Mi Novio, Su Hermano y Yo

Capitulo 9: ¿Qué dices?

Alya y Evan estaban pasando un momento muy emotivo juntos.

—Date la vuelta, por favor. — Le dijo Evan a Alya; este, de forma delicada, le corrió el cabello sobre su hombro para así poder colocarle el collar. 

Alya no cabía de la felicidad; sin haberlo planeado, el regalo que se habían hecho se complementaba a la perfección. 

Alya no se quedó atrás y también ayudó a Evan para que se colocara su obsequio. 

Allí estaban los dos, admirando su bello regalo. 

Lo que pensaba Alya, que había sido un gran desastre por el olvido de Ethan, se había convertido en otro maravilloso momento que llevaría grabado en su corazón. 

De pronto Alya buscó la mirada de Ethan y sintió esa conexión que le hacía sentir que estaba flotando por el aire; se acercó despacio a Evan para besarlo.

Pero Evan, aunque se moría de ganas por corresponderle, tuvo que resistirse. 

—¡Te quedó precioso el dije! — le decía mientras se agachaba haciéndose el que no había notado lo que estaba haciendo Alya. 

—Sí, verdad que es precioso. 

Alya solo podía verlo con ternura, y con tan solo tenerlo a su lado, era una dicha para ella. Aunque se preguntaba: «¿Por qué será tan diferente en el colegio?». 

Llegó la hora de que Alya regresara a su casa. Pero la noche apenas empezaba para Evan, pues le tocaba dar unas buenas explicaciones a Ethan por lo que había sucedido. 

Pues aunque lo «había salvado» de otra metida de pata, tenía que explicar el por qué estaba tan preparado para resolver la situación en ese momento. 

Evan se dirigió a su cuarto, y esta vez a quien estaban esperando para que diera una explicación era a él. 

—Y entonces mi querido hermano, que tienes para decirme. ¿Acaso pensabas que no me iba a dar cuenta? … Pero quiero oírlo de tus labios, no trates de engañar a tu gemelo. 

Ethan no es que fuera muy listo, solo se había quedado espiando al par de tortolos y notó cómo le brillaban los ojos a su hermano Evan cuando estaba con Alya. 

Hasta él sentía la química que había entre ellos. Evan siguió y se tiró sobre la cama; Suspiró y se dispuso a contarle a su hermano lo que le pasaba. 

Lo que no podía explicar era el cómo se había enamorado de su supuesta enemiga, pues ni siquiera él mismo lo sabía.

—Pero aclárame una cosa hermano, ¿Cómo sabías que hoy cumplíamos meses?, y ¿Cómo preparaste un detalle tan rápido?, ¡Hasta a mí me sorprendiste! 

A lo que Evan le respondió:

—Créeme que yo no tenía planeado dárselo, lo había preparado para que tú se lo entregaras. Pues yo sabía lo ilusionada que estaba con ese día, la escuché hablar con su amiga sobre el tema.

Tú has estado tan distraído en este último mes, supongo que desde que te reencontraste con esa chica, entonces supuse que no lo recordarías.

—Sí, eso es cierto… solo he tenido cabeza para Violet, ¡Es que no puedo creer que la haya vuelto a ver! Ella robó mi corazón en el campamento, y fue muy duro para mí separarme de ella.

Ethan ya sabía lo que era estar enamorado, y sabía lo que se sentía el no poder estar cerca de la persona que se ama.

Debido a esto, le dijo a Evan que hablarán con Alya y le contarán todo lo que había sucedido. Que él estaba seguro de que ella los iba a entender.

—¡No! Ni de broma digas eso. Ya sabes cómo me he ganado a pulso el odio de ella. Y más con lo que pasó hace rato; con eso cavé más mi tumba. 

—Ella no te odia, de eso estoy seguro… Tú eras el que siempre le hacías los desplantes. Pero cómo te va a odiar si hoy por poco y te planta tremendo beso ¡Ja, ja, ja! 

—No bromees Ethan. No me puedo arriesgar a perderla. 

A Ethan se le ocurrió probar a Alya. Entonces a la mañana siguiente, cuando se encontraron en el colegio, le dijo Ethan:

—¡Oye! ¿Qué tal si hoy estudiamos con Evan? Él es muy aplicado, tiene muy buenas notas y me puede ayudar a reforzar… ¿Qué te parece? 

—¡Qué es lo que dices! Ni de broma me voy a reunir con ese patán… Acaso no has visto cómo me ha tratado todos estos años. Al principio traté de comprender qué era lo que yo estaba haciendo, que le molestaba tanto. 

Pero aun cuando yo trataba de hacer las paces, él solo me ignoraba. No te olvides de la vez que le regalé ese chocolate. ¿Recuerdas cómo me recompensó? Le dijo Alya. 

Entonces Ethan le dijo:

—Sí, lo recuerdo. Pero ya olvida eso. Deja ya eso en el pasado.

—¡Cómo voy a olvidarlo! Aún recuerdo la sensación de esa cucaracha en mi boca. ¡Fue asqueroso!… han sido ya demasiadas cosas. 

Las llevó grabadas en mi memoria. — Le decía Alya mientras lo miraba, entrecerrando sus ojos y haciendo un puño con su mano derecha.

—Recuerdas la vez que salimos en el carro con tus papás y según él muy amable me abrió la puerta para que me bajara. ¿Lo recuerdas? 

—Sí, lo recuerdo. Al bajarte te hizo caer en un charco de lodo. — Le dijo Ethan.



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En el texto hay: gemelos, romance, cambio de identidad

Editado: 09.06.2023

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