Mi Odioso Vecino [ Vecinos #1]

Capítulo 23.

—Audrey, tuve sexo con Ethan. 

—¡¡¿Qué?!! —me tapa la boca. 

—No hagas bulla, por favor. 

Es que no me cabe en la cabeza, pero Ethan y Amira no se llevan. 

Quita su mano de mi boca—. ¿Qué fue lo que pasó? —necesito respuesta.


—Lo último que recuerdo es que Braulio se llevó a Stacy y yo comencé a tomar y desde ahí todo está en blanco. No hace mucho me desperté y estaba desnuda en la habitación del vecino y a mi lado estaba Ethan desnudo... Al moverme me dolió mis partes íntimas y no soy tan inocente para no saber lo que paso —sus manos tiemblan. 

—Tranquila... Yo hablaré con E... 

—No... No le vas a decir nada, no quiero que nadie se entere de que tuve sexo con él, si te lo cuento a ti es porque eres mi hermana y necesito tu ayuda. 

—Amira, necesito saber que paso —manifiesto mi punto de vista. 

—No le preguntes nada, por favor... 

—Está bien... ¿En qué quiere que te ayude? 

—Yo no sé si se usó o no usó protección. Yo vi que estaba desnuda, cogí mi vestido, me lo puse  y salí antes de que él se despertara... Ayúdame a comprar una pastilla, yo no quiero que esto cause problemas con mamá ni mucho menos que tu relación con Bastian se vea afectada. 

—Yo no compro las pastillas, las compras Bastian... Yo le pediré que traiga dos, no te preocupes —acaricio su mejilla. 

Lo que me sorprende de Amira es que no está haciendo un escándalo, trata de mantenerse con calma. Tomo su mano que está helada de los nervios y la abrazo. 

—Todo va a estar bien... Lo siento mucho, era tu primera vez. 

—Estoy bien... Tarde o temprano la iba a peder. 

—Pero no así. No recuerdas nada y no creo que haya sido algo romántico. 

—No importa como fue... Ya pasó, no puedo devolver el tiempo. Pero nunca más volveré a beber... Audrey, Ethan ni nadie más debe saber lo que pasó. 

—Y si él me pregunta. 

—Niégalo hasta el final —me abraza con fuerza. 

—Lo haré. 

Me siento muy culpable por haberla dejado sola. Ella perdió su inocencia con el chico que no le agrada, debe ser muy difícil para ella. 

ETHAN. 

Caigo a un pozo sin fin—. ¡¡Maldita sea!! —me levanto del piso y todo a mi alrededor da vuelta; mi maldita cabeza parece que va a reventar. 

Me pongo de pie y siento algo raro y extraño. Bajo mi mirada y estoy como dios me mandó al mundo. Miro a mi alrededor y no veo a nadie. Camino hasta el baño esperando encontrar a la mujer con la que me acosté, pero no hay ni un alma. 

Paso la mano por mi cabello y trato de recordar, no obstante no hay ningún recuerdo en mi cabeza. 

Comienzo a buscar el condón, ¿por qué busco el condón? Porque no importa con quien me haya acostado mientras me haya cuidado. Busco hasta por debajo de la cama y no veo el globo. 

Comienzo a sudar frío, voy hasta mi caja de condones que ayer compré porque se me habían acabado y está intacta. 

—¡¡Eres un tonto Ethan!! 

Trato de recordar, pero no recuerdo nada ni nadie. 

—¡¡Maldita sea el alcohol!! 

Comencé a tomar con el grupo de chicas y no sé más, no recuerdo más, ¡¡no sé con quién cogí, no se nada!! 

Busco una pantaloneta y me la pongo, pero siento un dolor. Me acerco al espejo y veo tremenda mordida, al parecer me querían comer vivo. 

Salgo de mi habitación directo a la de Bastian, él me puede ayudar, aunque lo dudo si él se fue con Audrey y nunca más lo vi hasta donde yo recuerdo. 

Toco la puerta rápido. Mi temor más grande es que me venga y me diga "aquella noche en el cumpleaños de tu hermano tuvimos sexo y bendición adentro". 

—¿Qué pasa? 

—¡¡SOS!! —exclamó desesperado. 

—¿Qué pasó? 

—Tuve sexo... 

—¿Y qué pasa? Es normal en ti. 

—Bastian, no recuerdo con quien y no usé protección —su mirada de sueño cambia. 

—Déjate de mamadas. 

—Es la verdad, tú... tú ¿me viste con alguna chica? 

—Yo ni salí de mi habitación una vez entré... Anda pregúntale a Braulio. 

—Ese debe estar igual que tú... ¡¡Argh!! ¡¿por qué no recuerdo?!! 

—¿Seguro tuviste sexo? —cuestiona. 

—Estaba desnudo en mi habitación y mira —le enseño mi nalga mordida y se ríe a carcajadas. 

—Te mordieron el trasero... ¡¡No mames!! 

—Deja de reírte y ayúdame. 

—Yo tengo que ir por las pastillas.  Ve a preguntarle a los que están en esta casa o espera hasta el lunes que la chica se te acerque. 

—Bastian, y si sale embarazada... Yo estoy muy joven para andar con muchacho... Yo no le tengo ni paciencia a Ian. 

—Tranquilo, nada malo debe pasar... ¿Quién se quiere embarazar tan joven? 

—Cierto… Mejor voy a dormir y a olvidar este acontecimiento —trato de sonar sereno. 

Lo mejor es mentalizarse que nada malo va a pasar. 

Me dirijo a mi habitación y voy al baño a darme una ducha para ver si refresco la memoria y me acuerdo de algo. 

[***] 

BASTIAN. 

—¡¡Infeliz!! —me aguanto la risa porque Audrey es capaz de matarme. 

—No te enojes, amor... —trato de abrir la puerta. 

—Ni te atrevas a entrar, porque soy capaz de matarte —me rio por lo bajo. 

—¿Y las pastillas? 

—Déjalas en la mesa que ya me la voy a tomar... ¡¡Cómo te odio Bastian!! —lo bueno es que ya el resto de mis compañeros se fueron y así no oyen los gritos de la pulga. 

—Mi amor... 

—Cállate, dijiste que solo iba a doler en el inicio y estoy que sufro aquí. 

—Solo es cuestión de que te acostumbre. 

—Es que ya no te lo voy a dar, yo no pienso pasar de nuevo por este dolor. 

—Pero no te enojes... 

—Pero la culpa la tengo yo por aceptar... ¡Me duele! 

—Después del desayuno te voy a comprar unos analgésicos. 

—Más te vale porque no aguanto mi cola. 

—¿Qué quieres de desayuno? 

—Sanduche. 

—Ya te lo voy a hacer, te espero abajo. 

—Ok. 

Suelto un suspiro con una sonrisa incluida y salgo de la habitación dejándola en el baño. 

Ya no le haré pasar por lo mismo de nuevo; no quiero verla sufrir. Se siente bien hacer el sexo anal, pero si Audrey sufre no lo disfruto. 

Voy a la cocina, por lo menos le haré algo rico para que se le olvide que por mi petición está aguantando dolor. 

AUDREY. 

Salgo del baño después de una gran tortura que viví. Muy rico y todo, pero no puedo ni sentarme, debí pensar en que esa culebra que tiene Bastian sería un peligro para mi chiquito. 

Suelto un suspiro de resignación; después de todo yo misma me lo busqué. 

Voy al escritorio y agarro la dos pastillas. Tengo que darle una Amira, así que comienzo a vestirme y guardo bien  la pastilla. 

Escuché la conversación de Bastian con Ethan y él no recuerda con quien se acostó lo que también estaba borracho, y eso es bueno para mi hermana. 

Salgo de la habitación y suerte que ya no hay nadie. Voy a la cocina y me tomo la pastilla, mientras veo a mi macho cocinar. 

—Buenos días, familia —Braulio llega a la cocina y se acerca donde Bastian rogándole uno de los sanduche. 

—Oye, eso era para mí y Audrey —Braulio le da otra mordida. 

—Tengo hambre. 

—¿Qué te cuesta cocinar? 

—Es que no sé —camina hasta la refrigeradora, saca el jugo y se sirve un poco en un vaso. 

—Ya me toca hacer de cocinero. 

—No te queda de otra. 

—Qué alguien me mate —Ethan parece zombi y se acerca donde Bastian también robándole el sanduche que sacó.  

—Y otro. 

—Estoy desesperado, entiéndeme —miro detenidamente a Ethan, mientras mi mente perversa piensa en lo bueno que comió mi hermana, lamentablemente no se acuerda. 

—¿Qué te pasó? 

—Se acostó con una chica y no sabe quién es —cuenta Bastian. 

—Amira —la casa se me cae encima. La cara de Bastian, Braulio y Ethan es de asombro total. 

—¡¡La vecina!! —exclama Ethan dejando caer su sanduche. 

—¿De qué hablan? —pregunta Stacy. 

—Nena, es que Ethan tuvo su noche de pasión y no sabe con quién y tú dijiste "Amira" —miro a mi mejor amiga todo desgreñada. 

—Lo que yo quise decir es ¿dónde está Amira? Es que no la veo. 

—¡Qué alivio! —si Ethan supiera que si fue Amira, no se aliviará tanto. 

—Debe de estar en la casa, ya sabes como es Amira —que no sospechen. 

—¡¡Ethan!! —lo regaña Bastian, ya que se le ha robado otro sanduche. 

—No te pido más. 

Sonrío porque todos los sanduche que ha hecho se lo han comido otros. Veo a Stacy acercándose hambrienta a mi novio y se le roba dos sanduche. 

—Gracias por acordarte de tu amiga —le da uno a Braulio y el otro se lo come ella. 

—Definitivamente, se levantaron en mal momento, lo sanduche era para Audrey. 

—Amar es compartir —opina Braulio. 

—No me molesten tragones —me acerco a mi hombre y le doy un beso en la mejilla; lo enojado se le va. 

—Eres mi cocinero favorito, cuando vivamos juntos cocinaras para mí —me mira muy feliz. 

—Claro que sí. 

Me pega más a él y besa mi frente. 

—Pronto viviremos juntos —Braulio, Stacy y Ethan nos molesta con bulla. 

—Claro que sí —lo abrazo. 

No me voy a comprometer, pero se a que universidad va a ir; también pienso ir a esa, y podremos vivir juntos en un departamento. 

[***] 

Le doy un besote a Bastian y me voy a casa. Al llegar corro a la habitación de Amira y ella está en su cama, acostado mirando el techo. 

—Amira. 

—Audrey —se sienta. 

Me acerco a la cama y saco la pastilla de mis senos y se la doy. 

—¿No había otro lugar? 

—No —agarra el vaso de agua que tenía al lado y se toma la pastilla—. Amira, Ethan no recuerda nada. 

—Es una buena noticia, me hace muy feliz escuchar eso —su rostro se ilumina. 

—Amira, ¿no te molesta haber perdido tu virginidad con Ethan? 

—Siéntate, ya es hora de que te confiese algo. 

Me siento dudosa y Amira se acuesta y pone su cabeza en mis piernas. 

—Audrey, a mí me gusta Ethan —mis ojos se quieren salir de la sorpresa. 

—¡¿Pero...?! 

—Escúchame y después me juzgas... Todo comenzó cuando llegaron... yo me enamoré de Ethan, pero era tan tímida que me daba pena hablarle. Supuse que solo era un amor de niños, pero a medida que crecimos mi amor por él también crecía... Un día Ethan me habló y yo salí corriendo desde ese entonces nunca más me habló, y siempre me arrepiento de no haberle hablado ese día. 

—¿Por eso lo odias? 

—No lo odio, es solo que Ethan es un mujeriego y no se contenta con una sola mujer, y yo no soy como las otras chicas, me gusta, pero no voy a buscarlo o a intentar a que se fije en mí... No soy el tipo de chica que a Ethan le gusta —dice con dolor. 

—Eres hermosa. 

—Para Ethan no lo soy... Me dolió mucho el ver como se fue con otras chicas y a mí ni siquiera me miró a pesar de que me arreglé un poco para él. 

—¿Y lo de su intimidad? 

—Yo no busqué a Ethan ni me aproveché, lo que paso fue por culpa de alcohol, jamás tendría el valor para aprovecharme de alguien borracho. 

—¿Qué va a hacer? 

—Tengo claro que Ethan nunca se fijará en mí  y mi seguirá siendo la misma... Estoy decidida a olvidar a Ethan, ya perdí la esperanza de que se fije en mí. 

—Puedes intentarlo. 

—No... No quiero rogarle a amor a alguien como él —una lágrima de esa rebelde se le escapa. 

—No te rindas. 

—Perdí la esperanza desde hace mucho y lo que paso es algo que no tiene significado para él. 

—Pero, para ti sí. 

—Igual, ya no quiero vivir enamorada de alguien que nunca corresponderse a mi amor. 

—Ami... 

—Olvidaré a Ethan, y encontraré a un chico que me ame mucho y podre ser feliz con él —acaricio su cabello. 

—Llora, yo me quedaré aquí... El amor es difícil Amira y eso es algo con lo que siempre tenemos que lidiar —mi hermana se rompe en llanto. 

Amira siempre ha demostrado ser fuerte, pero su debilidad tiene nombre y apellido: Ethan García.




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