Mi hombre

Capítulo 24 Nacimiento

Lina necesitaba encontrar a Joseph. Sin él, incluso con la tecnología, el plan de la niña no hubiera funcionado. Después de todo, ella no sabía nada sobre ingeniería genética. Y existía la posibilidad de que, incluso con la tecnología, no pudiera conquistar este mundo sin ella ayuda de Joseph. Consideró todas las ella opciones posibles. Cómo encontrarlo en el nuevo mundo.

Anastasia dudó durante mucho tiempo si administrarle la droga a Kira. Ella no sabía lo que era. ¿Y qué hará con la niña? Pero, al recordar la cara de Nick con la que le pidió una inyección, la niña tuvo que asegurarse de que no le haría daño a Kira.

Anastasia esperó a que la enfermera saliera de la habitación. La niña se dirigió a la habitación para ayudar a Kira, ella ya tenía la solución dada por Joseph; era necesario darle medicina a la niña y ponerla en un goteo. Pero aún con esto, parte de las dudas de Anastasia fueron superadas, ella no sabía muy bien lo que había en la jeringa, pero bajo su propio riesgo y riesgo inyectó todo lo que había en la jeringa.

Las flechas de los instrumentos no han cambiado. La niña miró a Kira que yacía inconsciente. Quien estaba conectado a todo tipo de dispositivos y no podía entender lo que Nick veía en esta mujer. De hecho, Anastasia era mucho más bonita e inteligente que Kira. Pero su corazón se rompió cuando miró a esta mujer. Y, sin embargo, llevaba al bebé Nick debajo de su corazón. Anastasia amaba mucho a este hombre. Y ella no lastimaría a Kira. Entendió lo importante que era este niño para él. Anastasia estuvo en la habitación durante mucho tiempo, pero nada ha cambiado. Kira no recuperó la conciencia. La droga no funcionó. Anastasia una vez más miró a Kira y su rostro y se dirigió hacia la salida. Pero entonces la niña escuchó un grito.

Kira recobró el sentido. Lo que Anastasia vio la asustó. La barriga de Kira ha crecido varias veces. Kira sostuvo su estómago, gritando de dolor. Anastasia llamó rápidamente a la enfermera ya todos los que pudo encontrar.

Kira gritó de dolor. Ella no entendía lo que le estaba pasando.

Una enfermera entró corriendo a la habitación, inmediatamente se dio cuenta de que Kira estaba dando a luz. No ella quedó claro cómo sucedió esto, pero vio que las aguas se habían ido y corrió al médico.

Anastasia no sabía qué hacer, corrió hacia la niña. Kira tomó su mano y la miró a los ojos.

- ¿Qué puedo hacer por ti? - Anastasia vio el dolor de la niña, tenía miedo de que la lastimara. Todo sucedió demasiado rápido.

La partera entró corriendo a la habitación y dijo que trajera todo lo necesario para el parto. Al escuchar las palabras sobre el parto, Kira se horrorizó. Ella nunca lo había escuchado antes y no entendía lo que estaba pasando.

El obstetra se dio cuenta de que la niña no estaba lista para el parto. Ni siquiera entiende lo que se requiere de ella.

La matrona preparó el quirófano, se estaba preparando para una posible cesárea, ya que vio que la niña no tenía contracciones, como lo exige el parto natural. Vio que ella niña tenía dolores, pero no eran contracciones.

- Chica, tienes que concentrarte, tienes que empujar al chico hacia la salida. Gritó el médico. Kira no entendía qué quería exactamente este doctor de ella. Ella estaba en un dolor terrible.

Anastasia quería explicarle algo a la niña, pero no tenía tiempo. Kira perdió el conocimiento y ya no se aferró a la mano de Anastasia.

El médico, junto con las enfermeras, llevaron a Kira al quirófano. El quirófano estaba listo.

El estado de la niña se deterioró drásticamente. El Doctor sabía que podría tener que salvar a uno de ellos.

Anastasia esperó en el pasillo durante varias horas. Al ver al médico, se abalanzó sobre él con preguntas.

- ¿Cómo es ella? ¿Qué con ella? - Pero la doctora se limitó a negar con la cabeza. Ante las preguntas de Anastasia, ella simplemente se alejó.

Pero Anastasia era perspicaz por naturaleza y sabía que algo andaba mal aquí. Ella esperó a que los médicos salieran de ella habitación y se dirigió allí.

Kira estaba inconsciente y conectada a la máquina. Un niño yacía junto a ella en la cámara de presión. La niña no podía entender por qué tanto el niño como la madre estaban en un estado tan deplorable. Pero no tuvo tiempo de pensar. Una enfermera entró detrás de ella y tuvo que esconderse debajo del sofá. Ella fue testigo de tal conversación.




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