Mi odisea en un mundo virtual

Capitulo 10 : el lamento de un guerrero

 

Hace mucho tiempo cuando aún existía solo un reino en estas tierras yo no era nada mas que un simple caballero de la orden real, era cierto que era el tercer caballero mas fuerte de la orden, pero eso nunca me importo realmente, no me uní a la orden por que así lo deseara ni por voluntad propia, si no para que mi familia mantuviera su estatus de noble, realmente no hubo día en el que mirara por una ventana el exterior del palacio y no me cuestionara si realmente ese era el lugar en el que deseaba estar.

 

No se muy bien como todo comenzó, eh pasado tanto tiempo suprimiendo mis recuerdos del pasado que eh olvidado muchas cosas, solo sé que alguien libero a una especie de rey demonio de su encierro, con su liberación se vinieron tiempos de oscuridad donde se perdieron innumerables vidas, varios pueblos junto a aldeas fueron destruidas y la esperanzas poco a poco se perdían ante una guerra que parecía imposible ganar.

 

Intente convencer a mis superiores de que permitieran que los habitantes de las aldeas y pueblos cercanos se resguardaran detrás de los muros del reino, pero siempre fui rechazado con un cortante “no” o un simple “vere que podemos hacer”, al poco tiempo me di cuenta que hablar con ellos era inútil, ninguno de mis superiores jamás escucharían a un miembro de la orden de tan bajo rango lo que me lleno de ira e impotencia.

 

Por eso una noche deje mi carta de renuncia en la mesa del líder de la orden junto a mi uniforme, lo único que conserve fue mi espada la cual guarde en su funda antes de vestirme como un aventurero cualquiera con la mayoría de la cara cubierta por un cubrebocas, con esa nueva apariencia empecé a proteger a los habitantes de varias aldeas ganándome un apodo… el cual olvide sin querer.

 

Uno de esos días que estaba vagando por un bosque pude ver a una enorme criatura con dos alas descender al suelo, temeroso de que fuera un soldado del rey demonio decidí seguirlo con una skill de invisibilidad, aquella bestia aterrizo frente a un lago mostrando claros signos de cansancio antes de mirar hacia mi dirección y decir “si vas a intentar matarme al menos da la cara”, eso me sorprendió por que nunca nadie pudo sentir mi presencia mientras tuviera esa skill activa.

 

Creo que fui un poco hostil con él al principio, pero gracias eso fuimos bastantes sinceros y claros al momento de hablar, antes de darnos cuenta ambos estábamos riendo con alegría, eso fue algo que ninguno de los dos esperábamos volver a hacer en nuestras vidas, a pesar de ser bastante sincero él era muy buena persona, lo acabo de recordar… el era un dragón… bueno, eso decía ser, como nunca pude ver un dragón en mi vida no sabría decir si dijo la verdad o solo estaba presumiendo.

 

Luego de hablar por varias horas no pude evitar contarle mi situación a esa criatura, como el rey no hacía casi nada por las personas fuera de su reino, como las personas vivían casi sin esperanzas y como yo hacia todo lo posible por ayudar a las personas que podía, “desearía que alguien hiciera algo para cambiar esta terrible situación”, esas fueron las palabras que dije completamente frustrado.

 

“¿Entonces por qué no te conviertes en un héroe?, fue la pregunta que me hizo ese dragón, cuando le pregunte a que se refería el me conto que en su región natal cada vez que aparecía  algún mal siempre surgía un héroe capaz de hacerle frente, el me dijo que tenía el espíritu de uno al defender a los inocentes, lo único que me faltaba era hacerlo oficial para convertirme en un símbolo de esperanza para las personas de la región entera.

 

Tengo que reconocerlo, yo dude al principio pero luego de que ese dragón me animara a dar el primer paso decidí autoproclamarme el héroe de esta región, al escuchar eso aquella bestia me dijo que con gusto se uniría a mí en mi trayecto para vencer al rey demonio, cuando le pregunte el por qué ayudaría a una región a la que no pertenece el me respondió “Porque siempre estoy feliz de enfrentar a oponentes fuertes, estoy seguro que ese rey demonio será una gran presa”, lo dijo con tanto entusiasmo que me dio un poco de miedo.

 

Se que puede sonar raro tener a un ser de casi veintidós metros de altura como compañero, pero para mi sorpresa el uso un hechizo el cual lo encogió a la misma altura que un lobo solo que le dio una apariencia más adorable que daba ganas de abrazarlo, de esa manera ambos comenzamos con nuestro camino como el grupo del héroe, aunque después nos hicimos llamar el equipo de justicieros.

 

Cuando mi habilidad con mi espada o el ataque de las garras de mi compañero no eran suficientes, el regresaba a su verdadera forma y de una potente llamarada carbonizaba a nuestros oponentes sin importar si eran un ejercito entero, por esa gran facilidad que tenia para acabar con innumerables vidas decidí apodarlo Armagedón lo que pareció gustarle ya que nunca me dijo su verdadero nombre, bueno, tampoco es que hubiera preguntado.

 

Sin embargo un día Armagedón me conto que existía un hechizo que le permitiría tener apariencia humana, solo que nunca lo había perfeccionado por lo que algo podría salir mal, en su primer intento logro tomar apariencia humana pero en lugar de dos ojos ahora tenia cuatro, en su segundo intento se transformo en una elfa con gigantescos pechos que le hacían perder el equilibrio, hasta que después de treinta intentos tomo su apariencia final siendo un chico humano con cuernos y cola de dragón.

 

Esa nueva forma que tenía combinada lo mejor de sus dos formas anteriores, sin mencionar que al transformarse en su forma semihumana ganaba un arma el cual era un tridente que era cien veces más duro que mi espada de metal reforzado, ahora con este nuevo progreso nuestro camino continuo volviéndonos las esperanza de las personas de la región entera, siendo alabados por las mismas y temidos por el ejército del rey demonio.




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