0.2

—Este es mi trabajo Patrona… —musitó— El de protegerla. Es mi deber como abogado.           —Any después de escuchar esas palabras casi brinca del respingo que le causo el roce de las manos cálidas y ásperas pero agiles de Carlos por su mandíbula.       —Pues gracias —Se acomodó el pelo— pero vaya y disfrute su último día de vacaciones no ve que mañana a las seis de la mañana tiene que estar aquí.                               

—Si es necesario estaré a las cinco de la Mañana si usted me lo pide. —Ella se echó una carcajada.                                                                                                                                            

—Bueno me gustan los hombres dispuestos a todo. Pero váyase es una orden.                

Sin más preámbulo Carlos salió de la oficina con una sonrisa de niño con juguete nuevo. Sabía que ella no era alguien fácil, pero su jefa estaba muy buena a su parecer. Any por otra parte se quedó pensando en lo osado que había sido Carlos, que ningún hombre de su bufete estaría dispuesto a cometer por miedo a que lo despidieran, en teoría para ella iba a ser divertido que Carlos estuviera cerca. Tenía que encontrar ese motivo por el cual sentía chisporroteos extraños.                                        

— ¡JA! —Agarro el telefonillo— Alexandra, por favor, no me pases a mas nadie, para la oficina, cancela el anuncio de aspirantes, ya un chico se llevó el puesto además, Investígame el historial, de Carlos Rodríguez.                                                                

—Como usted ordene jefa. La chica soltó el telefonillo mientras miraba a los amplios edificios del centro de China. Esperando el amplio porvenir del mañana. Mientras que la Licenciada cogía su abrigo para Salir a cenar en algún lugar caro de la ciudad.