AUDREY.
—Puede besar a la novia —miro a Bastian, él me agarra de la cintura y me besa.
Hemos pasado por tantas cosas, la vida no fue fácil, la adolescencia fue una etapa hermosa, pero a medida que pasó el tiempo nuestro amor tuvo que pasar pruebas, y una de esas tantas pruebas fue la confianza.
A pesar de que pensé que todo acabaría, nuestro amor fue más fuerte y la llegada de Chloe lo complemento más. Y hoy se cumplió aquella promesa que nos hicimos 5 años atrás.
—Te amo —musita antes de dejar mis labios.
—Yo mucho más.
Han pasado muchas cosas durante esto 5 años. Stacy y Braulio tienen 2 gemelas, y en unos meses se casarán. Mi hermana tiene una relación estable, pero a distancia, y Noah es feliz con la mujer que ama y sus hijos.
Mamá se casó de nuevo y es feliz junto a su esposo, y papá está contento con su nueva pareja. Mis hermanastros tiene buena vida.
Bastian ya es arquitecto y yo soy fotógrafa profesional, él trabaja con mi suegro y yo en una agencia de modelaje. Ambos logramos tener nuestro título profesional, y sobre todo tenemos un hermoso hogar.
—¡Bravo! ¡Qué viva mamá y papá! —tanto Bastian con yo miramos a la pequeña Chloe, nuestra hija. Es una niña preciosa, heredó los ojos de Bastian y mi genética, ya que su cabello es rubio.
—Ven princesa —mi pequeña se lanza a los brazos de su padre y mi amor la abraza.
—Felicidades a los dos —dice mi hermana.
—Gracias—decimos ambos y ella nos da una sonrisa.
—Te amo papá y mamá —miro a mi lindura de un año.
—Yo más mi amor —Bastian me agarra de la cintura.
—Las amo, mis hermosas mujeres —sonríe derritiéndome por completo. Le da un beso a nuestra hija y me da un beso a mí.
—¡Que vivan los recién casados! —grita mi familia y amigos que me acompañan en este día muy especial.
Meses después.
—¡Niña fea! —me río mientras a Bastian se le deforma la cara.
—¡Feo! —Chloe le saca la lengua al vecino.
—Amor, creo que debemos irnos a vivir a otro lado —llevo la mano a mi vientre mientras me carcajeo de la risa.
Estoy embarazada, y es un niño. Estamos ansioso por su llegada, ya queremos a nuestro niño con nosotros.
—¡Ay, Dios!
—No es Chistoso, Audrey.
—Lo es, así mismo pasó con nosotros —mi Chloe siempre pelea con Lucas, dice que no le agrada, pero es una niña.
—Por eso tenemos que irnos. No voy a permitir que pase lo mismo... No señor —me río.
—No seas celoso amor, es la ley de la vida.
—Pero es mi princesa, mi niña, y ese chiquillo peleón no me la va a enamorar. Yo conozco esas manías, yo las puse en práctica —lo agarro de sus mejillas.
—No te enojes —le doy un beso.
—Soy celoso, no puedo evitarlo.
—Lo sé —me pega un poco más a él.
—Ya quiero que nazca David, quiero que él cuide a Chloe cuando yo no esté en casa.
—Será un mini celoso —reímos.
—Eres tan bella, soy tan afortunado de tenerte —acaricia mi cabello.
—Yo también soy muy afortunada de tenerte a mi lado, Bastian García, mi esposo.
Toma mi mentón y me da un suave beso.
—¡Mamá, papá! —miramos a Chloe y a Lucas. Reímos.
Bastian me da un beso y corre hacia mi hija y la toma entre sus brazos; abrazándola con tanta adoración.
—Amor, de papá —la llena de beso mientras Lucas no deja de verla.
Después de todo, Bastian tiene razón, Lucas, aunque está aún pequeño, siente algo por mi hija. Que sea lo que Dios quiere, mi hija no solo tiene una madre sino a una amiga. Suspiro y acaricio mi barriga. Pronto mi familia crecerá más, y el amor igual, porque cada día nos amamos más.
—Te esperamos, David.
Gracias por todo el apoyo. Si les gusto la historia no olviden de dejar su estrella.
Nos vemos en la historia de Naín que ya está en la plataforma. Gracias de nuevo, L@s quiere, cerezos.
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Editado: 12.07.2022