Todo el mundo escupimos un poco al hablar, yo misma he visto alguna vez como mi saliva se proyectaba a la pantalla de algún cliente, mientras le configuraba el móvil o le resolvía alguna duda. Ahí hay varias opciones; si es muy obvio te ríes, sacas el alcohol y con algún chascarrillo le limpias el móvil o… pasas el dedo como si fuera parte de lo que ibas a hacer en ese momento y aquí nadie ha visto nada…
El problema es cuando hay gente que te refresca cuando te hablan, y os puedo asegurar que no es agradable.
Me acuerdo de dos personas en particular una mujer de unos 70 años, más me alejaba, más se acercaba ella, al final decidí desistir y ponerme un poco de lado para evitar que me bañara la cara. Cuando se fue, sin hacer muecas, como si no me diera a mi misma asquito me dirigí directa al baño. Me lavé los brazos casi hasta la axila y luego la cara y por si acaso me enjuague la boca con pasta de dientes.
También hay otra persona; hombre de unos 60 años, muy nervioso, le gusta hablar y no deja que los demás terminen sus frases y es un aspersor y además uno con potencia, da igual que tenga el mostrador de por medio y a parte de esté dos pasos mas lejos. Los salivazos vuelan como la traca final en los fuegos artificiales.
A mi compañero esta persona cada vez le da mas asquito, cualquier día le veo atendiéndole a gritos de lo lejos que intenta ponerse.
Conversación con mi compañero por WhatsApp
Compi: y mañana vendrá nuestro amigo el aspersor para pagar la factura
así que prepárate un chubasquero
Ah después de su visita limpiamos mostrador, ordenadores y teclado, qué cómo llegan sus fluidos al teclado, no lo sé, debe ser que los lanza con efecto.