Mi Primer Amor (parte dos)

Capítulo Dos: Sentimientos Encontrados.

Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo. Un nudo en la garganta se apoderaba de mí, creí que nunca más iba a sentir este dolor que se adueñaba de mi corazón. Lentamente se hacía más fuerte y no lo podía soportar. Quería abrazarlo y quedarme enredada en sus brazos para siempre, estar con él me hacía sentir bien y olvidarme del resto del mundo. Quería decirle que lo extrañaba y que quería estar con él, pero me ganaba el orgullo.

Él solo tomó de mi mano y me llevó hacia la barra de trago. No emitía ningún sonido, solo caminaba y lo observaba como si hubiera visto a un fantasma, no podía desviar la vista de él. Por dentro pensaba ¿Por qué tuvo que ser así, esto? ¿Por qué fui tan cobarde?

 Al caminar hacia la barra examinaba su nuca, notaba como la brisa acariciaba los pequeños bellos que salían debajo de su cabello. Sacó su billetera, pagó los tragos que había derribado y me los entregó en las manos.

—Lo siento—se disculpó Zack y se desvaneció entre la gente. Me quedé parada por unos minutos sin emitir respuesta alguna, estaba estupefacta a la presencia del chico al que por primera vez me había enamorado. Mis esperanzas se iban desvaneciendo cada vez que lo veía más lejos de mí. En estos momentos quería borrar mi memoria, olvidarme de todo lo que pasé con él. Sin embargo, haberlo conocido también fue lo mejor que me pasó. Era mi primer amor, no podía ver a nadie más tan perfecto como él, estaba enamorada o, mejor dicho, lo estoy. Era una montaña rusa de emociones lo odiaba, pero a la vez lo amaba.

—¡Anne, ahí estás! —gritó mi amiga, mientras se acercaba a mí. —Te estaba buscando, veo que ya tienes los tragos—escuchaba la voz de mi amiga, pero aún seguía shockeada por el suceso anterior. Era como si sintiera que la tierra se hubiese movido, como si un terremoto pasara por mis ojos, pero aun así no podía lastimarme. Aunque su presencia me hacía más daño que algún dolor muscular o físico. —¿Anne, estás bien? —tocó mi hombro sacándome de mis pensamientos.

—Eh—desvié la vista a sus ojos— si perdón, vamos—murmuré y encaminamos hacia la pista. 

—Por lo visto Melanie ya ganó el juego—susurró Emilia, algo deprimida mientras miraba como Melanie y Alex se besaban en un rincón del baile.

—No te preocupes, te ayudaré a pagar los tragos—respondí— además ya te dije que los iba a comprar yo—sonreí de lado. Intentaba despejarme con mi amiga, pero a cada segundo se me venía la imagen de la nuca de Zack, mientras caminaba detrás de él. Esa sensación de tranquilidad al tocar su mano, no podía olvidarla. Pero el dolor volvía a mi corazón, entonces agitaba mi cabeza para desvanecer ese recuerdo. Quería irme, quería encerrarme en mi habitación a llorar nuevamente por él.

—Eres la mejor, por eso te quiero—dijo mi amiga en tono de broma.

—Chicas las estaba buscando—se acercó desprevenido Elías a nosotras.

—Ya vengo, iré al baño—contestó Emilia sonriendo de lado y se aleja de nosotros.

—Espera...—no me dio tiempo a hablarle, que prácticamente se fue corriendo de mi lado. En estos momentos odiaba a mi amiga. No quería estar con él, no me sentía bien con su presencia y menos ahora que en lo único que se me cruzaba en mi cabeza, era en la imagen de mi primer amor.

—No te preocupes—agregó Elías— no estás sola, yo te estaré acompañando—suspiré al escuchar sus palabras, por suerte no se dio cuenta por el volumen de la música. Aunque en la discoteca pasaban canciones a todo lo que daba, nuestro silencio era algo inquietante para ambos.

—Lo siento chicos, es que de verdad necesitaba ir al baño—agregó mi amiga minutos después de regresar.

—No te preocupes amiga—contestó Elías—si la estamos pasando bien—sonrió un poco inquieto—me iré un rato con mis amigos. — Sentí un pequeño alivio al irse de mi lado. Su presencia me hacía sentir intranquila después de lo cobarde que fui aquella noche —nos vemos chicas—se despidió de nosotras y antes que pudiera percatarme me robó un beso en los labios. Traté de gritarle, pero ya estaba demasiado lejos.

💜💜💜

—Recuérdenme que no vuelva a salir con ustedes—suspiré profundo y me lancé en la cama de mi amiga.

—Ay—expresó Melanie lanzándose a mi lado— pero si no fue para tanto.

—Lo dices porque la pasaste genial con Alex—agregué rodeando mis ojos.

—Yo también la pase genial—interrumpió Emilia colocándose en el otro extremo de la recamara. Ella tenía una cama de dos plazas, asique por suerte cabíamos todas. — ¿A que no saben lo que me pasó? —con su prima nos sentamos en esta—conocí a un chico guapísimo cuando fui al baño —sus ojos brillaban mientras miraba hacia el techo— era tan lindo, no hablé con él ni nada, pero me enamoré a primera vista.

—¿No hablaste con él? —preguntó Melanie—¿Así como pensabas ganarme en el juego?

—Ya habías ganado—respondió Emilia mientras la fusilaba con la mirada.

—¿Y cómo es él? —indagué ignorando a su prima.

—Ya dije— giró a verme mi amiga— es guapísimo, no puedo describirlo con palabras tienen que verlo. Y lo raro es que nunca lo había visto por el pueblo—hablaba mientras observaba a un punto fijo con una mirada enamoradiza.

—Bueno ya—agregó Melanie mientras se levantaba a pagar la luz— no puedes enamorarte de alguien que vez así nomás, debes hablar con la persona— apagó la iluminación del cuarto y volvió a la cama para dormir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.