Mi Odioso Vecino [ Vecinos #1]

Capítulo 4.

— Bastian —susurro. 

Está cerca de mis labios y... levanta su cabeza y me da una sonrisa a boca cerrada. 

— Toma —veo su mano. 

El muy idiota se acercó tanto solo para darme el maldito auricular. 

— Bastian ayúdame con este ejer... —ambos miramos a Ethan— siento interrumpir su momento. 

La puerta se cierra. Miro a Bastian con coraje y lo empujó, él cae al lado mío y me incorporo, pero me agarra del brazo y caigo encima de él y su cosa roza con mi cosita. 

Nadie me mando a ponerme un short de tela, ya que se siente todo clarito. 

— ¡¡Bastian!! —me pongo de pie más rápido que un rayo, le arrancho mi auricular y salgo corriendo. 

¡¡No!! Que vergüenza, sentí eso y estaba duro. 

Ingreso a mi casa y corro a mi habitación, cierro la puerta y me lanzó a mi cama. 

Nunca me había pasado, jamás he estado tan cerca de Bastian de esa manera. Meneo mi cabeza, no puedo cansarme pensando en lo ocurrido, talvez él lo hizo para molestarme. 

Mi celular suena y lo reviso, muerdo mis labios al ver la solicitud de amistad de Stefan, le acepto la solicitud de amistad y me llega un: hola. De él... creo que la soltería no me durará mucho, además, él me atrae y si me pide que sea su novia lo acepto sin pensarlo dos veces. 

Horas después. 

Me despido de Stefan, recién lo conocí hoy, pero me atrae, además está bien lindo y quiero que él sea mi novio antes que los porristas hagan de las suyas. Salgo de mi habitación y bajo a la sala, ya que mamá debe estar por llegar. 

Algo que me tiene preocupada, es que Stefan tiene planeado meterse en el equipo de baloncesto, y creo que a Bastian no le agrada y eso dos juntos van a ser un problema. 

— ¡¡Audrey!! 

— Mama —me pongo de pie y le doy un beso en la mejilla. 

— ¿Tú hermana? 

— En su habitación. 

— ¿Qué te pasa? ¿Pidieron algo en la preparatoria? 

— No. No han pedido nada. 

— Que bueno. Por cierto, tu papá me envió el dinero para la mensualidad de la preparatoria, pero como ya la pague por adelantado ese dinero será para ti y Amira, para que se vayan de compras —abrazo a mi mamá. 

— Gracias mamá. 

— Anda ve a tu hermana que traje pollo frito. 

— Voy enseguida. 

Papa y mamá terminaron su relación de una buena manera, ellos se divorciaron hace dos años, papá regreso a Alemania y como Noah se había graduado de la preparatoria se fue con él a continuar sus estudios en su país de nacimiento, y como es hijo de papá mamá no se opuso. Aunque, ella no quería que se fuera, pero Noah prometió volver y si no pasa nada volverá después de tres años, aunque suele venir de vacaciones. 

— Amira. 

— Dime. 

— Baja a cenar —la puerta se abre y mi hermana me mira desde su altura 

— Estás muy chiquita Audrey —la miro mal. 

— Que te digo, palanca de río hondo. 

Solo es 10 centímetros más grande que yo y me está molestando. 

— Déjate de bravear enana. 

Quisiera crecer 2 centímetros más para llegar al 1.60 m, no pido más. 

Mi hermana sale de su habitación y la sigo, tengo la esperanza hasta 18 años para crecer 2 centímetros más. Mama prepara la mesa y nos sentamos a cenar. 

BASTIAN. 

— ¿Qué fue eso? Tú y Audrey —Ethan cierra la puerta. 

— No es nada, solo fue un accidente. 

— Sí. Ayúdame con este deber, me he sacado la madre toda la tarde pensando en esto —me entrega el cuaderno y veo los ejercicios. 

— Esto es fácil Ethan, no entiendo por qué eres tan malo en los números si Nain y yo somos muy buenos —comienzo a resolver los ejercicios. 

— Soy el último, por lo tanto, tengo fallas —río. 

— Nain no te ha llamado. 

— No, debe de estar ocupada, sabes que no es fácil estudiar y cuidar un niño. 

— Y con lo engreído que esta. 

— Es normal, los niños siempre se engríen de sus mamas y Ian no es la excepción. 

— Ian tiene más de un año y Nain no ha dicho quien es el padre. 

— ¿Para qué quiere saber eso? Nain está buen con Ian. 

— Para romperle la cara por no hacerse responsable y no apoyar a mi hermana. 

Nain salió embarazada después graduarse de la preparatoria, en ese tiempo tenía 17 años y parió a los 18 años, ahora tiene 19 años... bueno, en algunos meses cumplirá 20 años, y Ian va a cumplir dos años aunque está muy lejos para que pase eso. Pero el tipo que la embarazo ni las narices y ella no ayuda con el nombre, papá se lo ha preguntado muchas veces y ella se niega a hablar. 

— Bastian, Nain tenía 17 años, cuántos años crees que tenga ese tipo, debió ser un compañero de ella. 

— ¡¡Por Dios Ethan!! Yo nunca le vi novio, siempre andaba con mujeres, con el único hombre que se llevaba era con Noah; y ambos se veían como amigos. Además, Noah tenía a su novia. 

— ¿Tú consideras que Noah sepa quien es el padre de Ian? 

— Supongo que ni sabe de la existencia de Ian, recuerda que él se fue al día siguiente de la graduación. Ethan, estoy seguro de que el padre de Ian no era la preparatoria. 

— Deja de pensar en eso. 

— Es que me da coraje. 

— ¿Tú que harías si tu novia quedara embarazada? 

— Me haría responsable, talvez no me casaría con ella, pero estaría pendiente de que a mi hijo no le faltara nada. 

— No todos pensamos así, deja de pasar coraje y termina de hacer los ejercicios. 

— Deberías prestas más atención en clases, cuando te toque dar exámenes yo no estaré a tu lado para ayudarte —termino de hacer los ejercicios. 

— Pondré más atención, pero es que te juro que yo me duermo en esas clases. 

— Y para componer no te duermes. 

— Es que la música me gusta, esos números no —ruedo los ojos. 

— Vele agarrando amor, porque yo este año me graduó y me voy, ¿quién te va a ayudar? —él me da una sonrisa. 

— Te envío foto de los ejercicios y lo resuelves —niego con la cabeza. 

— No debí acostumbrarte a hacerte los deberes. 

— Después de todo soy el bebé de la casa. 

— Burro viejo. 

— Oye, no trates así a tu hermanito. Cambiando de tema, ¿estás enamorado de Audrey?, ¿desde cuándo te gusta? 

— Ethan, aquí esta tus deberes, ve a dormir. 

— Vamos Bastian, soy tu hermano. 

— Ve a dormir, hazme caso. 

— ¡¡Tsk!! —agarra su cuaderno y se va de mi habitación. 

Suelto un suspiro, cierro mis ojos y ese recuerdo viene a mí. 

¿Te gusta Bastian? 

Yo lo odio. 

AUDREY. 

Me acuesto en mi camita, mañana es otro día. 

Al día siguiente. 

Llego a la preparatoria y Stefan está en la puerta y me da una sonrisa. 

— Ese parece diablo sonriendo —comenta Amira y Stacy se ríe a carcajada. 

— Su sonrisa hermosa, ustedes no saben apreciar la belleza. 

— Nadie supera a Bastian —opina Stacy haciéndome revirar el páncreas. 

— Concuerdo con Stacy —miro a Amira. 

— Dejen de hablar del ese odioso. 

Stefan se me acerca y me da un beso en la mejilla, mi corazón no late como lo hace con Bastian. 

— Buenos días Audrey. 

— Bue... —siento el brusco roce en mi hombro, veo al causante y ese animal va furioso. 

— ¡¿Eres ciego?! 

Stacy corre y alcanza a Bastian, Amira se va dejándome sola. 

— Bastian es muy molestoso. 

— Demasiado. 

— Vamos al salón. 

— Sí. 

Ingresamos al salón. La cara de Bastian no es nada lindo y su mirada es dura. Stefan y yo tomamos asiento. 

Tiffany ingresa al salón y lo primero que hace es darle un beso a Bastian, ella parece mosca en un pedazo de carne. 

— ¡¡Chicos!! —llega Braulio— Saben que el sábado es mi cumpleaños, legalmente mayor de edad y la fiesta no puede faltar —mis compañeros grita. 

— Se llegó la legalidad. 

— Voy a hacer todo lo que ya hice, pero de una manera legal —ríen. 

La legalidad es algo que nos emocionas a todos, porque ante la sociedad ya no consideran adulto y capaces de hacer muchas cosas y los padres, ellos no consideran niños hasta que no dejemos la casa. 

— ¡¡Ahí estaremos Braulio!! —exclama al mismo tiempo. 

Lo dije antes, Braulio y Bastian son lo que organizan las fiestas y como es el cumpleaños de Braulio esa fiesta va a estar superbuena. 

— Buenos días —todos nos acomodamos. 

— ¡¡Buenos días!! —Saludamos y las horribles clases comienzan. 

Dirijo mi mirada a la espalda de Bastian, desde la llegada de Stefan se ha portado raro y más con sus acciones como: cuando se comió las migajas de papa de la comisura de mis labios o sus acercamientos extraños. 

Sé que lo hace por molestarme, pero mi corazón se lo suele tomar muy en serio y eso es malo. 

[***] 

Fiesta de Braulio. 

Bastian me ha ignorado todos estos días y jamás pensé que diría esto: 

— Me hace falta que me molestes —dejo la almohada a un lado de mi cama. 

Es raro que lo extrañé, cuando me fui de vacaciones a Alemania no lo extrañé... Aunque, él me escribía y me mandaba audios todos los días para fastidiarme, pero estoy días ni eso, hasta su ventana la tiene cerrada. 

— ¡¡Ethan!! —corro a la ventana y me asomo. 

Como siempre se viste muy bien. Él me mira y desvía su mirada... Ni yo me enojo tanto cuando él me molesta, es que me da coraje con él. 

Ethan sale de su casa y ambos ingresan al auto y se van. Paciencia, eso es lo que necesito para no matar a Bastian, cierro la ventana, y salgo de mi habitación y voy a la de Amira, toco la puerta. 

— ¡¿Qué pasó?! —grita y no me abre la puerta. 

— ¿Vas a la fiesta de Braulio? 

— Si, ya me estoy arreglando. 

— No te vas a ir sin mí. 

— Ok. 

Corro a mi habitación e ingreso, tengo que ponerme algo bonito, ya que va a ir Stefan, él y yo nos hemos acercado mucho estos días y me gusta hablar con él, talvez, podemos tener algo bonito. 

[***] 

Me he puesto un crop top blanco y un short negro, ya que la casa de Braulio tiene piscina y nadie se va a escapar de acabar ahí, y un vestido no es conveniente. 

— Audrey. 

— Ya voy. 

Agarro mi celular y guardo el dinero en el protector. Salgo de mi habitación y junto a mi hermana salimos de casa. Llamo a un taxista conocido amigo de Noah y él nos lleva a la casa de Braulio. 

Le pago a Piere, e ingresamos a la casa que esta llena de persona y la música a todo volumen. Los papás de Braulio son empresarios y es hijo único por lo que le consiente todo. 

Mis ojos visualizan buscan al tonto de Bastian, él está con la Tiffany besándose... mejor dicho: ella lo está besando. 

Voy hacia donde está el cumpleañero.— Feliz Braulio —le doy un beso en la mejilla. 

— Gracias. 

— Feliz cumpleaños —Amira le da un beso en la mejilla y le entrega el regalo. 

— No era necesario, chicas. 

— Espero te guste —dice Amira. 

— Todo lo que venga de mis amigos me gusta. Chicas, están en su casa, diviértanse mucho. 

— Claro que lo haremos. 

Braulio se va a recibir a los demás invitados, Amira se va con sus compañeros, ya que Braulio ha invitado algunos conocidos y los compañeros de mi hermana son bastante allegados a nuestro salón. Camino hacia Stacy. 

— ¿A qué hora llegaste? 

— Me vine con Bastian —siento un apretón en mi estómago. 

— Stacy, ¿tiene alguna relación sentimental con Bastian? —ella me mira y se ríe. 

— Claro que no. 

— ¿Entonces porque tan juntos? —ella dirige su mirada a Bastian. 

— Bastian es mi amigo, acepto que es guapo y que cualquiera desearía ser su novia, pero no siento esa atracción sentimental o sexual hacia Bastian —siento una pequeña chispa de alivio. 

— ¿A ti te gusta? —me mira a los ojos. 

— No. Stacy, te lo he dicho muchas veces, a mí no me gusta Bastian, él solo es mi odioso vecino. 

— Escucha a tu corazón, porque si tú no lo haces ¿quién lo hará? 

— ¿Eh? 

— Voy a hablar con Ethan. 

— Stacy… —me deja con las palabras en la boca. 

Dirijo mi mirada a Bastian y él ya no está, seguro fue a tener sexo con Tiffany, ya que la he escuchado hablar de lo bien que la pasa cuando tiene sexo con él. 

— Audrey —me sobresalto. 

— Bastian —él me da una sonrisa. 

Su cambio de humor son extraño, pero lo bueno es que ya no está enojado. 

— ¿Por qué tan sola? —yo pensé que estaría con la odiosa de Tiffany. 

— Porque me gusta la soledad. 

— Que pena, yo te iba a hacer compañía —se da la vuelta e inconscientemente lo agarro del brazo. 

— Espera... ¿Puedes traerme agua? 

— No soy tu empleado. 

— Por favor —le doy una mirada de perro arrepentido. 

— Está bien, no te muevas. 

Lentamente, lo suelto y él se va. No comprendo el impulso de retenerlo a mi lado, creo que necesito un psiquiatra para ver si todo está bien en mí y no me estoy volviendo loca. 

— Audrey —me doy la vuelta. 

— Stefan. 

— Únicamente vine por verte a ti... —que directo— Vamos a bailar Audrey. 

Él agarra mi mano y me lleva donde esta los demás invitados bailando, no bailo pegada a él porque no lo veo necesario, pero si bailo a distancia decente. 

NARRADOR. 

Bastian busca a Audrey y al verla con Stefan se da la vuelta e ingresa a la casa de su mejor amigo. 

Stacy menea la cabeza al ver a su dos amigos en diferentes situaciones. Braulio se acerca a ella. 

— Está furioso. 

— Tengo miedo de que uno de estos días no se contengo y se vaya a los golpes con Stefan. 

— Solo podemos ver y ayudar en lo que podamos. 

— Es tan difícil ser amigos de dos personas que no saben expresarse —manifiesta Stacy. 

— ¿Y tú si? —le da una mirada pervertida y se acerca a su rostro. 

— Cuando quiero algo lo digo Braulio, yo no ando con rodeos. 

— Entonces porque no le dices nada a Audrey, porque lo quieres ver juntos. 

— Bastian me lo prohibió. 

Ambos se miran con lujuria. Stacy alza su mano hasta la nuca de Braulio. 

— ¿Crees que no me he dado cuenta de las miradas que me has dado desde que llegué? 

— Observadora salió la niña. 

— ¿Niña? —ríe a carcajada— Vamos a tu habitación y te demostraré que tan niña soy. 

— Eres una cajita llena de sorpresas. 

— Quieres descubrir todo lo que tengo. 

— Absolutamente todo. 

Braulio agarra la mano de Stacy y a pasos rápidos van a la casa, suben la escalera corriendo e ingresa a la habitación. Ella cierra la puerta con seguro y lo besa, él retrocede hasta caer a la cama. Ella se sienta sobre él y se quita la blusa. 

— El mejor regalo que he recibido hoy —mira con deseo los senos de Stacy. 

— Esto es apenas el comienzo Braulio —lo besa. 

[***] 

— Voy a cuidarte por las noches
Voy a amarte sin reproches
Te voy a extrañar en la soledad
Y aunque existan mil razones para terminar
No hay nadie más 

Sus ojos admira su belleza, mientras se deleita escuchando su dulce voz. 

AUDREY. 

— Ya vengo Audrey —él se da la vuelta y se va. 

Me he pasado toda la tarde con Stefan y... Me he olvidado de Bastian, comienzo a buscarlo, él debe de estar enojado y estoy segura de que no me hablara por un buen tiempo. 

Veo a Stacy sentada en el borde la piscina y sus pies juegan con el agua, por ese movimiento de pie esta feliz. 

— Stacy —me siento a su lado y juego con el agua. 

— Dime —ella no deja de ver su celular. 

— ¿Has visto a Bastian? —ella menea su cabeza y sonríe. 

Le quito el celular y veo que la está haciendo tan feliz, abro mis ojos al ver los mensajes tan pervertidos de Braulio. Stacy me quita el teléfono y aclara su garganta. 

— ¿Te acostaste con Braulio? 

— Pues, paso y ya. 

¡¡Dios mío!! 

Stacy no es virgen, ella se entregó a su antiguo novio cuando tenía 15 años, pero nunca pensé, ni siquiera soñando me la imagine junto a Braulio. 

— Stacy, ¿cómo vas a ver a Braulio a la cara? 

— Viéndolo —dice como si fuera algo normal. 

Yo me acuesto con alguien y me daría vergüenza verlo a los ojos. 

— Stacy, ¿cómo quedaron después de lo que pasó? 

— Muy satisfecho. 

— No hablo de eso, su relación. 

— No somos novios, se podría decir que somos amigos con derecho, si después se da algo bien y si no también, pero mientras sigamos teniendo nuestros encuentros todo está bien. 

Pego la mano en mi frente, pensé que le había quedado de lección lo que pasó con su primer novio. 

— Solo no te vayas de cabeza, no quiero verte llorando por un idiota. 

Stacy tuvo un novio que era dos años mayor que e y ese desgraciado nada más quería desvirgarla, una vez lo consiguió dos meses después la dejo y ella sufrió por ese maldito. 

— Ya aprendí Audrey, y si me acosté con Braulio es porque me atrae y sé que puedo confiar en él. 

— Se cuidaron. 

— Me tomé las pastillas. 

— ¡¡Aaaah!! —llevo la mano a mi corazón. 

Miro mis piernas y ahí está Bastian, sus brazos están cruzados y descansan en mi muslo, su barbilla esta sobre sus brazos y él me da una gran sonrisa. 

— ¡¡Me vas a matar!! 

— Eso es lo que menos quiero. 

— ¿Qué haces aquí? 

— Vine a molestarte un ratito —me mira divertido. 

— ¿Cuándo dejarás de molestarme? 

— No sé, no lo he pensado. 

— Cuando me vaya a Alemania me libraré de ti. 

— Te sigo a Alemania —su boca suena muy segura. 

Los papás de Bastian tienen dinero, su mamá es igual que mi mamá: abogada y su papá es arquitecto. Bastian si es capaz de seguirme a Alemania solo para hacerme la vida imposible. 

— Entonces me haré monja y así me libraré de ti. 

— Si tú te haces monja yo me hago cura, ya sabes lo que dicen de las monjas y los curas —me guiña un ojo. 

— Mente dañada. 

He escuchado que los curitas y las monjas haces cosas prohibidas. 

— ¿En qué andas pensando Audrey? Lo que yo quise decir es que lo curas y las monjas se llevan bien, aquí la única mente dañada eres tú. 

Siento mi cara arder, escucho la suave risa de Stacy y Bastian no deja de sonreír. 

— Tú insinúa cosas, y después te haces el santo. 

— Audrey, donde tú vayas yo iré y donde yo vaya tú iras. 

— ¿Eh? 

Siento sus manos en mi cadera y de un solo me jala y caigo al agua. Lo abrazo fuertemente porque yo no sé nadar y, la piscina es honda y mi estatura no ayuda mucho. 

— No me sueltes —pido casi en súplica. 

— Mírame Audrey. 

Rodeo mis piernas en su cadera y lo miro. Sus ojos verdes me analizan. 

— Si te digo que seas mi novia, ¿cuál sería tu respuesta? 

Mi corazón está como una cabeza loca saltando de un lado hacia otro. Bastian no deja de mirarme y sus ojos tienen un brillo especial. Siento como una de sus manos posa es mi espalda. 

— Responde Audrey. 

Esto es una más de su broma, lo está haciendo para molestarme, si digo algo positivo se va a burlar de mí. 

— Obvio que la respuesta es no, yo jamás sería tu novia. 

El brillo en sus ojos desaparece y, él desvía la mirada y comienza a nadar hacia la orilla de la piscina, me separó de él y me prendo de borde. Él se va dejándome confundida por su extraña actitud. 

Siento un nudo en mi garganta, tengo esa fea sensación de querer llorar. 

— Audrey. 

Alzó mi mirada y Stefan me da la mano ayudándome a salir de la piscina. 

— Graci... —me besa, ¡¡me está besando!! 

No sé que me pasa, pero mi mente se llena de mis recuerdos con Bastian. Cierro mis ojos y son otros labios lo que me están besando. 

— ¿Quieres ser mi novia? 

Si te digo que seas mi novia, ¿cuál sería tu respuesta? 

— Sí. Sí, quiero ser tu novia. 

— Gracias Audrey. 

Abro mis ojos, miro a mi alrededor y todos lo que están cerca de nosotros nos miran y mi mirada se encuentra con la de él. 

Mi corazón se estruja ante la cruel mirada de Bastian y se estruja más cuando se acerca a Tiffany y la besa. 

¿Por qué anhelo volver a ese momento donde me hizo la pregunta?


Bastian soldado caído. 

Audrey necesita hablar seriamente con su corazón. 

¿Qué opinan del los datos extras revelados? 

~cerezos ★




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