[***]
Después de lo que pasó con Bastian me puse meditar y la mejor opción que encontré es ignorarlo. Ingreso al salón de clase y no miro a Bastian, solo saludo a mi novio.
—Ahora si te puedo besar —dice y procede a besarme.
La cosa es que mis labios no quiere ser besado por él, sino por Bastian.
—Bastian, ¿qué te pasó? ¿Acaso anoche te quisieron llevar los murciélagos? —pregunta Braulio.
—Una vampiresa lo chupeteo —dice Stacy entre risas.
Corto el beso con Stefan y miro a Bastian. Él no se ha cubierto los chupetones (yo me puse base), y están a la vista de todos. Siento mi cara arder al recordar que yo se lo hice.
—¡Holi, holi! —dice Tiffany ingresando al salón.
—Eres una loca Tiffany, casi le arrancas el cuello a Bastian —dice Cecilio.
Miro hacia otro lado porque se va a armar la grande.
— Ahm, me dejé llevar y no medí las consecuencias —la miro rápidamente.
Ella se acerca a Bastian y le da un beso en sus labios. Ella se sienta en su pupitre con una gran sonrisa. Tengo dos opciones en mi cabeza, la primera: está fingiendo que fue ella. Dos: ella y Bastian se vieron después. Esa última opción no me gusta ni un poco.
—Buenos días —dice la profe de química ingresando con una cara de pocos amigos.
—A esa vieja no le dieron anoche —me susurra Stacy.
Río para mis adentros.
—Les comunico que estoy a cargo de este salón.
Vaya viendo la cosa. Con lo quisquillosa que es no tendremos fiesta de graduación.
—Pide de favor que se porten bien, no me gusta recibir quejas.
Miro la espalda de Bastian, yo la he tocado y es musculosa y muy... meneo mi cabeza.
—Abran sus libros en la página que nos quedamos el viernes. Como consejo ponga atención que hay una sorpresa para el final.
Que pendejada no ha de mandar a hacer.
Saco mi libro de mala gana e intento poner atención, pero teniendo a Bastian al frente no hay como.
[***]
—Desde Álava hasta Falcones harán los primeros 10 ejercicios.
—Me separaron de Braulio —se queja Stacy.
—Desde Garcia hasta Muñoz harán los desde el ejercicio 11 hasta el 20.
Me toca en el mismo grupo de Bastian y de buen humor no está, lo bueno que también me toca con Stacy.
—Desde Pradera hasta Zambrano harán los últimos diez. Mañana recibo los diez ejercicios sin falta, lo quiero en una carpeta sin errores... no quiero poner ceros. Eso es todo por hoy. Me retiro.
La vieja esa se va.
—Mujer esta falta de...
—¡Stacy!
—Es la verdad —dice divertida.
—Buenos días, chicos —saluda feliz el profesor de idiomas, sin duda el mejor profesor.
[***]
BASTIAN.
—Dime, ¿quién te hizo eso?
—A mí no venga con tu escena de celos porque no somos nada —espeto enojado.
—Bastian, somos...
—No somos nada. Yo nunca te he pedido que seas mi novia, tú mismo regaste el rumor de que eras mi novia, yo solo me hice el de oído sordo.
—Es verdad, pero...
—Pero nada. No te interesa lo que haga con mi vida, y no tienes derecho a reclamarme nada.
—Bastian no te enojes.
—No me molestes más. Ve regando el rumor de que terminamos porque no vas a querer ser la burla de todo si digo la verdad —se me acerca.
—Bastian, no te enojes. ¿Qué te parece si no vemos esta tarde y la pasamos bien? —hace puchero.
Escucho como aclaran la garganta y mis ojos se clavan en ella y en ese cabrón.
Ese bicho la besa frente a mis ojos y trato de controlarme porque no quiero ser expulsado. Ella se va junto a él dejándome con Tiffany.
—Bastian, ¿no vemos más tarde?
—No quiero verte. Ve a decir que terminamos porque no quiero parte de tu farsa.
Me alejo de Tiffany y me voy en busca de Braulio y Stacy. Tengo que hacer algo y aprovecharé que tenemos esos diez ejercicios de química.
[***]
AUDREY.
Desde que vi a Bastian con Tiffany se me arruinó el resto de la mañana. Stefan me da un beso y se va.
—Más seco y muere —miro a Stacy.
—Deja tus indirectas.
Lleva la mano a su pecho y se hace la asombrada. —Me dueles tus crueles palabras.
—Mejor cambiemos de tema. ¿Cómo vamos a hacer los ejercicios?
—No lo sé —dice en modo dramática.
—Dile a Braulio que te los haga, y me lo mandas —propongo.
—No quiero que Braulio piense que solo lo busco por su inteligencia.
—¡¡Ay, por Dios!!
—Pídele ayuda Bastian.
—¿Por qué no sé la pides tú?
—Es que él ya me hizo un favor, y pues, ya no le puedo pedir más por esta semana —algo oculta.
—¿Cuál favor?
—Me compro las pastillas.
—¿Es en serio?
—¿Crees que yo voy a ir a una farmacia a comprarla con los lenguas larga que son las personas?
—Dile a Braulio y me avisa si consigue, yo reflexionare que hacer.
—Yo teniéndolo de vecino le pido ayuda a Ethan y me voy a su casa de noche, y le tomo foto a la tarea.
Su idea no es mala, ya que Ethan nunca me dice que no.
—Porque no haces eso tú. Ven a dormir y vamos a robarle la tarea a Bastian —propongo.
—Audrey, mamá va a las casas de los abuelos y tengo que cuidar a mis hermanos.
—Tsk. Ya veremos que hacemos para no sacarnos cero.
—Vámonos chicas —manifiesta Amira y ambos asentimos.
Después de unos minutos estoy en mi casa, almuerzo, me pego una baño y me acuesto en mi cama a pesar sobre lo que dijo la Stacy.
[***]
He pensado toda la tarde y quiero decirle a Stefan que me ayude, pero me da pena. Le escribo a Stacy y ella no me responde, la llamo y tampoco responder (suelto un suspiro). Cierro mis ojos un ratito. Voy a seguir pensando.
—Audrey, la cena ya está.
¡¡Cena!!
Me levanto de un solo y todo está oscuro. Prendo la luces y abro la puerta.
—¿Por qué no me despertaste antes? —Amira me mira confundida.
—No sabía que estabas dormida. Si te vine a ver fue porque mamá me lo pidió —ruedo los ojos y salgo de mi habitación.
Bajo a cenar y trato de comer rápido, ya que necesito hablar con Stacy. Vuelvo a mi habitación y le escribo, pero no me sale en línea, la llamo y sigue sin contestar.
Camino por todo mi cuarto. La vieja de química me tiene en la mira y si no presento ese trabajo me va a matar. Decido escribirle a Braulio y tampoco responde, nadie me da señal de vida.
Quiero escribirle a Stefan, pero son las 8 de la noche y hasta horas no le voy a pedir que me haga diez ejercicios. Miro hacia mi ventana y los focos ya están apagados.
No. Tú no vas a ir ahí.
Busco mi mochila y saco el libro de química, una hoja, y un lapicero. Yo misma haré los ejercicios.
Leo el primer ejercicio... El agua... El oxígeno... hidrógeno... esto está escrito en chino porque no entiendo nada. Pero no hay nada que Google no responda.
Me saque la madre buscando y lo único que encontré fueron ejercicios similares, intente guiarme, pero mis neuronas se confundieron más. Me estoy desesperando cada segundo más y no sé que hacer porque el tiempo va pasando.
Agarro mi celular y busco en YouTube el tema, estoy segura de que con la explicación de otro profesor entenderé.
[***]
Vi más de diez videos y no entendí nada, es que la química nos ingresa en la cabeza. Mis dos neuronas trabajadoras ya están cansanda de intentar resolver algo imposible para mí.
Le vuelvo a escribir a Stacy y sigue sin responder, estoy segura de que debe de estar como yo. Veo la hora y ya son las 10 de la noche. 2 malditas horas intentando hacer mi tarea y lo único que escribí fue mi nombre.
Yo teniéndolo de vecino le pido ayuda a Ethan y me voy a su casa de noche y le tomo foto que la tarea.
Lo que dijo Stacy es tan tentador de hacer. Agarro mi celular y le escribo a Ethan y rápidamente responde. Le comento mi desgracia a mi vecino y él se ofrece a ayudarme, pero yo tengo que ir por la tarea porque después Bastian lo golpea en su linda cara.
Ethan me dio la hora exacta para ir a su casa, ya que Bastian se duerme media hora antes para mantener su buena forma.
¿Qué es lo peor que puede pasar? Solo tengo que buscar la hoja de la tarea, tomarle foto e irme. Eso es muy fácil.
Me pongo de pie y busco mi ropa de dormir. Tengo una larga noche, por el hecho de que tengo que hacer mi tarea.
[***]
11 de la noche. Salgo de mi casa a escondida sin pedirle permiso a mamá, porque ella debe estar en su décimo sueño. Corro hacia la casa de los vecinos y le escribo a Ethan, espero unos minutos y la puerta se abre.
—No hagas bulla, papá y mamá están dormidos —susurra.
—Gracias por ayudarme con este robo de tarea.
—Para eso están los vecinos... Cuando salga de la casa cierra bien la puerta.
—¿Y tú? —se queda pensativo.
—Voy a hablar con mi amiga con derecho.
—Entiendo.
—Apura que se te hace tarde... —ingreso —Audrey —lo miro.
—Dime —musito.
—No prenda la luz porque después Bastian se despierta.
—Ok.
Subo como ladrón la escalera y camino de puntilla hasta la habitación de Bastian. Mis manos me están sudando porque lo que estoy haciendo es muy arriesgado, pero es peor un cero.
Ingreso a la habitación y prendo mi celular y le subo todo el brillo para poder medio ver. Camino con cuidado y gracias al brillo logro llegar hasta el escritorio, lentamente comienzo a buscar los que necesito. Minutos llenos de sufrimiento acaban cuando veo lo que quiero.
—¿Por qué viene a la habitación de un hombre a altas hora de la noche? —mi cuerpo se tensa todito.
Siento su mano en mi cintura y mis piernas no me quieren sostener. Estoy segura de que la presión se me ha bajado.
—Bastian.
—Haz silencio Audrey.
Susurra sobre mi odio y siento un gran cosquilleo por todo mi cuerpo. Esa tres palabras son muy malas para mí.
Trato de calmar mi respiración y lentamente me doy la vuelta. Alumbró su cara con el brillo del celular.
—Me vas a dejar ciego.
Bajo mi celular y quedo anonada al su torso desnudo, acerco más mi celular y voy bajando hasta llegar a ese paquete. Trago grueso porque él solo está en bóxer.
—¿Qué haces aquí?
Sigo viendo todo lo que Dios le ha dado.
—Audrey.
Me doy cinco cachetadas mentales y reacciono.
—Yo vine a tomar prestado los deberes de química.
Mi cuerpo siente calor.
—¿Los deberes a esta hora...? —agarra mi barbilla y me obliga a mirarlo —No te vas a ir de aquí fácilmente.
Abro mis ojos y me dispongo a hablar, pero sus labios me callan.
¡¡Valgame Dios!!
Correspondo a su beso con frenesí. Él me alza, rodeo su cadera y camina. Sus manos viajan por mi espalda, siento que se inclina y mi espalda toca la superficie de la cama. Siento algo bochornoso pero delicioso desde mi estómago a mis partes íntimas.
Un leve jadeo se me escapa al sentir su paquete rozando con mi vagina, ya que mi short de dormir es muy fino. Recorro su espalda mientras él hace un extraño movimiento con su lengua, pero me gusta y es muy excitante.
Bastian hace un leve movimiento y su paquete me roza de nuevo provocando otro jadeo, él lo vuelve a hacer y eso me da entender que lo está haciendo adrede.
—Bas...tian —logro decir por qué sus labios no me dan tiempo a hablar.
Él corta el beso y en la oscuridad puedo sentir su intensa mirada. Mi pecho sube y bajar y nos quedamos en completo silencio, pero él hace otro movimiento que me hace sentir de maravilla.
—¿Me detengo? —se mueve de nuevo y se me escapa un jadeo pero más pesado. Él roza de nuevo su cosa dura con mi cosita que está palpitando —Responde Audrey
—No te detengas Bastian —digo entre jadeo.
Bastia me vuelve a besar con locura y yo también. Él se mueve y simula el acto sexual y se siente muy bien a pesar de que estamos con prendas.
Me siento tan húmeda y sensible, y algo dentro de mí crece a una velocidad increíble. Eso que se intensifica a cada segundo se llama... deseo.
Minutos intensos dieron fin con un gran jadeo. Nuestras respiraciones se volvieron a encontrar y se terminaron uniendo en un gran beso. Él se mueve un poco y siento su mano bajar por vientre,
Su mano se cuela en mi short de dormir hasta llegar a mi vagina y, acaricia sobre mi ropa interior que la siento bien húmeda. Jadeo en su boca por los agradables sensaciones que provoca su movimiento realizado con su mano.
Mi vagina esta como un horno y quiere que la apaguen.
—Estás tan húmeda y me gustas ser el causante de esa humedad.
—Bas... —se me escapa otro jadeo.
Bastian ha tocado una zona muy vulnerable y no deja de acariciar. Quisiera saber que pasaría si toca ese mismo lugar pero sin nada de ropa.
—¿Quién te está haciendo delirar de la excitación?
—Tú… Bas...tian —digo con la voz temblorosa.
—¿Quién te ha hecho humedecer por primera vez?
—Tú.
—¿Quieres que te siga acariciando?
—Sí.
Siento como su mano sube un poco y se cuela en mi ropa interior y baja lentamente.
Audrey, ¿qué es lo que realmente sientes por Bastian?
¿Qué voy a sentir? Yo por Bastian no siento nada, solo es mi odioso vecino que ya me tiene harta.
Empujó a Bastian y me reincorporó rápidamente, y corro hacia la puerta en plena oscuridad.
—Audrey.
Corro por el pasillo y bajo la escalera apresurada hasta salir de su casa e ir a la mía. Ingreso a mi hogar, y corro tratando de no hacer tanto ruido a mi habitación, entro y me dejo caer en mi cama.
Nunca he indagado mi parte íntima para tocarla de una manera prohibida, pero hoy he dejado que Bastian me tocara. No estoy arrepentida, es solo que...
Bastian es como una corriente peligrosa, cada vez que estoy cerca me arrastra hacia él, y yo me dejo llevar sin objetar una palabra.
Llevo la mano a mi corazón que está latiendo muy rápido. Lo más irónico es que una parte de mí me reclama el haber huido de él.
Todo lo que ha ocurrido es tan difícil para mí comprender, porque jamás me he sentido así por Bastian. Acepto que me gustó de niña, pero solamente fue un gusto, pero ahora ni yo mismo sé lo que siento.
El corazón es ingrato, y nos impulsa a hacer cosas locas.
Me pongo de pie, camino hasta mi ropero y busco una pijama e ingreso al baño para darme lavarme.
Recién me percato que deje mi celular botado y para el colmo no conseguí la tarea y mañana tendré un gran cero. Ya que le puedo hacer a la vida, ni a quien pedirle ayuda a esta hora, y yo no pienso buscar mi celular.
Salgo del baño y me acuesto, pero es casi imposible dormir después de lo que pasó con Bastian.
[***]
Hoy parezco mapache con las ojeras. Gracias a Dios que no he visto a Bastian, pero nadie me salva de verlo en el salón.
—Audrey, perdóname.
Ignoro a Stacy que todo el camino me ha venido pidiéndome perdón.
—Te escribí muchas veces.
—Mi celular está dañado, y está siendo arreglado.
—¿Y la tarea?
—Braulio llamo a mi casa, ya que no le contestaba y le comente que no había hecho mi tarea y él se ofreció a hacérmela.
—Y no te acordaste de mí.
Yo me escapé de mi casa y pasaron muchas cosas por esa tarea.
—Pensé que le pedirías ayuda a Stefan —la ignoro.
—Audrey.
Stefan se acerca y me roba un beso el cual no correspondo.
—¿Sucede algo?
—Anoche me dio dolor de cabeza y no pude dormir bien.
—Vamos a salón.
Me voy junto a Stefan y dejo atrás a Stacy, porque estoy enojada con ella por no acordarse de mí, porque si yo conseguía la tarea se la iba a enviar.
Llegamos al salón y quedo de piedra al ver a la vieja de química. Ingreso al salón y no miro a Bastian solo paso y tomo asiento. La profesora espera un par de minutos más y comienza la clase.
—Su profesor de filosofía tuvo un problema familiar por lo que no pudo asistir a dar clases. Como en la siguiente hora tiene conmigo decidí adelantarla. Estuve hablando con mis compañeros y también adelantarán las horas de clases para que puedan salir temprano.
—¡Gracias profesora! —exclaman los relajosos.
—Hagan silencio por favor... —mis compañeros obedecen —García.
—Dígame.
—Necesito que recoja las tareas —mi cuerpo se tensa.
Él asiente y se pone de pie. Bastian comienza a recoger las carpetas por fila y yo estoy en tercera. Bajo la mirada, ya que todo han hecho su deber y yo no.
Veo los zapatos de Bastian, y considero que él está sacando su deber. Mi mente se inunda de recuerdo de lo que ocurrió en su habitación y mi cuerpo se estremece. Él pasa por mi lado y su aroma a hombre me eriza la piel. Él poco a poco se aleja de mí y mis hormonas se tranquiliza.
—Audrey —me llama Stefan y lo miro.
—Dime.
—¿Tu tarea?
—Yo no lo hice. No entendí.
—¿Por qué no me dijiste? Yo te podía ayudar.
—No quería molestarte.
—Tú no molesta... Para la próxima vez no dudes en escribirme.
Asiento y miro al frente. Bastian deja las carpetas en el escritorio y rápidamente miro hacia otro lado.
[***]
Solo espero el regaño de la profe. Ella revisa la última carpeta y nos da una sonrisa.
—Todos los trabajos están bien hechos. Me imagino que se ayudaron, pero —suspira —eso es bueno. Entregaré los trabajo.
Ella comienza a llamar para que retiren las carpetas.
¿Por qué son tan difícil las químicas? ¿Para qué sirven ver materias que después ni utilizaremos?
—Montesinos...
Miro a la profesora.
—Audrey Montesinos.
Pero...
—¿No se va a levantar?
Aclaro mi garganta y me pongo de pie. Me acerco a la profesora llena de confusión porque yo no hice y hay un trabajo mío.
—Como recomendación mejore un poco más la letra.
Asiento aturdida y regreso a mi asiento, reviso el trabajo que no es mío. Las letras están media chueca, pero sé dé quien es.
Bastian.
¡¡Ay!!
¿Destino, casualidad o planeación? 🤣
¿Qué les pareció el cap?
~cerezos ★
#1335 en Novela romántica
#43 en Joven Adulto
novela romantica fuckboy, amor odio celos deseo, humor coqueteo amigos
Editado: 12.07.2022