Mi primer amor

CAPÍTULO 16: Intentándolo Parte Uno.

Estoy muy feliz por mi amiga, pero tengo miedo de que salga lastimada ya que mi amigo me había dicho que le gustaba alguien más, al menos que sea ella, pero creo que me lo hubiese dicho. No se, no estoy segura, creo que será mejor esperar a que él me cuente, ya que me dijo que me lo iba a decir cuando él esté seguro de sus sentimientos.

—¿Está noche nos escapamos juntos?— me susurra una voz tras mi oído derecho y hace que salga de mis pensamientos.

— Ah Zack, eres tu— Digo mientra volteo a ver—no se, sabes que estamos castigados y no quiero otra suspensión.

—Yo tampoco quiero otra suspensión, pero deberíamos aprovechar para salir— me dice haciendo puchero con sus labios.

—Está bien, saldremos— rodee mis ojos.

—¡Bien!—me da un beso rápido en la mejilla y se va.

Por suerte mis amigas estaban concentradas limpiando que no se dieron cuenta de lo ocurrido.

—Será divertido ir a este viaje—dijo Sofi imitándome.

—Lo hubiera sido si no nos hubiésemos escapado— dije entrecerrando mis ojos.

—No, hubiera estado mejor sino nos hubiesen atrapado—dijo Angie pasando un trapo mojado por la ventana.

—Pero si estábamos muy lejos para que nos vieran, no entiendo como nos descubrieron—dijo Juli.

—Seguro fue el grito de Sofía cuando me encontró— dijo Angie entrecerrando sus ojos.

—Pero es que tenía que hacerlo, la emoción del momento corría por mis venas—dijo Sofía dejando de barrer.

—¿De qué hablan— preguntó Lucas entrando al comedor.

— ¡De nada!—gritó rápido Angie—Decíamos que nos pareció raro que el director nos encontrara ya que estábamos muy lejos de las cabañas.

—Sí, tienen razón— dijo Lucas en tono pensativo—pero tal vez fue a una de las cabañas y no nos encontró en ellas.

—Pero si fuera así, nos hubiesen buscado todos los del campamento y en realidad había aparecido el solo—dijo Angie.

—Ya no importa chicas, por mas que lo descubramos estamos castigadas igual— contesté, deje el trapo arriba de la mesa y salí un rato a tomar aire.

—¿Ustedes no piensan hacer nada? —les pregunté a Laila y sus amigas que estaban acostadas en una hamaca de tela grande en las que las tres cabían y esta estaba colgada a dos palos gruesos de madera.

—Ni lo sueñes, acabo de hacerme las uñas— dijo Missy.

— Y yo no pienso tocar un trapo sucio— dijo Laila.

—¡Ash!— Rodee mis ojos y me fui hacia los baños que estaban detrás del comedor.

Antes de entrar al baño, veo que Zack sale de este pero el de hombres.

—¿Qué haces?— me pregunta.

—Voy al baño, daa—respondo.

—Antes de entrar tendrás que pagar— dice impidiéndome el paso.

—¿Cómo?—respondo— No tengo dinero.

—Con algo mejor —pone sus manos en mi cintura y comienza a besarme.

—Pe .. ermiso — dice una voz entre cortada femenina que salía del baño.

Rápido nos alejamos.

— ¡Belén! — dijimos con Zack al mismo tiempo.

—Yo, lo siento, no quise—dijo Belén.

— No, no pasa nada, pero por favor no le digas a nadie por favor— dije juntando mis manos haciendo seña para que no diga nada.

—No diré nada, lo prometo—responde.

—Gracias, gracias, gracias. Eres la mejor cuñada—dije sonriendo mostrando mis dientes. Belén hace una sonrisa y se aleja de nosotros—Yo, iré al baño.

—Okay— dice Zack, me da un beso rápido y se va.

__________

— Bueno chicos, creo que ya hicieron suficiente, los liberaré del castigo y si se portan bien mañana podrán ir a la última excursión del viaje— dice el director mientras que nosotros estábamos sentados en una mesa del comedor.

—Genial, esta noche podemos...

—¡No!—Le interrumpo a Sofía que me estaba susurrando.

—Pero...

—¡No dije!—exclamé—ya escuchaste, no quiero quedarme sin ir a otra excursión y no quiero más castigos.

Sí, ya sé, ya sé que había organizado escaparme con Zack y era la menos indicada en darle un sermón a Sofía. Pero tenía que disimular y a demás no es de mala pero no quería que me descubran de nuevo.

— Bueno, está bien, nada de planes—responde rodeando sus ojos.

Nos fuimos a nuestras habitaciones y mis amigas ya se habían puesto el pijama, yo me puse una calza y una remera blanca. Me tape entera para que no se dieran cuenta y metí la excusa de que tenía mucho frío. Apenas se durmieron salí de puntillas hasta la sala de la cabaña.

—¡Ah!—gritamos con Juli.

—¿Que haces?— preguntamos al mismo tiempo.

—Fui por unas papas—dice Juli—¿Y tú?

—Eh, yo iba al baño— dije entrando al baño y me quedé allí a esperar que se fuera a dormir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.