Epílogo.

Hoy es el día, el días más esperado de todos los egresados, el día para beber más de lo usual, el día para declararse ya que nunca más volverás a ver esa persona, o quizás sí, hoy es el día en que todas las chicas sueñan para estrenar su magnífico vestido en el que estuvo horas y horas para elegirlo y en el que también esperan para poder bailar con el chico que les gusta, hoy es la graduación.

—Mamá, dile Anneley que me pase el agua—dijo Matías. Mi hermano aún no me perdonaba y aunque se hacía el duro sabía que muy dentro de él quería hacerlo.

—Vamos Matías, hoy es tu graduación no puedes seguir enojado conmigo.—dije.

—Mamá la próxima vez compra un repelente para los mosquitos, últimamente me están molestando—dijo mientras se servía agua y rodee mis ojos.

—Matías no tenemos ocho años—dije.

—Ya, dejen de pelear me iré alistar para ir a la peluquería—dijo mi mamá.

—Ya te pedí perdón—dije.

—Lo hubieses pensado antes—me dijo —esto es algo serio.

—¿Algo serio?—pregunté—Vamos Matías es solo un chico.

—¡No es solo un chico, es mi amigo al que te dije que no te acercaras!—respondió—si fuera otro chico no me importaría, pero—hace una pausa—¿Justo él?¿Justo tenía que ser Zack?

—Uno no elije de quien enamorarse.— Si, se que no era la mejor respuesta, pero ya no sabía cómo arreglar las cosas.

—¿Quieres ir conmigo cariño?—preguntó mi mamá y mi hermano se fue a su habitación.

—Claro respondí.

Subí al taxi con mamá y nos fuimos a la peluquería.

—Hola chicas, pasen por aquí—dijo la dueña del lugar.

Nos sentaron en dos sillones grandes y cómodos que estaban uno al lado del otro, donde podíamos acostarnos y apoyar los pies en un banquito, una de las chicas nos hacía la manicura y pedicura y otra nos lavaba el cabello.

—¿Qué pasó cariño con tu hermano?—preguntó mi madre.

—Digamos que me metí con su amigo y está muy enfadado—respondí.

—¿Alex?—preguntó.

—No, Zack—respondí.

—Entiende cariño, era su amigo y ustedes lo traicionaron, vos como hermana y él como amigo.—dijo mamá—Dale tiempo y verás que las cosas se van a solucionar.

—Gracias mamá por tu apoyo.—dije.

—Cambiando de tema ¿Te irás con tu padre?—preguntó mamá.

—Lo estoy pensando y seguramente sí, pero solo pasar las vacaciones.—respondí.

—Está bien, no te detendré, ya eres grande y puedes elegir tus propias decisiones.—dijo.

Luego de lavarnos el cabello, nos peinaron y maquillaron, mamá se hizo un recogido y yo escogí tenerlo suelto y unos bucles en las puntas, salimos del lugar y nos fuimos a casa a cambiarnos. Matías se había puesto un esmoquin muy elegante, mamá se puso un vestido negro al cuerpo y yo el que me había comprado en el shopping con las chicas.

Subimos al coche de Matías y nos dirigimos a la fiesta, para la graduación habían escogido un salón muy lindo y elegante, el techo era de cristal que si mirabas hacia arriba podías notar la hermosa y brillante luna que estaba rodeada de estrellas, en las paredes solo se encontraban unos ventanales blancos y grandes y arriba de ellos estaban colocados unos aires acondicionados. Las mesas eran redondas con un mantel blanco y las sillas también.

—Zack—dije apenas lo ví y me da un pequeño beso como saludo.

—Ella es mi madre—dijo señalandolos— Alejandra.

—Hola señora.

—Sallow—respondió su madre estrechando sus manos con la mía.—Me alegra haberte conocido.

—Igualmente señora Sallow—dije y se fueron.

—Hola Anne—me dijeron las chicas.

—Hola chicas, estan hermosas—dije.

—Vos también—respondieron—vayamos a bailar—dijo Sofi y nosotras asentimos.

Comenzamos a bailar y luego me puse en pareja con Zack.

—Si mi hermano nos ve se va a enfurecer más—le dije.

—Me gustaría que esta noche dejemos de pensar en él y nos divirtamos—dijo Zack.

—Está bien—dije, Zack tomó de mi mano y nos fuimos hacia el exterior del salón.

Fuera de este había una fuente y luces alrededor.

—Te amo y me haces muy feliz—dijo Zack.

—Vos también me haces muy feliz—respondí—y también te amo.

Zack colocó sus manos en mi cintura y estrechó sus labios con los míos sintiendo un cálido beso.

—No quiero que esta noche se acabe, me quiero quedar refugiado en tus brazos y en tus labios—dijo murmurando dando pequeños besos en mis labios y yo sonreí.

Zack levanta su vista mirando detrás de mí, veo que la expresión de sus ojos cambian, como si estuviera confundido.