Lo besé con intensidad. Él no se negó; al contrario, me atrajo más hacia él. Lo tomé del cuello, profundizando el beso. Me estaba excitando, pero debía controlarme...
"Cálmate, An, no estás solo", dijo Yin al llegar.
Me separé a regañadientes. En el beso sentí la sangre, pero no me importó. Sus labios son como un vicio; si los pruebo, no quiero soltarlos jamás.
"Ten decencia, sigo aquí, animal", se quejó Lee.
"Entonces vete."
"¿Aug? ¿Me votas de mi propio bar?"
"Mmm", confirmé mientras devoraba a Bunny con la mirada. No sé si podré contenerme, se ve tan sexy ahora; los labios hinchados y rojos son una tentación.
"Hooo, uno los ayuda y así me pagan. Está bien, me voy", habló Lee ofendido mientras se llevaba a Pim en brazos.
No le presté atención y seguí observando a Bunny. Podría mirarlo toda la vida y no cansarme nunca.
"¿Por qué está bañado en alcohol?", susurró Yin mientras cuidaba al insecto, limpiándolo con delicadeza. Bueno, es doctor, ¿qué se puede esperar?
"Digamos que lo bañaron en alcohol", respondí, viendo a Yin.
"¿Quién fue? ¿Quién se atrevió a meterse con él?", se quejó, respirando molesto.
"No lo sé, las cámaras tienen todo."
"Mmm... me encargaré de eso más tarde."
Recibí el mensaje de Neo que me confirmaba que estaba aquí. Al fin, pensé que nunca llegaría.
"¿Ya te vas?"
"Sí, nos vemos."
Yin solo asintió y volvió a concentrarse en su novio. Cargué a Bunny como un bebé y lo saqué de ahí. Lo puse en el asiento del copiloto para luego subirme yo. Me dirigí a mi departamento. Después de unos minutos, la lluvia comenzó a caer fuertemente.
Estacioné el auto y volví a cargarlo. Lo llevé hasta mi piso. Él ya estaba dormido. Es muy pequeño, no pesa nada.
"¿Dónde estoy?", susurró cuando lo dejé en la cama.
"En mi habitación", respondí, sentándome a su costado.
"Anwat, ¿eres tú?", habló mientras intentaba abrir los ojos.
"Mmm, ve a bañarte."
Él se me acercó y me tomó del cuello. Solo pude sonreír mientras lo analizaba. En serio me gusta demasiado. Como está vestido lo hace más atractivo; esa piel blanca y suave se ve muy sexy con la iluminación.
"¿Puedes amarme solo a mí? Haré cualquier cosa, pero no me dejes."
"No tienes que hacer nada, mi corazón ya es tuyo."
"No, no solo quiero tu corazón, quiero todo tu cuerpo", se quejó. Es tan tierno.
Me acerqué, agarrándolo de la cintura sin despegar la vista de él.
"Soy tuyo, aun si no me quisieras, seguiría siendo tuyo; todo mi ser es tuyo." Lo besé con mucha intensidad, apretando mi agarre en su cintura. Pasé mi otra mano por su cuello suavemente, mordí su labio inferior con suavidad; mi lengua pedía entrar con urgencia. Él se aferró a mí, dándome entrada. No lo desaproveché e invadió su boca; el beso se volvió más intenso cada vez.
Podía escuchar los latidos de la otra persona al igual que los míos; nuestra respiración se iba haciendo más caliente.
"Mmm", gimió Bunny entre el beso, lo cual me excitó más, pero no, contrólate, Anwat, él está borracho.
Me separé lentamente. Si seguía, no iba a controlarme y terminaría lastimándolo. No quiero aprovecharme de él. Recuperé el aliento; mi cuerpo está caliente. Si lo sigo viendo, no me controlaré; debo salir rápido.
"¿Qué pasa?"
"Ve a ducharte y después duerme", le desordené el cabello, pero él se aferró a mí, queriendo besarme, pero lo aparté. Es obvio que está borracho.
"No, vamos a bañarte." Lo levanté y lo puse en el baño.
No podré dormir con él. Me siento muy caliente. Si lo toco, no sé qué haré. Mejor me duermo y despejo la mente, pero es… ¡Ahh! Qué es tan lindo, tierno, sexy… Me estoy muriendo de solo pensar en él… Me vuelve loco.
Me acosté en el sofá, cerrando mis ojos. Quiero deshacer toda esta calentura. Mejor pienso en ovejas, claro, como mamá me decía: "cuenta ovejas si no puedes dormir…" …pero lo único que pienso es en él… No, no, no, Anwat, basta…
No sé cuánto tiempo pasó cuando sentí peso en mi cintura. Abrí los ojos y era Bunny.
Tenía una camiseta que le quedaba grande, le tapaba hasta los muslos; su cabello todavía estaba húmedo. Vi su blanca piel y me excité; además, está en una posición que me pone en desventaja…
¡Oh, por Dios, no me castigues así!… Esto es un desafío. Siento mucha posesividad por él, quiero tomarlo, pero… ahora no.
"Bunny, ¿qué haces?", dije reponiéndome y lo abracé por la cintura. ¿Qué creen? ¿Que alguien como yo no podía controlarse? Bueno, no, pero sí… ya ustedes entienden… ¿verdad?
"¿Estás seguro de que no quieres nada?", pregunto con un tono de voz muy suave.
"Sí, pero quiero que estés sobrio para esto, pequeño." Él frunció el ceño y enganchó sus brazos en mi cuello.
"Pero estoy sobrio."
"No, no lo estás. Estás mareado, deberías dormir, conejito", dije acariciando tiernamente su cabello.
"Pero yo quiero, me siento excitado." Diablos, al oírlo de él me activa… La calentura empezó a amenazar mi cuerpo.
"¿Estás seguro? No quiero lastimarte."
"Sé muy bien lo que estoy haciendo, An."
"Bunny, ¿no te arrepentirás después?", pregunté analizándolo muy bien. No parece muy perdido.
"No, estoy bien ahora."
"Eres tan sexy… Te amo tanto, que me vuelves loco."
Lo atraje más hacia mí y lo besé con deseo. Sus labios son muy suaves; él me correspondió al instante mientras enganchaba sus brazos en mi cuello. Mordí su labio inferior mientras me apoderaba de toda su boca. Él es un poco torpe en los besos, eso me motiva más. Chupé y mordí su cuello; su aroma, su piel, sus gemidos… todo me pone más excitado. Su aroma es como una feromona para mí, es tan delicioso.
"¡Ah!... Mmm..."
Lo levanté y lo llevé a mi cuarto mientras nos besábamos. Sus gemidos me excitaban cada vez más… Me gusta… me encanta… lo deseo…
"Mmm, phi…"
Lo puse en la cama, le abrí la camisa y empecé a bajar, dejando besos por su piel. Empecé a jugar con sus pezones; él me correspondió arqueando la cintura. Sus gemidos… ¡Dios! Es tan suave y sabe bien; además, tiene un aroma delicioso.
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hay amor, hay mucho temor y amor, hay peleas y mucho drama y romanse
Editado: 27.02.2025