Capítulo 87: La visita al campo

Los chicos estaban muy felices de ver a su amigo Oliver.

— Oigan chicos de verdad me alegra mucho verlos juntos, gracias Alex por mostrarme que tomé la mejor decisión, pues ustedes hacen una muy bonita pareja. — Expresó Oliver.

—Gracias Oliver, si no fuera por tu ayuda no sé sí habría tomado la decisión de confesarle mis sentimientos a Darla. 

Me alegra haberte podido ver para agradecerte por todo lo que has hecho por mí, aun sin ser amigos. _ Expresó Alex.

— Bueno desde ahora eso puede cambiar, este es solo un paso para qué lleguemos a ser grandes amigos. — Expresó Oliver.

— Eso me encantaría, sería un gran honor tener un amigo como tú. — Expresó Alex.

— Muchas gracias por todo Oliver, siempre tendrás un lugar muy especial en mi corazón.

Pues estuviste allí cuándo necesitaba quién me levantase el ánimo, gracias por apoyarme y por ser parte de mi historia con Alex. — Expresó Darla.

— Todo lo hice con mucho gusto, pues tu felicidad es también la mía. — Expresó Oliver.

— ¿Es en serio que te tienes que ir? ¿No puedes seguir aquí en esta ciudad?. — Exclamó Alex.

— Mi historia aquí terminó por ahora, pero pueden estar seguros de qué volveré a visitarlos.

Además, tengo qué cerciorarme de qué Alex se está portando bien, ¿verdad Darla? — expresó Oliver, mientras soltaba una gran carcajada.

Cuándo salieron del hospital, Alya y los gemelos se dispusieron a tomar un taxi, pero Alya no quiso ir con ellos.

Pues se sentía muy incómoda al lado de Evan, ella sentía que debía alejarse de él, para que pudiera estar tranquilo.

Ethan no estuvo de acuerdo con que ella se fuese sola a su casa, pues igual se dirigían para el mismo sitio.

Pero Alya insistió mucho, le expresó a Ethan que veía la necesidad de estar tranquila que por favor la entendiera.

Evan no opino ninguna cosa, pues aunque no le molestaba tenerla al lado, se sentía incómodo por no poder actuar como ella esperaba.

Esto le parecía una tontería a Ethan, pues él sabía que ellos dos se amaban.

Así que cuando llegaron a casa, Ethan habló con Violet, para que le ayudara a pensar en algún plan para unir a estos dos.

Entonces se sentaron en el jardín para poder pensar tranquilos, de pronto a Violet se le ocurrió, qué podrían llevarlos a la finca de sus abuelos.

Por supuesto engañados, ellos no sabrían que el otro iría, pues Violet se encargaría de invitar a Alya, mientras qué Ethan llevaría a su hermano Evan.

Violet llamó a sus abuelos para pedirles el permiso para poder ir de paseo a la finca, los abuelos estuvieron de acuerdo, pues hace mucho tiempo que no veían a su amada nieta Violet.

Violet se dispuso a visitar a Alya, cuando la vio se dio cuenta de qué estaba con un semblante muy decaído, así que le dijo:

— ¡Hola amiga! Vengo a levantarte el ánimo. — ¿sí? Y ¿cómo lo harás?. — Exclamó Alya.

— Alya, vengo a invitarte a la finca de mis abuelos, así podrás olvidarte de todas las cosas qué te están molestando, ¿Qué te parece?. — Expresó Violet.

—No lo sé amiga, pues no tengo ánimo de salir a ninguna parte, esta situación con Evan me tiene bastante confundida. — Expresó Alya.

— Por eso te digo, vamos, tal vez allá encuentres una respuesta a esos interrogantes qué tienes ¿Qué te parece? ¿Aceptas mi invitación?. Exclamó Violet, moviendo su cabeza arriba abajo.

Alya aceptó, esto puso muy feliz a Violet, pues la primera parte de su plan estaba lista. —¿Cuándo nos iríamos?. — Exclamó Alya. — Este fin de semana, pues son los días qué las dos tenemos libres de trabajo. — Expresó Violet.

— ¡Claro! Entonces así quedamos Violet, muchas gracias por pensar en mí. — Exclamó Alya.

Violet volvió a casa de los gemelos, allí Ethan estaba hablando con su hermano Evan.

— Qué tal Violet, mi hermano dijo, que si nos acompañaría a visitar a tus abuelos, pues como le conté, ellos están muy tristes porque desde hace mucho dejaste de visitarlos. — Expresó Ethan, mientras le guiñaba el ojo a Violet.

Así que los chicos ya tenían planes para el fin de semana, dos días después ya estaban preparando las maletas.

Pues aunque solo se quedarían por dos días, no querían que les faltará ninguna cosa.

Violet les dijo que se adelantaran ellos, pues ella debía arreglar algunos asuntos en la empresa, qué habían quedado pendientes.

Pero esto solo lo dijo para no levantar sospechas, pues ella debía esperar a Alya para salir.

¡Oye! ¿Pero cómo nos vamos a ir sin ti a donde tus abuelos? Eso sería algo muy raro. — Expresó Evan.

— No te preocupes, ellos ya saben que ustedes llegan primero, yo los puse al tanto de todo, así que váyanse tranquilos.

Yo los alcanzo tan pronto como pueda. Expresó Violet.

Los chicos se fueron adelante, cómo les había recomendado Violet, cuándo Violet se percató de qué los gemelos ya se habían ido, tomó su maleta y se fue hasta dónde Alya.

Cuándo llegó le ayudó a empacar a Alya algunas cosas qué le hacían falta, pues Violet había quedado en salir con ella una hora más tarde, para dar tiempo a los chicos de llegar a la finca y se acomodaran.

Y así fue, los gemelos llegaron y fueron recibidos por los abuelos de Violet con una gran sonrisa y un fuerte abrazo.

Los abuelos eran muy formales, ya les tenían preparado algo para comer, pues ellos sabían que el viaje era agotador.

— Muchas gracias abuelos, ustedes siempre son tan amables. — Exclamó Ethan.

—Si, muchas gracias, estaba con mucha hambre, pues nos olvidamos de traer algo para comer por el camino.

Como ya saben Violet viene en camino, y ella es la que no recuerda este tipo de cosas, pues nosotros no nos acordamos de la comida hasta que escuchamos a nuestros estómagos rugir. — Expresó Evan, con una sonrisa.

Después de comer los abuelos llevaron a los gemelos a la cabaña dónde se quedarían por esos días.

Evan y Ethan acomodaron sus maletas y salieron a dar un recorrido por el lugar.