Capítulo 79: Ese aroma

Evan se acercó a Alya y le preguntó sin más rodeos

—¿Ahora sí me vas a contar lo que pasó el día de ayer?. — Exclamó Evan, mientras miraba fijamente a Alya a los ojos.

—Está bien, te contaré qué fue lo que pasó, no podré evadir esto por siempre.

Lo que pasó fue que ayer no era yo misma, pues nunca había estado en una situación similar. — Expresó Alya.

—¿A qué te refieres con una situación similar?. — Exclamó Evan.

—Pues nunca había tenido que ver a mi novio, saliendo con otra chica. — Exclamó Alya.

—La verdad es que no entiendo de qué me estás hablando, yo te estoy preguntando por lo que pasó ayer, no que me cuentes tus líos amorosos. — Exclamó Evan.

—¡Oye! No entiendo por qué te portas de esa manera, ¿Acaso se te olvida que estábamos a punto de cansarnos? ¿Cómo crees que te voy a poder olvidar de un momento a otro? — Exclamó Alya, muy enojada.

—Cálmate, no tienes por qué ponerte de esa manera, ¿Qué es lo que me estás queriendo decir? ¿Qué quieres que entienda? Si me estás diciendo que viste a tu novio salir con otra chica. — Expresó Evan.

—A ti, te vi a ti, con Dulce María y pensé que estaban saliendo juntos, así que me llené de celos y por eso los estuve siguiendo. — Exclamó Alya.

—¿Tú pensaste que Dulce María y yo, estábamos de novios? Pues ya viste que eso no era cierto. Y aunque lo fuera eso no te da el derecho para seguirnos.

Tú y yo, ya no somos novios, recuerda eso. — Exclamó Evan, bastante molesto.

—Eso ya lo sé, y de verdad lo siento, no sé en qué estaba pensando al hacer eso. — Exclamó Alya, mientras se cubría el rostro con sus manos.

—Y dime algo más ¿Fuiste tú la que le pinchó el auto a Dulce María, verdad?. — Expresó Evan.

—Si, lo admito, yo fui; pero de verdad estoy muy arrepentida por lo que hice, me da mucha vergüenza recordarlo;

Por favor no le digas nada a Dulce María, no quiero que piense que soy una loca paranoica. — Exclamó Alya.

—No puedo creer que hayas sido capaz de llegar a esos extremos, no sé con qué clase de chica es que dicen que estuve saliendo. — Exclamó Evan.

—Pero tampoco me trates así, recuerda que tú también reaccionaste mal alguna vez, por pensar cosas que no eran.

Para mi defensa yo no golpee a Dulce María, cosa que tú si le hiciste a Alex. 

Creo que eso sí lo recuerdas de manera perfecta ¿No es verdad?. 

Sin memoria cada vez te pareces más al antiguo Evan, ese que yo tanto odiaba. — Exclamó Alya, quien se retiró del lado de Evan, pues la había hecho enojar mucho con sus comentarios.

Evan se sintió mal, por como había hecho sentir a Alya, pero no quería irla a buscar, pues aún seguía pensando que eran mejor así las cosas.

Él no la odiaba, pues aunque no la recordaba sentía un gran cariño por ella, pero seguía pensando en que ella estaba enamorada de su hermano Ethan.

Y que solo había querido darle una oportunidad a él, cuando se enteró de que habían tenido el accidente, no quería que ella estuviera con él, por lástima.

La fiesta continuó, Jordan y Dulce María estaban muy contentos, Jordan le había entregado el anillo a Dulce María como muestra de su amor.

Dulce María no cabía de la felicidad, así que fue y le enseñó su regalo a Evan, y este la felicito, pues se alegraba mucho de verla así de contenta.

Dulce María notó que Alya estaba un poco cabizbaja, así que se acercó a Jordan, para ver si él sabía qué le podría estar pasando.

—Te voy a contar lo que pasó ayer, pero por favor no te enojes conmigo; yo ayer me encontré con Alya en el almacén, tuvimos un pequeño inconveniente.

Pues ella pensó que yo la estaba siguiendo, por qué ella me vio en el recorrido que ella hizo hasta llegar al almacén.

Yo en realidad no me percate de eso, sino que ya estando allí en el almacén, ella me encaró y me dijo que por qué yo la seguía. 

Allí mismo aclaramos las cosas, pero en ese momento, fue que Evan y tú nos descubrieron, lo que yo estaba haciendo en realidad, era seguirte a ti. — Expresó Jordan.

—¿Siguiéndome a mí? ¿Pero por qué?. — Exclamó Dulce María.

—Si, pues te vi con Evan en el restaurante, y pensé que estabas saliendo con él, entonces me dispuse a seguirte para ver lo que pasaba en realidad. 

De verdad lo siento, pero también de no haber sido así, tal vez no me había decidido a hablarte de mis verdaderos sentimientos. 

Pero a qué voy con todo esto, pues que Alya estaba allí, por qué ella estaba siguiendo también a Evan, pues pensó que ustedes dos eran pareja.

Ella es la exnovia de Evan, aunque si los miras bien, se nota que aún hay amor entre ellos. — Exclamó Jordan.

—¡Oh, vaya! Qué situación tan complicada, o sea que lo de que Alya iba a ser tu pareja en la fiesta, fue todo un invento. — Exclamó Dulce María.

—Si, pero eso lo hice para salvar a Alya y a mí de un vergonzoso incidente, aunque no pensé que con eso te dañaría a ti. — Expresó Jordan.

—No te preocupes por eso, pues como dices, eso sirvió para ayudarnos a reconocer lo que sentimos en realidad el uno por el otro. — Exclamó Dulce María.

Así que los dos decidieron hacer algo para que Alya y Evan, disfrutarán de la velada juntos.

Entonces los llamaron, para que fueran los primeros en inaugurar la pista de baile, Jordan los llamó por el altavoz, para que les diera pena negarse.

Y el plan les dio resultado, pues los dos no tuvieron más opción que pasar a la pista de baile; allí Dulce María, les escogió una canción romántica, llamada «Resto de mi vida» La cual decía:

«Mientras estoy aquí delante de mi mujer

No puedo contener las lágrimas en mis ojos

Oh, ¿cómo pude tener tanta suerte?

Debo haber hecho algo bien

Y prometo amarla por el resto de mi vida

Parece que fue ayer cuando dijo hola por primera vez

Es curioso cómo pasa el tiempo cuando estás enamorado

Nos tomó toda una vida encontrarnos

Valió la pena la espera porque finalmente encontré la indicada»