La esposa y la búsqueda. Problemas en el Pantano. Capturan a Gaia y Luna. Todos se reencuentran. Vamos a la tierra sauria. Preparativos para un casamiento.
Un pantano es la forma ideal en la cual, lo que fuera bueno desaparece y la brutalidad de la corrupción emerge. Los seres de cualquier parte del universo, suelen ser así también. -
En el mundo de los pantanos, todo se vuelve una lluvia de encuentros. Los monstruos salen al acecho, es por ello que suele ser una región hostil como lo es Arkadia, de la cual Júpiter sorteó con la ayuda de Libia y Seren.
Gaia avista aquel visor, y se abre desde la boca de la ciénaga, una compuerta con una plataforma en plano inclinado descendiendo a un subsuelo con luces rojas. Gaia da los primeros pasos a ella, y comienza a bajar. La luz la sigue y realiza un escaneo de seguridad. Sus datos son memorizados por la máquina. Un pequeño robot, recibe al dron insecto. Otro recibe a Gaia. Al arribar a un telúrico sitio, la figura de una silueta femenina la recibe, lanzándose con un abrazo desmedido de cariño. Típico de la amistad. -
- Ha pasado tiempo… - Confiesa Luna.
- La que desapareció fuiste tú.
- Lo importante es que pudiste escapar.
- ¿De verdad estamos seguras aquí?
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- No deberían poder ubicarnos, sin embargo – Levantando un
dedo con su sapiencia de filosofa – Podemos escapar por una salida de emergencia
- Tu si que piensas en todo Je!..¡Je
- No voy a dejar que mi amiga, se case con ese malnacido..¿Y
tus padres? Mejor dicho el ¿Rey y la reina?
- No puedo comunicarme con ellos…están diferentes.. todo lo
maneja ese maldito monje Sir Ever y el mayor KPP.
- Jerkes y Misten no eran así – Pensó Luna.
- Cuando llegamos aquí a las Pleyades, creí que en Asterope
habían mejorado y resuelto los problemas, pero todo sigue de
la misma manera y aún peor.
- ¿El consejo, no ha dicho nada al respecto?
- Están a favor de la unión con los saurios. El príncipe
megazaurio es una amenaza, y su padre, el antiguo saurio Giganto. Tienen una gran influencia en lo referente a los asuntos políticos, y son un poderío militar y económico. -
- Tengo entendido que detrás de ellos hay otras razas que vienen
de Orion.
- No lo sé Luna, pero ahora solo me resta escapar. Si fuera por el
bien del pueblo, lo aceptaría, aunque no quisiera, pero sé que será una forma de subyugación hacia todos los pleyadianos y no tendremos el apoyo de nadie.
- Ven a tomar una taza de té de la tierra.
- La tierra – Suspira Gaia –
….//*****/** (impase de tiempo)
- Oye Gaia, preparé te con galletas horneadas –
- ¡Danna!..eres increíble..¿Cuándo las hiciste? Si apenas tienes
tiempo.
- Siempre hay tiempo para todo lo que nos importa.
Importa…….Importa (Eco de voz) –
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El eco de esas palabras seguía a Gaia como fantasmas que pululan en su cabeza girando sin cesar.
//*****//**(impase de tiempo)
- Supongo que tienes razón Júpiter… - Se dijo ella. –
- ¿Gaia?..¿Te perdiste?
- ¿Gem?..¡Auch!..Sí, disculpa. Deambulaba, soñando despierta. –
- ¿MMM?... gesticula un rostro preocupado Luna – ¿No puedes
quitarte a Júpiter de la cabeza no? También pienso en Gregory.
- ¿Me pregunto que estarán haciendo? – Se dicen ambas
nostálgicas. – brindemos entonces por esos recuerdos –
- Sea donde fuere, esperemos que estén bien –
Ambas ingresaron al laboratorio. Luna fue a preparar algo de beber, y Gaia aguardaba sentada en una butaca junto a una barra de metal que exponía vasijas con tubos que iban transportando líquidos conjuntamente con una red eléctrica todas desembocaban en una pulsera de metal. A su lado un tubo grande en forma cilíndrica en la cual podría caber una persona, hecha de una aleación diferente a la conocida en la llamada tabla periódica.
- Veo que has estado trabajando – Expresa Gaia desconociendo
aquel aparato.
- Ese es mi prototipo para la creación de la llamada
invisibilidad…¿No es fantástico?
- ¿Ehh?.....¡Estem!..Seguramente que sí.. – Manifestó Gaia, sin
saber si ¿Estaba bien o mal?
- Si, podemos lograr ello, podríamos ingresar al reino a
disposición y robar aquellos documentos.
- ¿Crees que podría funcionar?
- Esta recargando todos los iones correspondientes. No lo he
probado, todavía. – Y se fija en ella con cierta idea diabólica.
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- Pues no me mires a mí para ser tu conejillo de india
- Claro que no lo haría..¡Je! ¡Je! - Expresó con altanería
- ¿Y ese otro aparato? – Señalo el gran cilindro.
- ¿Ese?..Es otro proyecto, que aún resta realizar modificaciones.
- ¿De qué se trata?..
- ¡Ejem!..Luego te lo diré.. Es con relación al ADN de las especies
en forma de homúnculo.
- ¿Homúnculo?..
- Claro es una especie, que se ha creado o se dice se creó en la
tierra. En base a características de los humanos.
- ¿Un humanoide?
- Algo así. Fue en una biblioteca que encontré la información.
Estos terrícolas tienen ideas muy interesantes..¿No crees? Fue un alquimista llamado Paracelso, intentando encontrar la llamada piedra filosofal. La receta eran carbón, mercurio, piel; partes del humano que se pondrá en el experimento. Algunos hablan de la raíz de mandrágora.
- ¡¡Wow!! Parece interesante, pero me asusta al mismo tiempo
¿La mandrágora, no son esas raíces parecidas a los llamados
duendes?
- Algo así.. ¿Entiendes? ¿Por qué digo que la tierra es un lugar
muy desopilante? Cuando todo esto termine deberíamos
regresar.
- Lo dudo como están las cosas por aquí.
- Deja de llorar, lo lograremos, o dejo de llamarme Luna Justina