Mi odisea en un mundo virtual

Capitulo 11 : la liberación

Tirada en el suelo ante la mirada atenta de sus cuatro enemigos se en contra la reina súcubo que no daba indicios de querer moverse mientras el aura morada que la rodeaba por fin desapareció, esto hubiera hecho que cualquier persona normal se alegrara pensando que lo habían conseguido, pero Macross, Mayuri, Netsi y José al ser guerreros experimentados eran conscientes de que un ser de ese nivel no caería fácilmente.

 

—Recibió la penitencia de la noche sin luna de Rainer de frente, aunque mi madre sea tan poderosa ni ella podría salir ilesa de ese ataque—pensó Mayuri cuando el cuerpo de su madre empezó a moverse.

 

—Parece que aún tenemos trabajo que hacer—menciono José poniéndose en guardia.

 

—Así parece, aunque ahora mismo perdimos a uno de los nuestros—comenta Macross seriamente.

 

—La situación esta apunto de volverse complicada, ¡atentos!—hablo Netsi viendo a la reina súcubo ponerse de pie.

 

Cuando los cuatro se fijaron en su gigantesco oponente se quedaron sorprendidos al ver su estado actual, aquel ataque que hizo Rainer que podría catalogarse como un movimiento desesperado y casi suicida no logro hacerle nada a tan formidable oponente, en todo su cuerpo no se alcanzaba a ver ni el más mínimo rasguño.

 

—¡Es mentira!, ¡con ese ataque Rainer fue capaz de cortar al gran coloso!, ¡no puede haber salido ilesa de ese movimiento!—grito Mayuri con cierto miedo.

 

—El coloso fue creado para destruir a la reina súcubo de hace siglos, era obvio que ella se seguiría fortaleciendo con el paso de los años—dijo José tragando saliva—hasta cierto punto era predecible este resultado.

 

—A pesar de que ese ataque no logro cortarme… el dolor de tan poderoso impacto si lo sentí hasta el fondo de mi ser… ha pasado tanto tiempo que ya había olvidado esta sensación—habla la reina súcubo sonriendo ligeramente—me pregunto qué podrán hacer ustedes tres junto a mi hija para enfrentarme ahora que su carta de triunfo a desaparecido.

 

—Esto puede sonar mal para mis compañeros, pero no necesitamos a Rainer para vencerte en esta batalla, ella más que nada era un estorbo que no aportaba nada—declaro José alzando su espada ganándose la mirada de desaprobación de sus compañeros—pero ahora que se ha ido los cuatro podemos pelear sin contenernos.

 

—Vaya, vaya, vaya, ¿así que el líder de la tan aclamada legión de los heraldos del león de fuego trata así a alguien que los ha estado apoyando?, realmente no importa cuánto tiempo haya pasado—la reina súcubo alista un puño—los humanos siguen siendo tan despreciables como siempre.

 

Con fuerza lanzo un puñetazo al suelo provocando que todo el suelo temblara como si fuera un potente terremoto, momentos antes de que la onda sísmica los alcanzara los cuatro alzaron vuelo por los aires evitando el ataque.

 

—¡Macros, Netsi!, ¡será mejor que usen esos hechizos y skills perforantes que tanto tiempo me tomo enseñarles!—ordeno José—¡la única manera de ganarle a este ser es destrozándola de adentro hacia afuera!.

 

—¡Entendido líder!—grito Netsi antes de descender al suelo para entonar sus hechizos.

 

—¡Mayuri, Macross!, ¡nosotros iremos al frente!, ¡no importa que tan fuerte sea, se verá confundida si atacamos los tres al mismo tiempo!—ordeno José antes de volar hacia el gigantesco oponente que se estaba acercando.

 

—Solo por esta batalla seguiré tus ordenes—dijo Macross antes de volar detrás de su líder.

 

—Yo les cubriré sus espaldas—dice Mayuri volando detrás del caballero.

 

Los tres a una velocidad considerable se lanzaron al combate, la reina súcubo al verlos venir lanzo una rápida ráfaga de puñetazos en su dirección que ellos lograron esquivar por los pelos y a veces por pura suerte, hasta que Mayuri esquivo un puñetazo solo para ser golpeada y mandada al suelo por la cola de su madre.

 

En este momento Macross aprovecho para pararse en el hombro de la reina súcubo y susurrar “Rugido de Nemea”, al siguiente segundo el caballero soltó un poderoso rugido directamente en la oreja de su oponente que se escuchó incluso en la lejanía provocando que la reina súcubo gritara del dolor antes de sacudirse con fuerza expulsando a Macross por los aires mientras se tapaba los oídos con ambas manos.

 

—Yo mismo fui testigo de la dureza de tu piel, por eso me prepare para este momento—pensó José para luego gritar—¡sierra eléctrica!

 

En el aire José tomo su espada que se envolvió en un aura amarilla empezando a girar a una gran velocidad hasta el punto que parecía una sierra eléctrica de color amarilla que se dirigió hacia el pecho derecho de Shira que sostenía su oído con dolor, una vez entro en contacto con su piel toda la electricidad que junto José con su movimiento penetro la piel de su oponente electrocutando todo su pecho derecho con un potente voltaje.

 

Para su sorpresa Shira no mostro ningún signo de dolor o de sufrimiento, esta simplemente retiro su mano del oído en el que Macross le había gritado pudiendo ver sus dedos manchados de sangre, sin mencionar que termino perdiendo en cierta forma la audición de ese oído.

 

—¡Malditos insectos!, ¡me han dejado sorda de un oído!—grito la reina súcubo con una ira notoria en su rostro—¡ya se divirtieron mucho!, ¡es hora de despedirse!

 

Ella miro al cielo inflando sus cachetes para luego escupir un aliento de fuego morado que una vez llego a lo alto estallo en una lluvia de fuego que empezó a caer por el campo, algo raro era de que este fuego una vez tocaba el suelo no se apagaba, en poco tiempo la mayor parte del campo de batalla termino cubierto por fuego morado.

 

—¡Cuidado!, ¡el fuego morado es veinte veces más ardiente que el fuego normal!—advirtió Mayuri a sus compañeros—¡exponer tu cuerpo a esa calentura podría dejarte consecuencias permanentes!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.