El científico a menudo se rompía los huesos, pero la primera vez realmente le dolía mucho. Gritó dedo tras dedo, ella le rompió la pierna derecha. Gritó y gritó. Lina se detuvo solo en el quinto dedo, que se rompió. A través del dolor, el científico se dio cuenta de que no tenía sentido resistirlo. Tal vez tuvo la oportunidad de salvar su vida y no ayudar a esos dos. Pero había que considerar esta decisión, sopesando todos los pros y los contras. Decidió que lo correcto en esta situación sería aceptar los términos y luego, en el camino, encontrar una manera de escapar o deshacerse de los dos.

- Sí. Estoy de acuerdo detener. - Dijo el científico, retorciéndose y sufriendo de dolor.

- Está bien. Sabía que estarías de acuerdo, pero fue extremadamente placentero para mí torturarte. - Ella puso de pie y miró a Joseph. Lina sonrió ante el sufrimiento del científico.




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