Hablar con mamá fue superincómodo, porque ella cree (en mi caso) que soy una santa paloma, pero si supiera mi vida con Bastian dejaría de verme así.
Me pongo mi pijama de dormir y agarro mi celular, ya que me están llamando. Contesto rápido al ver el nombre de papá.
—Hola, princesa.
—Hola, papá, ¿cómo estás?
—Bien. Tenías días que no te llamaba y pues quería saber ¿cómo te estás yendo?
—Superbién.
—¿Los estudios?
—Más o menos.
—Como siempre... Estuve viendo sobre las preparatorias aquí, y comienzan a clase a la semana que tú sales de vacaciones del primer ciclo —yo le había comentado a papá sobre irme a vivir con él.
—Sobre eso... Ya no me quiero cambiar, estoy bien aquí. Además, extrañaría mucho a mamá y Amira.
—Yo ya estaba haciendo planes... Pero bueno, si es tu decisión y la respeto.
Ni loca, pienso dejar a Bastian.
—Gracias papá... ¿Esta Noah?
—Ya sé fue a la universidad.
—Uhm, que más ha pasado en estos días.
—Como todos los días, ya sabes. ¿Tu mamá?
—Durmiendo.
—Cierto, a ya debe ser tarde. Bueno, mi princesa, no te interrumpo más el sueño. Descansa.
—Ten un buen día, papá.
—Gracias. Te me cuidas princesa.
—Igualmente —cuelga la llamada.
Bostezo y apago la luz, me acomodo en la cama, pero Bastian me llama.
—Vi que estabas hablando con alguien —miro hacia la ventana y él está asomado.
—Estaba hablando con papá.
—¿Qué te dijo mi suegro?
—Quería saber como estaba y sobre la preparatoria en Alemania.
—¿Sigues con la idea de irte? —su voz suena enojado.
—Yo se lo había comentado, pero ya le dije que no me iré…
—Me asusté espantosamente, casi me vuelves loco en cuestión de segundo.
—Te amo Bastian, y no te pienso dejarte.
—Yo te amo más... ¿Cómo te sientes?
—De maravilla... Mañana lo hacemos de nuevo —muerdo mis labios.
—¿En el cuarto de limpieza?
—Sí.
—Claro, a ti nunca te diría que no.
—No me canso de amarte.
—Dímelo a mí que te he amado desde niño… Audrey, ¿te imaginaste alguna vez el ser mi novia?
—De niña sí, pero después creí que te odiara y nunca se me pasó por la cabeza ser tu novia. No obstante, todo cambio tan rápido. Te amo sobre todas las cosas, y estos años donde decía odiarte no era más que mi amor que estaba dormido, sin embargo, ha despertado y te amo demasiado mi odioso vecino.
—Me gusta más "el vecino que toca bien rico" —río.
—Te amo, mi vecino que toca bien rico.
—Te amo, Audrey... Quisiera teletransportarme para dormir a tu lado.
—Contigo no es solo dormir.
—Es que primero es nuestra dosis de placer y después de caer rendido y dormir abrazados.
—Me gusta mucho —se me escapa un bostezo.
—Descasa amor, y ten sueños eróticos conmigo —río por lo bajo.
—Igualmente, amor —le mando un beso y cuelgo la llamada.
Me muevo feliz por la cama. Que manera más loca de amar. Cierro mis ojos feliz, mientras mi corazón no dejar de cabalgar como caballo.
—Te amo mi odioso vecino —veo la foto de perfil de él.
Apago el internet y cierro mis ojos muy contenta.
NARRADOR.
Ethan arregló sus diferencias con su padre, pero no consiguió permiso para hacerse el tatuaje hasta los 16 años y él aceptó. Los problemas en la familia de Bastian se habían solucionado.
[***]
Naín dejó a su hijo en la cama y se acercó a la ventana a ver la luna.
—Espero y estés bien... Sé que no tengo perdón, pero con que cara digo la verdad... Espero nunca regreses. Eres inocente de mi engaño, pero me odiarás demasiado... Noah.
[***]
Audrey, Bastian y la banda fueron a la preparatoria. Al llegar hubo comentarios sobre la fiesta de Bastian, y ya estaban haciendo planes.
Por otro lado, Stefan miraba a Bastian con odio, pues él sabía que Bastian era el culpable de su ruptura, y lo era, pero no de la manera que él pensaba.
Audrey y Bastian se daban sus miradas y esperaban ansioso la hora de receso para calmar su calentura.
Al llegar al receso, tanto Audrey como Bastian ingresaron al cuarto de limpieza y besaron con vehemencia. Él la sentó en el escritorio y con agilidad le quito las bragas, se puso el condón y no dudo ni un segundo en introducirse en ella.
—Bastian —susurro entre gemido, ya que podría ser escuchada.
—Haz silencio, Audrey.
Las estocadas eran continua y con una velocidad que Audrey tuvo que cubrirse la boca para que no se escucharan sus gemidos.
El cuarto de limpieza se llenó del deseo que desbordaba ellos dos.
[***]
Después de una gran dosis de placer regresaron al salón distanciado para disimular su romance.
El día pasó y al salir de la preparatoria, Bastian se quedó en casa de Audrey y disfrutaron toda la tarde juntos; tuvieron sus dosis de amor y sus dosis de placer.
Días después.
El noviazgo de Audrey y Bastian iba muy bien. Ambos se tenían confianza, hablaban por horas sobre sus sueños, y pasaban mucho tiempo juntos dándose amor.
La mamá de Audrey ni por lo la cabeza se le pasaba el noviazgo de Audrey. Pues ella seguía pensando que su hija odia a Bastian.
Audrey daba vuelta por su habitación, pues había planeado con Bastian dormir juntos y él iba a ir a la casa de su madre. Ella tenía miedo porque su mamá estaba, y si los descubría les iba a ir muy mal a los dos.
AUDREY.
Estoy nerviosa, muy nerviosa, pero ansiosa. Mi celular suena y Bastian ya está en la puerta trasera de la casa.
Son las 11 de la noche y ya mamá debe de estar durmiendo. Salgo de mi habitación y camino descalza para no hacer ruido. Bajo la escalera y me dirijo a la puerta de jardín.
Abro la puerta y Bastian ingresa. Me agarra de la cintura y me besa con intensidad.
—Vamos, no quiero desperdiciar ni un segundo más —sonrío en medio de la oscuridad.
—Deja prender la linterna.
Prendo la linterna de mi celular y comienzo a alumbrar el camino. La casa de los padres de Bastian es de mismo modelo que esta casa, pero las cosas están ordenadas de diferente manera y no quiero que se choque y haga ruido.
Llegamos a las escaleras y Bastian anda en chanclas.
—Quítate las chanclas —musito.
Bastian se quita las chanclas y comenzamos a subir las escaleras muy despacio, ya que mamá duerme en la habitación que está frente a la de Amira y mi habitación está al lado de mi hermana.
Los segundo más peligrosos de mi vida Los pase en el camino de las escaleras a mi habitación. Abro la puerta e ingresamos. Suelto el aire comprimido en mis pulmones y respiro aliviada.
—Eso fue peligroso, pero excitante —manifiesta.
—No lo volveremos hacer.
—No lo creo mi amor.
Me agarra de la nalga alzándose con agilidad.
—Amo que seas chiquita, puedo agarrarte muy fácil —dice muy bajito.
—Te amo —susurro sobre sus labios.
—Te amo más.
Nos besamos y él camina hasta llegar a la cama. Su mano se meten bajo mi short de dormir y sus traviesos dedos me atiende como la vida manda.
No solo sus dedos anduvieron en mi vagina, su lengua hizo parte del inicio de nuestra primera noche juntos, ya que siempre lo hemos hecho en el día.
Me retuerzo del placer mientras cubro mis labios para no grita. Bastian succiona mi criterio haciendo delirar del bendito placer.
Casi muriendo del placer reviento en su boca. Bastian me agarra de la cintura y me pone en 4, se introduce en mí sin ser delicado y he descubierto que me gusta que sea salvaje. Me agarra del cabello con una mano, con la otra mano aprieta mi cadera y se mueve con rapidez que me fascina. El sonido de nuestro cuerpo chocando hace eco, pero únicamente disfruto olvidando que mi madre me puede escuchar.
En medio de la oscuridad busco mi ropa de dormir y la llevo a mi boca para que mis gemidos no despierten a nadie.
Los minutos más caliente acaban y caigo rendida en la cama, pero no descanso bien porque Bastian abre mis piernas y se introduce de nuevo.
Muevo mi cuerpo al ritmo de sus movimientos, disfrutando de sus besos ardientes. Amo como Bastian mueve sus caderas, son tan excitante sus movimientos.
—Hola —su velocidad disminuye al oír la voz de mamá—. Dime, Patricio —es papá.
Bastian no deja de moverse mientras yo estoy con el alma en un hilo.
—Bastian, para —suplico en voz baja porque temo que mamá me escuche.
—Haz silencio, Audrey —tapa mi boca y en vez de moverse despacio se mueve más rápido dándome como cajón que no cierra.
Con un gemido que se me escape y soy finada. Pero tengo que ser sincera, la adrenalina que se siente es maravillosa y hace de este momento algo superépico y más excitante.
Mamá, lo siento por andar haciendo el amor en tu casa y estando tú hablando con papá. Sigue hablando mamita hermosa, que yo estoy muy bien disfrutando que esas ricas estocada que el vecino me está dando.
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Editado: 12.07.2022