Mi Primer Y Único Amor, Un Amor Prohibido.

Capítulo 8

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 

Capítulo 8 

Mi tío Rafael se bajó del bus y tras él con la sonrisa más hermosa que nunca, él niño de los ojos hermosos, cada día estaba más guapo, ya empezaba a salirle su barba, sentí como mi corazón se aceleró, mis manos me sudaban, inhale tratando de controlar mis nervios, pues se supone solo es un capricho, ya enterré lo que sentía por él, me  abrazó besó mi mejilla sentí como mi cuerpo se electrizó.  

—Santiago: Feliz cumpleaños chatica.  


—Diana: Muchas gracias, ¡pero que linda sorpresa!—lo abracé.  

Empezamos a caminar tras  mis tíos, cuando sentí que tomo mi mano, por un momento imagine como sería caminar de la mano con él pero como su novia, muy loco lo tengo claro.



—Diana: Pensé que no vendrías—sonreí—,que linda sorpresa.


—Santiago: Quería sorprenderte, que bueno que te gustó la sorpresa.

Sonreía como una tonta, sin duda este es el mejor regalo de cumpleaños, pasamos parte del día juntos, mi tío Rafael nos invitó almorzar, ya en la tarde regresamos a la casa, ya habían llegado varios invitados, algunos de mi familia, entre ellos Paola y sus papás, otros vecinos entre ellos Fernando, desde que llegó Paola se fijo en Santiago y al parecer él en ella,  estaban hablando  muy a gusto sentí que la sangre me hervía , Paola tenía el camino libre con él al fin ellos no son familia, sentí celos eso no estaba bien porque tenía claro mi lugar, por eso decidí ignorarlos el resto de la noche, Juliana estaba muy entretenida con el hermano de Fernando Mario que tenía su misma edad, yo decidí platicar con Fernando para ignorar la manera como Paola le coqueteaba a Santiago.


La misa estuvo hermosa, mis padres me dieron mi anillo en forma de flor en oro de 18 kl, sé el esfuerzo que hicieron para dármelo, todo quedó hermoso la comida y lo más importante la compañía de mis seres queridos, hasta bailaron incluida yo, uno de mis tíos me sacó a bailar a la fuerza, antes de enfermarme era una muy buena bailarina me encantaba es más yo fui quien le enseñó a bailar a Juliana, pero después de todo lo que pasó dije que no volvería  a bailar, ya no seria igual por la movilidad, pero mi tío John el más joven de todos los hermanos, tenía 25 años, me sacó a la fuerza bailamos reguetón, el decía que tenía que seguir con mi vida que yo era hermosa y para él seguía siendo igual.  


Cuando todos los invitados se fueron, estaba en mi habitación organizando mi cama porque ahí dormiría Santiago, yo dormiría con mi hermanito, el entró a la habitación yo salí a buscar las cobijas cuando regresé estaba en pantaloneta se sonrojo al verme, no pude evitar mirarlo me encantan su manos todas llenas de bellitos me encanta me parece  tan sexy en un hombre, dejé mis cobijas sobre la cama quería que durmiera con ellas para que dejara su aroma impregnado.

—Santiago: ¿Estás enojada conmigo o lo imagino?   

—Diana: Lo imaginas—seguía sin mirarlo mientras organizaba la cama.

—Santiago: ¡Segura!—me tomo del brazo haciendo que lo mirara—,no te creo, me ignoraste gran parte de la noche, al parecer estabas muy entretenida con tu amiguito.

—Diana: Lo mismo puedo decir yo—lo miré directo a los ojos—al parecer estabas muy bien con mi prima, por eso no quise interrumpir.

—Santiago: Es muy amable,  aparte muy guapa—sonrió.

—Diana: Que bien—sentí arder mis mejillas, le di la espalda—al parecer también le gustas a ella.

—Santiago: ¿Será?—me habló cerca del cuello—¿tiene novio?   

—Diana: Por qué no le preguntó usted—di media vuelta quise salir de la habitación cuando sentí que me tomo de la mano. 

—Santiago: Es broma—sonrió—,no te enojes conmigo.

—Diana: No estoy enojada—trataba de disimular mi molestia. 


—Santiago: ¡Segura!  

—Diana: Segura, no tengo ningún motivo.


—Santiago: Entonces demuéstralo—me señaló su mejilla pidiéndome que le diera un beso.


Así lo hice, el señaló cada parte de su rostro el mismo juego de besos de antes, nos sentamos en mi cama  saco una pequeña caja de su bolso.

—Santiago: Tengo un pequeño detalle para ti, feliz cumpleaños mi ricitos de oro hoy estás mas hermosa que nunca—me abrazó—me encanta verte sonreír.


Abrí la cajita era un hermoso reloj con bordes plateados y una pequeña rosita, sonreí sin pensarlo lo abracé.  

—Diana:El mejor regalo de todos los que recibí hoy sin duda fue tu presencia—acarició mi mejilla de una manera tan tierna, esa mirada que me confunde tanto—,gracias por venir.

—Santiago: No me perdería tu cumpleaños chatica.

Quería preguntarle tantas cosas, pero lo mejor era dejar las cosas en el pasado, sentimos un estruendo en la puerta que creen Diego que me estaba espiando, me armó una escenita de celos,  respiraba rápido y se comportaba muy extraño fulminó a Santiago con la mirada siguió a su habitación simplemente lo ignoré.  Como a las tres de la mañana sin que nadie se enterará Diego tomo su maleta y se fue, desde ese día no volví a saber nada de él.  

Mi tío Rafael se regresó al día siguiente, sabía que no volvería a verlo quien sabe hasta cuando, era mejor así, Ana y Saúl trataban de convencerme para que entrara a estudiar pero me negaba siempre, tenía miedo que se burlaran de mí, Saúl estudiaba en otro colegio de una vereda llamada la solita, él tenía varios amigos entre ellos uno que se llama Edwin Juliana deliraba por él, pero él solo la miraba como a una niña, no se puede negar que era muy guapo tenía 18 años, ese día subió amanecer a casa de Saúl cuando pasaron por mi casa Saúl me lo presentó, él me saludó de una manera muy coqueta me miraba de arriba a bajo, a Juliana la ignoró, ese día fue la primer vez que sentí una pequeña molestia en Juliana, aunque pensé que era tonterías pues según ella moría por él.  


—Juliana: ¿ves como te miraba?—se cruzó de brazos—¡como quisiera ser como tú!

—Diana: Ideas tuyas—sonreí—,a demás sabes que Edwin para ti sería inalcanzable, te dobla en edad. 

—Juliana: Nana, tú ya tienes tu cuerpo muy formado, estas ciega, te miró como a una mujer, estaba mirando tu cuerpo y más tus grandes pechos, ¿Por qué tengo que ser la mas niña?—se cruzó de brazos—me choca, quiero ser como tú. 


—Diana: No digas tonterías, además aunque esté guapo no es de mi gusto y tampoco estoy en edad de tener novio, que pereza complicarse la vida con eso.


—Juliana: Ojala cuando mi cuerpo se forme mis pechos sean grandes como los tuyos, para que los hombres me miren como a una mujer.


Ella y sus ocurrencias, me contó que se hizo novia de Mario su primer novio a escondidas, solo es una niña, ella lo toma a modo de juego, no entiendo como se arriesga tanto, Fernando me propuso lo mismo pero me negué, primero porque no haría nada a espaldas de mis padres y segundo no me gustaba, Ana y yo le tapábamos las locuras a Juliana.




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