Mi Imbécil Favorito

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CAPÍTULO 10. PREPARATIVOS IMPORTANTES

 

Después de coger una bandeja con la comida de hoy fuimos hasta nuestra mesa, donde ya estaban todos nuestros amigos sentados. Paris va delante de mí y cuando llega a la mesa se sienta entre Summer y Clara, el único sitio que quedaba libre era enfrente de ella y al lado de Nick... ¿Por qué el destino me odia tanto?

— Hola — saludamos Paris y yo después de sentarnos.

— ¿Qué tal princesa? — me susurra al oído Nick, mientras los demás hablan — Te he echado de menos esta mañana... — la forma en la que esas palabras salen de su boca hacen que me estremezca en mi asiento.

— Pues bien — empiezo mi ensalada con la mirada puesta fijamente en una de las hojas  verdes de lechuga.

— Tranquila, cariño, si quieres luego nos volvemos a ver en el ascensor — pero, ¿qué se ha creído este chico?

— Sigue soñando — le contesté de mala gana y con un tono por encima del que estaba utilizando él. Aunque, igualmente nadie nos oía. — . No soy como el resto de zorras con las que te acuestas.

— Claro que no. Tú y yo no nos acostamos juntos — se ríe bastante fuerte y todas las miradas de la mesa se centran en nosotros.

— Oye, Nora, ¿te vas a presentar a algún equipo mañana? — pregunta Summer para desviar el tema. Miro a los demás integrantes de la mesa y me siento mucho más cómoda.

— Sí, creo que sí. Aún lo estoy pensando — sonreí un poco al final.

— Bueno sabes que en volei siempre eres bienvenida — dijo Paris a lo que las demás asintieron con la cabeza, me llevaba bastante bien con todas las del equipo, la verdad.

— Gracias, pero creo que tengo otro deporte en mente... — les comenté divertida y pensativa.

— Si te vas a presentar al equipo de animadoras avísame, iré a todos los partidos a verte solo a ti— me dijo Nick de forma graciosa y tocando mi nariz con un dedo. A lo que todos reímos, menos yo, al principio lo miré con el ceño fruncido, pero luego terminé riendo con el resto.

— ¿A quién vas a ver en el equipo de animadoras? ¿¡Eh, Nick!? — un chico que se me hacía familiar se acercó por detrás nuestra preguntándole a Nick.

— A Nora — me señaló Paris aún divertida.

     Yo me giré para ver al chico que le había preguntado a Nick, después de ver la mala cara que había puesto Nick al verle. Cuando vi sus facciones nada bueno pasó por mi mente.

— Jake, ven siéntate aquí — chilla una de las chicas del otro lado de la mesa, y como siempre, Jake va hacia ella de la manera más sexy del mundo.

"¡¡¡Qué Zorra!!!".

— ¿Te pasa algo Nora? — parece preocupado —  ¡Ah, ya sé! Es porque llegamos tarde a física. ¡Venga vamos! — No sé cómo, ni porqué, pero me había salvado de un ridículo asegurado. Me coge del brazo y me lleva delicadamente hasta el pasillo. Cuando doblamos el pasillo paramos y me mira a los ojos, esquivo su mirada pero, se ve que a él le gustaba ver mi cara descompuesta, porque vamos. Sujeta mi barbilla con su mano y me obliga a levantar la cabeza para que le mire a los ojos, esos ojos tan azules como el mar que me inundaban de paz y tranquilidad, de lo que más me falta ahora mismo.

— ¿Me cuentas ahora qué te pasa? — dijo calmado y algo ¿preocupado? No sé.

— ¿Por qué me has ayudado? Digo, ¿por qué me has sacado de ahí? — señalo hacia la cafetería, que creo que la señalé mal porque tengo tanto sentido de la orientación... No te sé el sarcasmo, porfa.

— Tú no has respondido a mí pregunta — parece un niño pidiendo un caramelo, estaba tan adorable en ese momento.

— Solo es que... — estaba nerviosa, muy nerviosa cosa que él no pasó inadvertido. No puedo contarle a él también lo del ascensor. Por Dios, me pongo roja de pensarlo.

— Tranquila — me coge de las manos y las aprieta. El simple gesto hace que me reconforte muchísimo. Él me apoya y está aquí si necesito hablar. — . Cuando quieras hablar aquí estaré.

El timbre de las clases tocó y nos hizo volver a la realidad, me giré sin dejar de soltarnos las manos y caminamos hasta la clase de física juntos, cuando vimos a un grupo de chicas caminar nuestras manos dejaron de estar entrelazadas y sólo caminamos en paralelo por el pasillo.

 

Eran las cinco de la tarde del viernes y habíamos decidido ir al centro comercial a comprarnos unos vestidos para la fiesta de esta noche. Nos veremos allí con Summer que se había ido antes porque había quedado con su prima para merendar y hablar, me parece.

Cuando aparcamos el coche entramos por las puertas transparentes al lugar. Dos chicos bastante guapos se nos acercaron.

— Brother, mira que dos linduras hay aquí — exclama uno a lo que el otro solo sonríe.

— Pues estas dos linduras — dice muy seria Paris, a la vez que nos señalaba —  tienen novio y prisa... — cuando terminó de hablar me cogió de la mano y avanzamos unos pasos de ellos. No podíamos parar de reír por las caras con las que se habían quedado esos dos imbéciles.

— ¿Vistes sus caras? — pregunta entre risas mi mejor amiga.



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En el texto hay: adolescentes, amor, apuestas

Editado: 24.07.2021

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