Mi Primer Y Único Amor, Un Amor Prohibido.

Capítulo 5

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 

Capítulo 5  

Solo sentí que la chapa de la puerta cayó al suelo, mi mamá se lanzó sobre mi quitándome el cuchillo de las manos con sus mejillas llenas de lágrimas.

—Mamá: ¡Diana que pensabas hacer!  ¿Por qué hija?   

Mi tía estaba con ella entre las dos tumbaron la puerta, me dolía ver el llanto de mi madre, con la mirada pérdida respondí.

—Diana: No quiero vivir así ¡no lo entienden!   

—Tía: Nana tienes una vida por delante.

—Diana: Una vida que no quiero, ¿no entienden?, me cansé de luchar.

Mi mamá solo lloraba, mi tía trataba de animarla, no entiendo como se dieron cuenta pero mi mamá impidió que me cortara las venas, lo sé, atentar contra ti mismo es pecado, pero de verdad que en ese momento era lo único que deseaba, morirme.


Al parecer mi hermanito notó cuando tomé el cuchillo a pesar de ser tan pequeño cuando mi mamá preguntó por mi él le contó que estaba encerrada en el baño con un cuchillo, desde ese día mis papás no tenían tranquilidad, sus miradas de frustración, no me dejaban sola ni un minuto, tampoco dejaban que me acercará al cuarto de herramientas donde estaban los químicos y venenos, Juliana era mi compañía llegaba muy temprano en la mañana se marchaba al oscurecer, en dos ocasiones intenté quitarme la vida y en las dos fallé, mi madre lloraba día y noche, por eso hizo algo qué me molestó mucho.  

Mi tío Rafael tiene el don de la palabra por decirlo así, él no estudio psicología pero es muy bueno dando consejos, todos sus amigos o allegados incluso la misma familia cuando tiene problemas lo buscan a él para un consejo, sus palabras les produce  tranquilidad y son de gran ayuda, por eso mi mamá en medio de su desespero decidió llamarlo y pedirle  ayuda, necesitaba que la aconsejara no sabían que hacer conmigo, tenían miedo de dejarme sola que intentara otra vez una locura así, mi tío habló con ella le dijo que el martes próximo él vendría al municipio en un paseo, que yo tenía que cambiar de ambiente, que él se encargaría de hablar conmigo, que me dejara ir 15 días para su casa era lo mejor para mí.



Mi madre habló con mi papá le platicó la sugerencia de mi tío, estuvieron de acuerdo que sería lo mejor, tal vez cambiando de ambiente por unos días mi forma de pensar cambiaría, cuando mi mamá me contó me enoje mucho, era domingo estaba en mi habitación como era mi costumbre de todos los días.  

—Mamá: ¡Diana puedo pasar!  


—Diana: Sí—seguía viendo televisión.

—Mamá: Quiero que empaques algo de ropa.


—Diana: ¡que!—arqueo una ceja—,¿para qué? 


—Mamá: Tu tío Rafael me llamó viene el martes para el pueblo en un paseo, me dijo que si te dejaba ir con él para que pases vacaciones.

Algo no me cuadraba porque mi tío quería llevarme con él, si nunca antes lo hizo, además no creo que sea buena idea estar cerca de Santiago menos cuando busco olvidarlo y trato de verlo como mi primo, me negué rotundamente.

—Diana: Dile a mi tío que muchas gracias pero no iré a ningún lado, no quiero—me crucé de brazos.


—Mamá: Nana solo serán dos semanas—sonrió aunque nerviosa.

—Diana: ¡Dije que no quiero!—grite— ,¡que parte de no es no!


—Mamá: Hija es por tu bien—suspiró—será para cambiar de ambiente, además tu tío da unos consejos muy bonitos.

—Diana: ¿De que hablas?—estaba furiosa—¡tú lo llamaste!   

—Mamá: Estamos desesperados, solo busco sacarte esas ideas de tu cabeza.  

—Diana: Te crees con el derecho de contarle mi vida a cualquiera—me levanté de la cama—. No tenías derecho, que quieres ¿Qué todos sientan lástima? me miren como lo hacen todos—grité con lágrimas en los ojos.  

—Mamá: Hija solo quiero que vuelvas a sonreír—trató de acercarse pero no la dejé.

—Diana: Nunca nada será como antes—grité—,esto es culpa de ustedes yo jamás pedí venir al mundo.


Salí tirando la puerta de mi habitación, me alejé de mi casa, a mi refugio, un lugar cerca del arrollo donde hay unas matas de bambú, me metía en ese lugar por más que me buscaran no me encontraban, lloré y lloré, no quería ir a su casa, no quería que me trataran con lastima, no quería estar cerca del niño de ojos lindos, esa no era una buena idea, quiero estar lejos de él, me quedé hasta que anocheció cuando regresé a la casa mi mamá tenía los ojos hinchados de llorar, mi papá me miró con voz fuerte me dijo. 

—Papá: Empaca tu ropa irás a casa de tu tío, no se discute. 

No dije nada, solo regresé a mi habitación, llena de frustración e impotencia, empaque sudaderas y blusas, porque por el problema en mis caderas no puedo utilizar jeans, la ansiedad me mataba, trataba de controlar mis nervios, repetía una y otra vez, solo es mi primo y lo quiero como tal.


El martes mi mamá me acompañó hasta el pueblo nos encontramos con mi tío quien saludó con una sonrisa, yo permanecía con el ceño fruncido, me despedí de mi mamá me subí al bus. 

—Rafael: Tus primos están felices porque iras, todos te esperan con los brazos abiertos.


—Diana: Que bien—seguía mirando por la ventana.


—Rafael: Santiago también esta feliz, se que se llevan muy bien, él me contó que eres su prima favorita y se que él es tu primo favorito.  

—Diana: Algo me dijo—seguía mirando por la ventana para no delatarme.

—Rafael: Espero que este tiempo puedas compartir con todos ellos, tus primos te quieren mucho, eres muy importante para todos nosotros.

—Diana: Gracias—solo respondí lo necesario.  

Me dormí todo el camino, cuando nos acercábamos al municipio donde vive mi tío sentí que mi ritmo cardíaco se aceleró, nos bajamos del bus, casi toda la gente saludaba a mi tío al parecer es muy conocido de la gente  del pueblo, por su labor social y su gran don de gente, es una de las familias más correctas llenas de valores y principios muchos quieren seguir su ejemplo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.