Mi Imbécil Favorito

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DANA

 

Hace una semana que dejé a Nick muy contento en el lavabo de chicas mientras yo me duchaba. Después de que nos dejara con el calentón a ambos, no hemos intercambiado más que un “‘Hola” o un “Adiós” por los pasillos. No es que antes hablásemos mucho, pero durante toda esta semana las palabras han sido escasas y las conversaciones nulas. 

Paris ha empezado a verse con alguien fuera del campus. Quedan casi todas las tardes, al menos durante una hora. ¡Me encanta verla tan ilusionada! No me ha dicho de quién se trata, no sé ni su nombre. Pero el solo hecho de verla con esa sonrisa tan característica de una persona enamorada, me vale. No hace falta que me lo diga, si ella es feliz yo también. Cuando esté lista nos presentará. 

Ya es viernes por la tarde, este domingo se celebra Halloween. Por lo que sé, los hermanos Anderson van a hacer una fiesta en su casa, es decir, Sean y Clara. Aún no sé de qué me disfrazaré. Miraré alguno de los disfraces que haya por casa ya que voy a pasar allí el fin de semana. Ayer me llamó mamá para informarme que me recogerían a las cinco, puesto que han quedado con una familia para cenar y así poder cerrar un negocio. Por supuesto, yo iré a esa aburrida cena con ellos. Pero me tocará aguantarme, al menos estaré con ellos. 

Estoy en la cafetería con Paris, Summer y Clara. Estamos hablando de chicos y de la poca vida amorosa que tienen algunas y la gran cantidad que tienen otras. Clara acaba de empezar a hablar sobre un chico del que está colgada desde hace dos años.

— ¡Es guapísimo! Sus ojos azules parecen un cielo lleno de estrellas —  un gran suspiro sale de su boca. Hay varios chicos con ojos azules, pero creo que sé de qué chico habla. Desde que la conozco siempre lo observa a todas horas. Puede llegar a parecer una acosadora.

— ¡Uy, cuidado! A ver si se te cae la baba — la pone en alerta Paris, a lo que todas reímos.

— Bueno — dice entre dientes Clara — , ¿Queréis que os cuente o no?

— Que sí. ¡Pesada!

— Lo malo es que yo para él ni existo — continúa algo triste la rubia que tengo en frente. 

— ¿Por qué dices eso? Eres guapísima y muy extrovertida, ¿quién no se fijaría en ti? — inquiero para darle ánimos. Es verdad, es de las chicas más bonitas del internado. Todos los chicos le hacen ojitos cuando pasa cerca y encima tiene un culo perfecto ya que juega a voleibol. ¿Qué más puede pedir?

— ¡Él! — me río internamente porque las pocas mesas que están ocupadas se giran a vernos después de su exclamación.

— No, tonta. Seguro que está colado por ti, y tú ni lo sabes.

— Que va. Ojalá.

— No desesperes, todo llega. Y si no llega es que no es el indicado - interviene Summer.

— No creo ni que sepa que existo, él es tan gua…

— Hola chicas, ¿qué tal? — Nick y Will se han acercado a saludarnos. Clara está ¿nerviosa? Sí, le sudan las manos y no para de mirar a todos lados como una completa histérica. ¡Lo sabía!

— Bien, ¿oye, sabeis si entrenamos mañana? — pregunto.

— Sí, o sea, no hay entrenamiento porque la mayoría nos vamos con nuestras familias. — me cuesta procesar su información por lo rápido que la ha soltado, pero cuando logro comprenderlo sonrío y asiento. ¿Será que le pongo nervioso? “Que va, Nora, no seas tan egocéntrica”.

— Mejor. ¿Al final os vais con vuestros padres? - les pregunto a los hermanos Johnson, en general, pero en realidad miro a Paris.

— En efecto. Al final nos dijeron de pasar allí el finde.

— Me alegro — muestro una sonrisa y me giro hacia Summer y Clara — . ¿Y vosotras?

— Yo iré con Jaime a casa de mis padres a cenar, y el sábado vas a casa de esta señorita de fiesta.

— Yo me quedo con mi abuela, es su cumpleaños y haremos una fiesta de pijamas familiar — nos comenta Clara. Me encanta la relación que tiene con su abuela, ¡es monísima!  

— Y el sábado mi hermanita y yo haremos otro tipo de fiesta — Sean acaba de llegar y añade esa información por Clara. Físicamente son iguales. Sean es la versión masculina de Clara, y Clara la versión masculina de Sean; pero la forma de ser de cada uno es un mundo completamente distinto. Les pasa como a Paris, Nick y Will. Aunque de estos tres el más particular es Nick. Lo único que tienen igual son los preciosos ojos azules. Algo característico de los Johnson.

— ¡Chicas, nosotros nos vamos ya! — se despiden los chicos.

— Yo también me voy me quedan solo veinte minutos para hacer la maleta — me levanto de la mesa y después de darles un beso en la mejilla a cada una me voy hasta la habitación para meter las cosas del fin de semana en la maleta de mano. 

Cojo las cosas imprescindibles, como el móvil, el portátil y el neceser de maquillaje y lo meto dentro de mi bolso. Me quedan unos diez minutos y aún no he guardado nada de nada en la maleta. La abro y la dejo encima de la cama para ir metiendo cosas en ella. Cojo un vestido algo arreglado para ponermelo en la cena de negocios de mis padres, lo doblo de cualquier forma y lo coloco en la maleta, luego lo plancharé. Agarro del armario un conjunto de falda y chaqueta y otro vestido pero este es de diario. No me detengo en plegar ninguna de las prendas y simplemente las echo dentro de la maleta sin ningún tipo de miramiento. 



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En el texto hay: adolescentes, amor, apuestas

Editado: 24.07.2021

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