Capítulo 8 Ella era un hada

 En el campo de entrenamiento ya habían terminado y Marcos estaba a punto de volver a su estudio, ya que todo el tiempo que estuvo ocupado estuvo pensando en Priscila y lo único que lo animaba a terminar rápido sus labores, era para poder verla.

No obstante, de la nada escucharon que la manada Green los estaba atacando y ya estaban a punto de llegar a la ciudad.

Marcos se preguntaba cómo lograron pasar sus barreras tan rápido, ya que su seguridad en las fronteras era muy fuerte, Dejó esos pensamientos para después y de inmediato comenzó a dar órdenes a todos para que tomaran su lugar de pelea.

Luego de dar esta orden, pidió que tocaran la alarma de emergencia para que los niños y los adultos se resguardaran en el sótano de sus hogares y así poderlos mantener a salvo, si la manada de los Green lograba penetrar su último esquema de seguridad.

 Sin embargo, lo que escuchó no les gustó mucho, pues le decían que la alarma estaba siendo preparada para su respectivo mantenimiento, ya que no estaba funcionando muy bien.

Y él mismo había dado esta orden al operador y se volvió a hacer la misma pregunta de antes: cómo era esto posible, si él nunca daría una orden como esta y menos con un mensaje de su teléfono, si todas las órdenes las daba por su enlace mental.

Por el momento no dijo nada, sino que envió para que tocaran la campana y a esta también le estaban haciendo limpieza. Esto ya era un ataque desde adentro y la persona que se atrevió a dar estas órdenes se la tenía que ver después con él, pero más adelante que las cosas se normalizaran.

Luego juntó a sus lobos e hizo un plan para que los enemigos no pudieran entrar al pueblo, ya que parecía que nada estaba funcionando, ni siquiera los guardias que deberían de estar cuidando las fronteras estaban en sus lugares de trabajo, pues también habían recibido un mensaje para que abandonaran sus puestos y ellos más estúpido que se creyeron esto.

Después de que terminara con los Green, reprendía a sus lobos por dejarse engañar, ya qué ahora solo necesitaban acabar con todos los intrusos y buscar a los culpables de este ataque, ya que sabía que tenía que ser alguien de los suyo y eso era lo que más le dolía que su propia gente se aliara con el enemigo.

Esta era la primera vez que lo cogían con la guardia abajo, y peor cuando no contaba con su equipo élite, pues lo había enviado en apoyo a otras manadas aliadas que se encontraban en guerra, mentalmente se comunicó con cada uno de sus lobos que eran apto para pelear e hizo una barrera en el punto donde los enemigos se estaban infiltrando a su zona.

Cada equipo fue a tomar su frente y hasta no terminar con cada uno de los invasores, no podían regresar.

Cuando terminaron la batalla, todos estaban llenos de sangre, en especial Marcos, que solo se le podían ver sus ojos oscuros como la noche, su manada había salido victoriosa de aquel enfrentamiento; sin embargo, todos estaban un poco tristes, porque habían tenido una baja y cinco hombres lobos heridos de gravedad, por el resto todo bien.

Su lobo estaba botando espuma por   su hocico de la rabia que tenía en aquel instante, luego volvió a convertirse en humano y empezó a dar orden para que llevaran a los heridos de más gravedad de inmediato a la clínica, y así le brindaran tratamiento lo antes posible.

Seguido de haber dado esta orden, se medió limpió la sangre de encima, ni siquiera se bañó para quitársela por completo de su cuerpo, cuando le pido a su beta y a dos hombres lobos más, que lo acompañaran a capturar al culpable.

  Pues ya tenía una única sospechosa y esa no era otra que la mujer humana que había llevado él mismo, solo quería que confesara quién de su manada estaba involucrado en llevar a cabo este plan.

Ya que todos les mostraron sus teléfonos con el supuesto mensaje que él les había enviado y en efecto, todas las órdenes, habían salido de su número de teléfono.

Él nunca daría una orden como que dejarán sus puestos de vigilancia o darles las órdenes a los operarios de las cámaras que las apagaran, peor aún mandar a limpiar la campana cuando ya había mandado a hacerle supuestamente mantenimiento a la alarma de seguridad.

Todo esto ocurrió justo después de haberle prestado su teléfono a aquella mujer. Además, estaba que era la única persona que no le podía leer sus pensamientos y no sabía quién era ella en realidad. ¿Qué pasaría si lo que sabía de ella fuese mentira?

En ese instante, se preguntaba si todo lo de la supuesta violación no fue más que un teatro montado por ella y así poder entrar más fácil a su territorio.

Pensando en esto, se enojó mucho más de lo que ya estaba, pues si todo esto era como se lo estaba imaginando, la muerte de aquel lobo era su culpa.

Ahora tenía que ir personalmente y darle la noticia de su muerte a su familia, además estaba recién ingresado en la guardia de las fronteras. Era un crío que tenía muchos sueños que cumplir. Qué les diría a sus familiares, que por un error suyo habían matado a su hijo.

Estaba tan furioso consigo mismo que dio un manotazo a un árbol y casi lo tumba con la fuerza que le dio.

 Brando, al ver de aquel modo, lo trató de tranquilizar un poco, pues primero tenían que investigar, ya que todo esto podía ser una trampa y si su Alpha seguía así de enojado, estaba más que seguro que apenas la tuviera de frente, la estrangularía sin preguntarle nada antes.