Mi odisea en un mundo virtual

Capitulo 5 : Un camino sin salida

Momentos después del secuestro de Rainer, en la tienda del líder de los heraldos del león de fuego estaba Macross quien de un fuerte gancho alto tumbo al suelo a José, su cara estaba llena de ira antes de agarrar a su líder de la coraza y levantarlo con fuerza, en la cama estaba sentada la súcubo que se hizo pasar por Alex.

—¡¿Sabias que esos pobres chicos iban a ser secuestrados y no hiciste nada para evitarlo?!—reclamo Macross con rabia.

—Escuchame bien Macross, desde que tengo treinta años eh buscado acabar con ese maldito ser del abismo del caos eterno que amenaza estas tierras, nosotros somos la espada y escudo que protege a los débiles—José se suelta fácilmente del agarre de Macross para luego levantarse—si para obtener una mínima oportunidad de victoria debo sacrificar a cinco personas con gusto lo hare.

—Te tenia tanta admiración José, de haber sabido que eras una de esas personas hubiera preferido nunca unirme a esta legión, si tu no planeas salvarlos—Macross toma la espada de Rainer que estaba clavada en el suelo—yo lo hare por mi propia cuenta.

—Por mi parte creí que tras tus diversas perdidas habías madurado, pero veo que aun eres solo un niño que piensa que se puede obtener la paz sin perdidas—replico José seriamente.

—No te atrevas a nombrar el recuerdo las personas que perdí con tu boca manchada de sangre de inocentes, me largo de esta legión—dijo Macross enojado arrojando su coraza al suelo.

—Aunque adoro la discordia no te recomiendo dejar la legión Macross, no si quieres tener la oportunidad de rescatar a Rainer, a Mairon y a Sai—comento la súcubo.

—¿A que te refieres vil serpiente?—pregunto Macross dándose la vuelta.

—Entrar al abismo del caos eterno es imposible para cualquier ser que no sea del bajo mundo como lo son los demonios, súcubos, goblin, esqueletos, brujas y muchas criaturas más, con mi ayuda podrían entrar y destruir el artefacto que mantiene la barrera—menciono la súcubo segura—para que puedan atacar con todo el reino y salvar a mis pobres compañeros de equipo.

—Creo que deberíamos escucharla antes de tomar una decisión drástica Macross—sugirió José mirándolo.

—Conozco a los de su clase, no quieres salvar a tus antiguos compañeros solo quieres ver destruido el reino del que fuiste desterrada—dijo Macross señalando a la súcubo—¿o me equivoco?.

—Realmente quiero que los salven por que son una familia para mi, no merecen morir por culpa de un error mío—dijo la súcubo arrepentida para luego sonreír—¿esperabas que dijera algo así?, pues no, solo quiero ver destruido el abismo del caos eterno como venganza por mi destierro y el brazo que perdí.

—Eres un ser despreciable—replico Macross enojado—pero que se podía esperar de una súcubo de ese lugar.

—Muchas gracias por ese cumplido anciano, entonces ¿Qué les parece una alianza?, con el plan que les presente a ambos antes de que se pusieran a pelear podrán invadir el abismo del caos eterno con su ejercito—hablo la súcubo con seriedad.

—¿Cómo sabemos que no nos traicionaras? Ya traicionaste a las personas que te tendieron la mano una vez, ¿Cómo sabremos que no volveras a hacer?—pregunto Macross totalmente desconfiado.

—Eh sido desterrada y mutilada, no hay nada mas que rencor en mi cuerpo hacia ese lugar ya que me dejaron a mi suerte—habla la súcubo con enojo—así que me rebajare para aliarme con ustedes y destruir el reino del abismo del caos eterno, no descansare hasta ver ese lugar derrumbado.

—Ese odio es completamente autentico, pero no es suficiente para que deje mi vida en manos de una súcubo, así que dime ¿Qué otras pruebas tienes de que no nos traicionaras?—pregunto Macross seriamente.

—Yo...—la súcubo se quedo pensativa cuando José saco un pergamino dorado.

—Para mi es suficiente prueba, pero si estas dispuesta a colaborar con nosotros no te importara firmar un contrato del juez ¿verdad?—pregunto José mostrando el pergamino.

—Hare lo necesario por el bien de mi venganza—respondió la súcubo—así que firmare el contrato del juez para someterme a sus ordenes.

—¿Eso es suficiente para ti Macross?—pregunto José mirándolo con seriedad.

—Es suficiente para mi, colaborare con ustedes dos solo por esta vez y una vez rescate a esos pobres chicos renunciare a la legión para siempre—respondió Macross seriamente.

—Muy bien, entonces terminemos los preparativos y comencemos con el plan "caída de la soberana"—expreso José llevándose a la súcubo quien parecía sorprendida por la información que tenía ese señor.

Tiempo después dentro de un jaula gigante colgando en lo mas alto de una prisión se veía a la verdadera Rea, esta tenía un collar con una gema azul en forma de luna y en su dedo anular de su mano derecha estaba un anillo con una gema escarlata, Rea estaba de rodillas con la cabeza de Rainer sobre su regazo, ella estaba sobándole gentilmente la cabeza tratando de no despertarla.

—¿Sigues con eso señorita aventurera?, en algún momento ella despertara dándose cuenta de la terrible situación en la que esta—exclamo un anciano malhumorado

—Silencio anciano, ella está aquí por mi culpa—aclaro Rea tristemente—si al menos puedo hacer que el sueño que este teniendo dure lo mas posible con gusto lo hare.

De repente Rainer comenzó a moverse bruscamente como si tuviera una pesadilla, pero Rea ni se inmuto empezando a tararear una dulce melodía que pareció calmarla, cuando Rainer se despertó de golpe sentándose en el suelo.

—¿Qué demonios?, ¿Qué ha pasado aquí?, ¿Dónde estoy?—pregunto Rainer nerviosa tocándose su vientre plano para luego suspirar aliviada—parece que todo no fue mas que un extraño sueño aunque no es la primera vez que me pasa.

—Hola Rainer, es un gusto conocerte—se presento Rea con amabilidad.

—Rea, ¿enserio eres tu?—pregunto Rainer desconfiada alzando los puños.

—Si soy yo Rainer, lamento que usaran mi identidad para algo tan cruel como lo que hicieron con tu equipo—respondió Rea agachando la cabeza—lo siento de verdad.




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