Mi hombre

Capítulo 84 Batalla de Mi y Do

Mi no esperó los resultados de su experimento con los prisioneros. Quería tomar a Joseph y Do por sorpresa. Así que tomó el auto de Joseph e investigó el poste indicador y la geolocalización en lugar de que llegara el ejército de Joseph. Estaba completamente sano y poseía una gran fuerza. De hecho, Mi no quería que Nick, Anastasia o incluso Lina pelearan en esta guerra. Le mostraron en una noche lo que puede ser la vida de una persona común. Ese día, sintió todo lo que no había sentido en mil años. Sabía que no podía derrotar ni al ejército de Joseph ni al de Do, pero esperaba poder convencerlos de que no destruyeran un mundo tan hermoso.

Mi llegó rápidamente al lugar indicado en el dispositivo. Frente a él había un enorme edificio de una especie de fábrica. Mi inmediatamente notó que salía humo del edificio. A Mi no le costó nada crear una espada con la ayuda del sonido y cortar las cerraduras de la puerta de entrada. El edificio estaba abandonado y nadie lo vigilaba. Mi deambuló por los pasillos desiertos y el enorme taller. No había ninguna señal del ejército de José en ninguna parte, o cualquier otra cosa anómala. Con la ayuda de los sonidos, Mi envío gotas de agua en diferentes direcciones para que pudieran ver dónde estaban el ejército y el enemigo.

Mi dividió su atención entre miles de gotas de agua, pronto encontró lo que buscaba. Evaluó la situación y se dio cuenta de que la opción de su victoria es bastante posible. Para ganar Primero era necesario matar a Do, y luego Joseph y el resto del ejército se volverían inútiles. Y él puede controlarla.

Do notó una gota de agua flotando en el aire, pero trató de alejar la idea de que era Mi. Después de todo, recordó que lo mató. Do ni siquiera podía imaginar que Mi pudiera estar viva. Pero aun así, Do decidió seguir la gota de agua en el aire, y pronto ella lo llevó hasta Mi.

Joseph no siguió a Do. Estaba demasiado cansado y decidió que tomar un respiro sería lo mejor que podía hacer.

Una gota de agua llevó a Do directamente a Mi.

- Hola Do. - Estas palabras asustaron a Do más que el hecho de que Mi estuviera detrás de él.

- ¿Cómo puedes estar vivo? Do se volvió hacia Mi.

- No puedes matarme. - Mi hizo un sonido delgado y todas las gotas que se elevaban en el aire se convirtieron en finas agujas afiladas dirigidas hacia Do.

- Hablemos Mi. Cálmate, no tenemos que pelear. - Antes no estaba listo para pelear. Después de una transición tan dura con el ejército a través del portal, estaba absolutamente exhausto.

- ¿De qué estás hablando? Querías matarme. Tú mataste a Re. - Mi hizo un sonido débil. Varias agujas de hielo afiladas perforaron el cuerpo de Do.

El rostro de Do se retorció de dolor. No levantó un escudo de tierra. Porque estaba debilitado.

- Eres débil Do. Con mucho gusto te mataré. - Mi preparado para un ataque a gran escala. Tomó una posición de pelea.

- Te equivocas. - Do hizo un sonido corto y fuerte.

Mi sintió lo pesadas que estaban sus piernas. Mirándolos, vio que sus pies se volvían de piedra. La tierra se arrastró a los pies de Mi.

Mi comenzó a gritar más y más y sus afiladas agujas dirigidas hacia Do volaron hacia él a gran velocidad.

Antes de construir un escudo de tierra y esquivando las agujas, se retiró a los lados.

- Carece de sentido. No somos enemigos. - Do estaba en abrasiones menores. Se perdió demasiadas agujas de hielo.

- Nos traicionaste. No te perdonaré por esto. - Mi aumentó el volumen del sonido que hizo. Todo el hielo pudo y el agua en el aire comenzó a acumularse en una enorme bola.

- Deténgase. Pregunto. No quieres esto. - Sabía que Mi colecciona un arma enorme. Sabía que no podría soportar un golpe tan grande.

- ¿Estás pidiendo clemencia? ¿Qué te pasa? - Mi formó una enorme jaula de hielo. Sabiendo que si Do la golpeaba, lo mataría.

- No. Nunca te pediré misericordia. - Do un poco sin aliento. Comenzó a hacer sonidos cortos, su cuerpo comenzó a cubrirse con piedras planas cubriendo su cuerpo con una armadura. Estaba completamente protegido de las agujas y los ataques directos de Mi.

- Veo que has aprendido a ponerte una armadura. Se ve bien, pero voy a ver qué tan duradero es. - Mi con un ligero grito bajó la jaula de hielo sobre Do. Hasta que logró esquivar la jaula. Pero Mi volvió a lanzar la jaula en el aire y la bajó a Do. Hasta que los sueños lograron esquivarlo, saltó a un lado. La jaula que cayó al suelo levantó una columna de polvo. Mi cerró los ojos.

Do aprovechó el momento y creó una daga del suelo, la clavó en Mi, que se escondía del polvo. Mi sangre escupió arriba en el casco de piedras.

- Tienes Do. - Mi sonrió y bajó la jaula de hielo sobre ambos.




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