Mi Maravilloso Hombre Lobo

Capítulo 62. Diosa al peligro

Óscar respondió, casi de inmediato, están enredadas en una malla que dejó caer un gigante, pero ya me dijeron que están a punto de soltarse. Diles que cuando lo hagan vayan a ayudar a la entrada del norte, que es el que más ayuda requiere.

Luego se entrelazó con Nilo, el lobo que estaba liderando las tropas del norte, pero al hacerlo solo encontró un vacío enorme y por más que lo intentaba una y varias veces, no pudo conectarse con él.

Hasta que entrelazo su enlace con su segundo al mando, con este si se pudo conectar, sin embargo, lo que le dijo lo puso muy triste.

Después de escuchar el informe del norte, dijo: compañeros, perdimos a Nilo y su segundo está muy malherido y ellos quedaron en una desventaja muy grande, ya que tienen a muchos lobos heridos y muertos.

Ahora el que tiene el liderazgo es Mirna; Juan, al escuchar estas palabras, de inmediato dijo; pero Ciro, ella es la bisnieta del traidor, ¿qué pasará si le da paso al enemigo?

Ciro de inmediato dijo: " Ella no es capaz de hacer algo así", ¿acaso no recuerdan que gracias a ella fue que atrapamos a Gregorio antes de su huida? Todos los demás lobos asintieron y aceptaron que Mirna tomara el control en el norte.

Ciro volvió a decir: "Juan y Óscar tomen a veinte lobos del sur y diríjanse al norte hasta que llegue el viejo Casildo y el vampiro pueda ir a ayudarlo, mientras tanto nosotros tratemos a llegar a sus ojos que creo que es su punto débil y apuñalémoslos en esa área con fuerza a ver si por lo menos matamos a uno.

En la zona del norte, que era el lugar donde más baja de lobos había, y Mirna peleaba con todo su ser y ya no podía más, ya que muchos de sus compañeros estaban muertos y cada instante estaban perdiendo más territorio. Y si seguían de aquel modo, se tomarían el pueblo en poco tiempo y eso no lo podían permitir, pero los lobos ya estaban a punto de rendirse.

Así que ella le dijo; compañeros, no dejemos que nuestros ánimos interfieran con nuestros deberes, todos aquí estamos entrenados para pelear hasta la muerte por nuestra manada, por nuestros lobos y si es de morir por ellos que así sea.

Parecían que las palabras de Mirna habían surtido el efecto deseado, ya que de inmediato los pocos lobos que quedaban en el norte comenzaron a alzar sus pezuñas, mientras decían: por nuestra manada hasta la muerte y empezaban a pelear con aquel ejército, que cada vez los hacía retroceder más a la entrada del pueblo.

Por el lado del sur, cuando llegaron el viejo Casildo y sus aprendices y comenzaron a cambiar el viento a su conveniencia, el vampiro aprovechó esto e hizo unas grandes llamas igual de altas que los gigantes, los cuales comenzaron a retroceder un poco.

En ese instante pensaron que por este lado habían conseguido un poco más de tiempo, hasta que Marcos llegara.

Solo que después de un par de minutos se dieron cuenta de que aquellos gigantes que estaban combatiendo la parte sur de la manada se estaban retirando, por un momento pensaron que era por las llamas; sin embargo, después entendieron que no se retiraban por aquella llamarada, más bien era porque ya tenían camino libre en el norte para ingresar al pueblo y Endry estaba que no podía más, pues todo su poder lo había agotado haciendo ese fuego de que le había servido esto.

Ciro, al ver que el vampiro no se podía ni sostener solo, lo agarró con sus pezuñas y lo cogió en sus brazos, mientras trotaba con él, para alcanzar llegar primero que los gigantes al norte, mientras corría les decía a los otros lobos que se quedaran protegiendo aquella frontera, no fuera a ser que los gigantes terminaran regresando. Además, que cualquier eventualidad se lo comunicara por su enlace, pues hasta que llegara Marcos, él seguía siendo el encargado de las tropas de su manada y mantener el pueblo a salvo que era la orden de su Alpha.

Cuando llegaron al norte, ya los gigantes estaban entrando a la ciudad e iban destrozando todo lo que encontraban a su paso, Ciro miró al vampiro, el cual se veía muy pálido y sabía que, si no le daban sangre a aquel vampiro, no podía seguir peleando con ellos y ahora si estaban perdidos.

Luego le mostró su brazo esperando que él, le clavara sus dientes y pudiera alimentarse.

Sin embargo, el vampiro le dijo que necesitaba mucha más sangre de lo que él le pudiera dar, así que era mejor que siguiera peleando hasta que él se recuperase descansando un rato y así poderlos ayudar nuevamente.

Endry nunca pensó vivir para ver nuevamente al ejército de los gigantes, el ser que lo había despertado tenía que tener mucha agalla, ya que se necesitaba mucha sangre para aplacar la ira de ese ejército y así como iba seguro que lo conseguiría, pero a costa de cuantas muertes y desastres, su dueño podrá aplacar esa ira.

Y él, pensando que su rey era un demonio, pero resultaba que existía, un ser peor que el rey vampiro, ya que este no se hubiera atrevido a tanto, pues sabía muy bien el resultado que llevaría a despertar este ejército y si no hubiera alguien que lo combatiera, este sería el fin del mundo.

Él que estaba buscando recuperarse un poco, cuando de la nada miraba como Marcos, corría con furia innegable y entraba al campo de batalla, y al llegar aquel Alpha, esos lobos subieron sus ánimos de inmediato y comenzaron a pronunciar su nombre con mucho entusiasmo.

Endry en ese momento se dijo: Definitivamente, había seres que eran líderes innatos, ya que Marcos ni siquiera había dicho ni una sola palabra para animar a esos lobos que ya pensaban en rendirse, y él solo nació para joder a los demás, bueno iba a cambiar ese término por joder a sus hermanos y a su padre, esto estaba mejor, ya que esto era su única meta en este mundo, y así hacer pagar a todos los involucrados en la muerte de su madre.




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