Mi mocosa favorita

Capítulo 1: Isabella

    Muchos pensareis que me he mudado lo mas lejos posible del lugar que fue mi hogar y de mis amigos y conocidos por egoísmo, pero yo lo considero simple supervivencia. si os lo estáis preguntando el porque, es simple, he vivido los últimos 2 años, después de aquel trágico suceso, sumida en la oscuridad. 

  Tener  que cuidar de una madre que después de aquel día no había vuelto a ser igual  y de una hermana que apenas estaba en casa y que además pagaba sus frustradas relaciones conmigo era de lo más desagradable, ver como se había convertido una persona que había significado tanto para ti, considerándola mas que una hermana,  simplemente porque no era capaz de cuidarse por si sola y elegía pésimamente sus parejas, por decirlo de alguna forma, porque cada uno de los tipos con los que se relacionaba no eran mas que gentuza que se aprovechaban de ella a su antojo y que luego la tiraban cual simple colilla. 

        Desde aquel 5 de junio ninguna de las tres ha vuelto a ser  el misma, nuestros vecinos y amigos cambiaron de vernos como  una familia luchadora, a repudiarnos por algo que ninguna de las tres pudimos evitar, o tal vez si pero no supimos cómo.   

    Hoy será mi primer día en el campus el lunes empezarán las clases y quería llegar antes para poder organizarme y adaptarme a la vida aquí. Sinceramente tengo ganas de vivir en el campus y poder pasar por el lado de tanta gente sin ser vista ni observada, aquí nadie va a saber cual es mi pasado y porque he huido de él, nadie conocerá mis miedos y pesadillas.

    Son ya pasadas las seis de la tarde y he llegado por fin al aparcamiento de los autobuses, bajo con mi equipaje y  me sorprende  la grandeza de los edificios antiguos que observo con detenimiento, apenas he viajado por el extranjero y mi pueblo era de lo mas pequeño con apenas diez mil habitantes lo mas impresionante que había era la iglesia, así que os podréis imaginar que ahora mismo esté flipando con todo lo que estoy viendo, es incluso mas impresionante de lo que había visto en fotos.     

    Al momento de dar los primeros pasos me doy cuenta de que aquí las chicas van vestidas demasiado llamativas y exuberantes, en cambio yo estoy echa un asco 8 horas de viaje han podido conmigo, las ojeras empiezan a pronunciarse bajo mis ojos, y el pelo recogido con un moño desaliñado tampoco ayuda, y si encima voy vestida de lo mas simple con  unos jeans, un suéter sencillo color beige  y unas converse. No esperaba que hubiese tanta gente ya por aquí aún quedan tres días para el inicio del semestre, pero veo que la gente ha pensado como yo, venir antes  y así poder instalarse y conocer todas las instalaciones. 

    Voy ensimismada observando cada detalle, la diversidad de gente que hay alrededor  y pensando en que tipo de chica me habrá tocado como compañera de habitación si será hemo o una pija refinada, si  tal vez huela mal ó será ordenada, esto ultimo me vendría bien porque yo no soy precisamente   así, mas bien soy despistada que no es igual que desordenada, o eso quiero pensar. 

    Cuando me decido a cruzar hacia el que pienso que será mi edificio escucho el ruido de una moto de gran cilindrada y al momento de girarme me doy cuenta que viene directa en mi dirección y lo peor es que el dueño de la misma ni se da cuenta de mi presencia porque esta seguramente babeándole a la chica que tiene detrás, intento apartarme sin mucho éxito.    

    —!Para imbécil…¡—Le chillo agitando los brazos.

    Al segundo se da cuenta y para justo al lado mía, apoyando el pie en el suelo y ayuda a la chica a bajar de ese trasto que casi me mata.

    —¿ Se puede saber que narices haces? casi me atropellas imbécil.

    — Relaja esos ánimos, no ha sido para tanto—se le curvan las comisuras y sonríe con

    —¿Que no ha sido para tanto? ¡casi me atropellas! si ni siquiera estabas mirando por donde ibas— me separo y agito los brazos cabreada, el corazón se me va a salir por la boca.

    —Venga no exageres — deja de dirigirse a mi para hablar con su acompañante— sana y salva muñequita, ¿nos vemos esta noche?

    — Claro que si, mi musculitos, me vestiré con poca ropa para que no te cueste quitármela .—le dice la chica con minifalda quitándose el casco y  pegándose a el para terminar  besándole a través del casco.

    —Lo estoy deseando. nos vemos muñequita.—le dice aun subido a la BMW S 1000 R, y ella termina alejándose en dirección al mismo edificio al que me dirigía yo.

    —No me lo puedo creer como puedes ser tan imbécil, casi me atropellas y tu zorreando  con una chica que dudo que sepa sumar dos mas dos. 

    —No te cabrees muñequita, asume que te ha gustado ni te has movido del sitio.

    —Pero que dices imbécil , normal que no me haya movido casi me matas del susto!!!!



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Editado: 13.09.2018

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