Mi Odioso Vecino [ Vecinos #1]

Capítulo 27.

La cara de mi madre es de decepción, una mezcla de dolor y confusión.

—Se...

—No digas nada, Bastian —pide mi madre con una voz desorientada—. ¿Desde cuándo son novios? ¿Desde cuándo están saliendo a mis espaldas? —su voz me hace sentir como si hubiera cometido un gran crimen. No quiero imaginar cómo será su reacción cuando se entere de que mantengo intimidad con Bastian.

—Unos meses atrás —se ríe con dolor.

—Ustedes se odiaban, ahora resulta que son novios... ¿Qué más me escondes Audrey Montesinos? —que ya no soy virgen; me quedo en silencio—. Bastian, nunca pensé que debía cuidar a Audrey de ti —pasa la mano por su cabello—. Creí que cuando Audrey tuviera novio vendrías a decirme, porque sabías que no tiene permitido tener novio, con tal de molestarla, pero resulta y resalta que el novio eres tú... Bastian ve a tu casa, tengo que hablar con Audrey —pide calmada, pero solo lo hace porque es el hijo de su mejor amiga.

—Señora Micaela, deje...

—No es el momento. Ve a tu casa, tu mamá debe de estar esperándote —ordena.

Miro a Bastian, y le doy una mirada suplicante para que se vaya. Mueve sus labios en un «te amo» y se va dejándome a solas con mi madre. Ella camina hacia mí,  agarra el control del plasma y lo apaga. Me mira llena de decepción.

—Te dije que no podías tener novio hasta después de los 18 años. Te di la confianza y me sales que ya tienes novio... Todo este tiempo que Bastian ha venido, que tú has ido dónde él es porque son pareja... ¿Qué más han hecho tú y Bastian? —bajo la mirada porque su mirada me quita la fuerza de mentirle—. ¡¡Respóndeme Audrey Montesinos!! —vocifera.

Mi corazón se apachurra y quiero llorar porque siempre ha tenido un carácter fuerte, pero confiaba en mí y la decepcioné.

—¡¡Respóndeme Audrey!! —comienza a caminar desesperada hasta que se detiene y por el silencio alzó la mirada y la veo leyendo el plástico de la pastilla que no voté a la basura—. Esto es una pastilla de emergencia... Audrey —me mira —, ¿tienes sexo con Bastian?

No puedo mentir, solo somos Amira y yo. Aunque podría decirle que es de Stacy, pero eso sería meterla en problemas—. Sí... yo ya comencé mi vida sexual con Bastian —la cara de mamá se deforma.

—Termina esa relación, no pienso dejar que sigas con eso. No te quiero ver cerca de Bastian, desde el lunes yo te llevo a la preparatoria, te recojo y no vas a pasar aquí, te quedarás en el despacho. No quiero reclamos, porque soy capaz de darte la paliza que nunca te he dado en tu vida. Vete a tu habitación, estás castigada. Tiene prohibida la salida hasta que cumplas la mayoría de edad y me entregas tu celular y la laptop, y si no obedeces hablaré con tu papá y aunque me duela te vas a Alemania.

—Ma...

—Vete a tu habitación —pide entre dientes.

—Pero...

—¡¡Que te vayas!! —bajo la mirada

—Lamento haberte decepcionado. Sé que esperaba mucho de mí, sin embargo, me enamoré y el amor no se puede reprimir.

—Déjame sola —no me mira. La obedezco y con el corazón triste me voy a mi habitación.

Desde niña ella siempre nos había dicho que tanto Amira como yo tuviéramos novio después a los 18 años y teníamos que traérselo a presentar. Algo que siempre manifestaba es que llegáramos virgen al matrimonio, puesto que ella llegó virgen hasta el altar, yo rompí esa expectativa y Amira, pues sin querer también lo hizo. Si mamá se entera de eso, me mata por no cuidarla.

BASTIAN.

Entro a casa frustrado. Mis padres ni la señora Micaela avisaron que llegaría. Yo sé cómo es, y se que de que la va a alejar de mí, lo va a hacer.

—Bastian... —Nain y Ethan me miran preocupados.

—Nos descubrieron besándonos —mama y papá se une a ellos.

—¿De qué hablan? —pregunta mi  madre, ya que no está al día de nada.

—Audrey y yo somos novios y su mamá nos descubrió.

—¡¡Ay, no!! Bastian, habiendo más chicas, tenía que ser Audrey. Micaela pegará el grito al cielo.

—Lo se. Su enojo se le notaba en los ojos.

—Bastian, yo no te avisé porque pensé que estarías en casa. No supuse que estarías con Audrey a esta hora de la noche —papa sabe lo de mi relación, pero no que me iba a meter a la casa de la vecina, porque no lo hubiera permitido conociendo a la señora Micaela.

—Me olvidé de decírtelo.

—¿Ahora que van a hacer? —pregunta Ethan en un mal momento.

—No lo sé. Solo espero que toque a Audrey de una manera agresiva.

—Nunca le pegaría, pero si la va a castigar —asegura mamá—. Lo mejor es que mantenga la distancia hasta que se le pase el coraje a Micaela —aconseja—. Yo trataré de hablar con ella y convencerla para que puedan disfrutar de su noviazgo.

—Gracias, mamá.

—Todo por verte feliz —me abraza.

AMIRA.

Audrey ingresa a mi habitación sin avisar, cierro la laptop porque no quiero que me descubra viendo los covers de Ethan. Miro su cara triste y hasta lágrimas.

Me quito los auriculares—. ¿Peleaste con Bastian? —niega.

—Entonces, ¿qué?

—Mama sabe todo sobre mi relación con Bastian, incluso que hago el amor con él —me la miró asustada.

—¿Los encontró en pleno acto?

—No. Ella nos vio besándonos y después que Bastian se fue se dio cuenta de la pastilla de emergencia y está enojada, decepcionado y me prohibió estar cerca de Bastian —me acerco a ella y tomo su mano. Ama a Bastian y esas lágrimas son por él y mamá.

—Tranquila, todo pasará.

—Me amenazó con mandarme a Alemania.

—Solo es por el enojo, tranquila. Mejor ve a tu habitación y espera a que mamá se duerma y ven acá para que llames a Bastian, porque seguro te castigó con el teléfono.

—Sí. Gracias, me voy ante de que sepa que tú sabías.

—Ve rápido —sale de la habitación rápida.

Mamá es cosa sería. Si reaccionó así con Bastian, que lo conoce desde niño, no quiero imaginar su reacción si se entere de que hice el amor con Ethan.




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