Mi primer amor

CAPÍTULO 5: Nos Fugamos.

Ya habían pasado varias semanas de lo ocurrido.
Zack ni me pregunto, ni tampoco se acercó a mi a darme explicaciones. Está bien, no tenía porque hacerlo ya que no éramos nada y era yo la que me había hecho ilusiones. Todo era mi culpa por haber ido a ese lugar con él y por haber pensado que tenía esperanzas con él.

Ya me había puesto el uniforme, había desayunado y ya habíamos encaminado para el colegio con mi hermano y su novia.

Al llegar ya había tocado el timbre y todos los alumnos comenzaron a entrar al colegio dirigiéndose cada uno a sus aulas.

Antes que pudiera dar un paso, se me acerca Zack.

—Escapémonos, por favor— me dice tomándome el brazo.

—¿Qué? Estas loco, ni lo sueñes— le respondí con un tono de enojada.

No entendí que le pasaba ¿Se habrá peleado con Laila y ahora me busca a mi? Pero quien se cree que es.

—Vamos , por favor, vayámonos de aquí, no quiero estar en este lugar—me dijo mirándome con sus profundos ojos azules.

Al mirarlo no podía resistirme, pero tampoco quería caer de nuevo en sus juegos. Sabía que saldría lastimada de nuevo y no quería.

Sin darme cuenta tomó mi brazo y salimos corriendo hasta el estacionamiento.

—Vamos, por favor antes que nos vean—dijo todavía sujetando mi brazo.

Rodeo mis ojos.

—No puedes obligar a una persona a hacer algo que no quiere— si quería, pero ya saben, no quiero salir lastimada.

—Por favor, te prometo que será divertido, necesito que mi amiga me ayude.

—¿Amiga?¿Yo?—pregunté.

—Si tú—dice y en ningún momento dejó de soltarme.

Entonces ahí entendí que me trataba como una amiga, y yo haciéndome ilusiones.

—Está bien, tú ganas , pero suéltame—dije intentando hacer que deje de sujetar mi brazo.

—De acuerdo—Dijo y lo soltó.

Subí a su moto y lo sujeté fuerte.

Llegamos a un local de trajes de baños y me da dinero.

—Pero ¿Qué se supone que haga con esto?—le pregunté asombrada.

—Entra y elige el traje de baño que más te guste.

—Oh, no , Yo no debería acept...

Me interrumpe

—Vamos, si no, no podré llevarte a un lugar al que deseo ir.

—Mmm, de acuerdo. Agaché mi cabeza y entre al local.

Las chicas de la tienda me atendieron muy amables y me mostraron muchas variedades de bikinis.

—Está te irá genial—dijo una empleada.

—De acuerdo me la probaré— Y fui hacia el probador

Era muy bonita, era color rosada y en la parte de arriba tenía como un tejido en el medio.

Entra Zack y les pregunta a las chicas de la tienda.

—Hola chicas ¿Puede llevar la bikini puesta?

Se miran entre ellas y asientan con la cabeza.

—Claro, no hay problema— dijo una de las chicas.

—Okay, entonces Anne vuelve al probador mientras yo pago— dijo acercándose al mostrador.

Zack buscó una maya para él y se la colocó debajo del uniforme, luego yo me puse el bikini y arriba la ropa del colegio.

Salimos de la tienda y volvimos a subir a la moto.

—¿Tengo que preguntar a donde vamos?—dije mientras miraba el paisaje.

—No, ya sabes que no te diré.

—Nunca me dices a donde vamos.

—Porque es sorpresa, y si te digo ya no lo será, da.

Paseamos por media hora hasta llegar a destino.

Cuando llegamos era una playa muy bonita, no había nadie ya que estábamos en otoño y la mayoría de las personas estaban trabajando o en el colegio, así que paramos con la moto en le medio de ella.

—¿Te gusta?— preguntó Zack sonriendo.

—Me encanta—dije devolviendo le la sonrisa.

—¿De donde sacas todos estos lugares hermosos?

—Un mago nunca revela sus secreto—dijo riendo

—Pero tu no eres un mago.

—Que amargada—responde.

—Lo se, no tengo sentido del humor.

—Vamos, creo que lo debes tener muy escondido—reímos al mismo tiempo.

Rodee mis ojos.

Saque mi ropa y me había quedado en bikinis. Zack hizo lo mismo y se quedó en maya, por suerte hacia calor, en esta época hay días que en los que hace frío y otros que parecen verano, pero por suerte hoy nos toco este último.

Al girar a verlo me di cuenta que tenía unos pectorales en el que casi se me había caído la baba. Me di vuelta rápido disimulando que no lo habia visto y me dirigí hacia el mar.

Me siento en la orilla colocando mis pies en el agua. Siento que alguien se me acerca y se pone en la misma posición. Pues claro que era él.

—De verás ¿Cómo haces para encontrar estos lugares tan hermosos?—dije con mi vista al mar.

—Bueno, siempre quiero estar sólo y pensar, doy vueltas con mi moto, hasta encontrar estos lugares.

—Vaya y cuántos lugares más conoces así.

—No puedo revelarte todos mis secretos querida. Y me salpica un poco de agua.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.