Mi primer amor

CAPÍTULO 23: Fiesta y Graduación.

Ya se estaba oscureciendo y nos fuimos a las habitaciones a alistarnos para la fiesta. Cada habitación tenía un baño propio, los chicos ocupaban dos habitaciones y nosotras una.

Con mis amigas ya estábamos bañadas, solo faltaba Belén que estaba en el baño.

—¿Ya hablaste con tu hermano?—preguntó Angie. mientras me secaba el cabello.

—No, aún no—respondí—quise decirle hoy pero llegaron sus amigos y me tiraron a la piscina.

—Sabes que se va a enfadar muy feo—dijo Belén al salir del baño con una toalla en su cabello.

—Si lo se y no quiero que tengas problemas con él—dije.

—Pero seguro los tendré.—dijo y se me hizo un nudo en la garganta.

—No, te preocupes, no pienses en eso ahora—dijo Sofi mientras se maquillaba—ahora solo emborrachate y pasala bien.

—¿Emborracharme?—pregunté—¿Acaso trajiste alcohol?

—Por supuesto, una fiesta sin alcohol no es fiesta—respondió.

—Aún no puedo creer que mi madre te dejara montar esto—dije.

—Bueno, tu madre digamos, que.—dijo Sofi.

—No lo sabe—terminé de decir la frase y la fusilé con la mirada.

—Solo le dijimos que era una fiesta pequeña, nada más.—dijo Angie.

—Mientras ustedes discuten, yo iré por algo de comer—dijo Juli y nosotras rodeamos los ojos.

—Bien, iré abajo a ver como van los preparativos—dijo Sofi que ya estaba cambiada, vestía con un vestido negro entero y zapatos negros. Mientras que con Angie y Belu nos terminamos de cambiar, maquillar y peinar.

—Que hermosas están—dijo Lucas acercándose a la puerta—pero más mi princesa—dijo y Angie se sonrojó.—Me la llevo un ratito—dijo y salieron de la habitación.

—Iré a ver qué está haciendo Sofía—dije y Belén asintió.

__________________________________

—Por aquí—le dijo Sofía a unos chicos que pasaban con unos equipos de música enormes.

—¡¿Qué están haciendo?!—dije un poco molesta.

—¡Ah! Son los djs de la fiesta—dijo Sofi,

—¿¡Estas loca?! ¡Si mi madre se entera va a matarme!—exclamé —¡Matías pon un poco de orden por favor!¡Esta chica no me escucha!

—Ya hermana, relajate un poco—dijo mi hermano chocando los cinco con Sofi.

—No puedo creer que te pongas del lado de ella—dije.

—Del lado de ella no, de la fiesta sí—respondió dándome una palmada en el hombro y se fue.

—Bien, ahora relájate y disfruta la fiesta—dijo Sofi y rodee mis ojos.

Mi hermano y sus amigos ya estaban cambiados y muy guapos, sobre todo Zack que no podía dejar de mirarlo. Los invitados comenzaron a entrar y la casa estaba repleta de gente, tanto que ya no se podía pasar. La música comenzó a sonar  y algunas personas empezaron a bailar.

—Una fiesta pequeña, he—dije mientras fusilaba con la mirada a Sofi y ella me sonreía.

—Vamos, toma éste shock y relájate—dijo mientras yo lo bebía.

—Necesitaré diez de estos para relajarme—dije y luego suspiré.

—Diez serán—dijo Sofi mientras le hacía seña a un chico para que traiga más.

—Era broma—respondí.

—Vamos, toma un poco más—dijo Sofi y le seguí la corriente.

Mi cabeza daba un poco de vueltas, asique decidí dejar de tomar y buscar a Zack. La fiesta se estaba descontrolando, la gente ya estaba muy alcoholizada, había invitados sentados en las escaleras y otras vomitando en los baños.

—¿Haz visto a Zack?—le pregunté a Sofía que estaba sentada en una ronda con chicos y chicas  jugando a la botella.

—Debe estar con sus amigos—respondió sin darme importancia. Seguí caminando y me dirigí hacía la cocina.

—¡¿Julieta?!—Ustedes pensarán que estaba sentada comiendo una bolsa de papas fritas, pero no, se estaba besando con Eric. Retrocedí unos pasos y seguí buscando. —Chicos disculpenme, pero han visto a Zack?—les pregunté a Angie y a Lucas que estaban sentados en las escaleras.

—Hace un rato lo vi en el patio—dijo Lucas y siguió besando a Angie. Rodee mis ojos y me fui al patio.

—Ahí estás—dijimos ambos.—Te estaba buscando—dijo Zack.

—Yo también—respondí y Zack me da un pequeño beso.

—¡Qué carajo están haciendo!—gritó Matías.

—Creí que era otra chica—dijo Zack y lo fusilé con la mirada. Aunque en estos momentos no me hubiese molestado.

—¡Ustedes se piensan que yo soy idiota!—volvió a gritar mi hermano, mientras yo me escondía detrás de Zack.

—¡Diablos!—susurré.

—¡Te dije que con mis amigos no te metas!—dijo señalandome—¡¿Y vos, cómo pudiste hacerme esto?!—señaló a Zack.—¡Se supone que las hermanas y las novias de los amigos tienen bigote!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.