Capítulo 9

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 

Capítulo 9  

Ana empezó hablar con su nuevo amigo Mauro,  estaba muy entusiasmada, incluso ella y Juliana me decían que mandara mi número o anotara uno como lo hizo Ana pero a mi no me interesaba, con el pasó de los dias Ana se ilusionaba más,  me daba gusto por ella, Saúl me invitó a su escuela él estudiaba en una vereda los jueves y viernes, el hecho es que ese día harían como un evento para recolectar fondos y Saúl participaría en algunos juegos y bailes, lo  pensé mucho pues desde que mi vida cambio no salía ni socializaba con nadie,  pero terminé aceptando tenía que dejar el miedo a integrarme con la sociedad, pedí permiso a mis padres ellos me dejaron ir, iría con mi tía y Juliana.  

Tomamos el transporte que nos llevó hasta la entrada de la vereda,  luego caminamos media hora, cuando llegamos Saúl nos recibió y nos presentó algunos de sus amigos, entre ellos el novio de Juliana, se notaba que el chico si estaba enamorado de ella, sus ojos lo decían, nos indicó donde podíamos sentarnos, empezaron las diferentes dinámicas, entre tantos chicos uno me llamó mucho la atención, hace mucho no me pasaba desde que conocí al niño de ojos hermosos, era lindo ojos cafés piel blanca cabello negro y muy serio, lo único malo es que también es de estatura baja creo mide lo mismo que yo, cálculo que tiene unos 21 años, el tiempo que lo observé no le vi sonreír, de verdad me atraía mucho, pasó por mi lado y se sentó dos sillas adelante,seguía mirándolo pero al parecer yo soy invisible para él, sentí una mano en mi hombro.

—Saúl: ¿Te gusta?—se sentó a mi lado.

—Diana: Está guapo no lo niego ¿Cómo se llama?  

—Saúl: José, pero nana pusiste los ojos donde no es.

—Diana: ¿Por qué?—me giré quedando frente a él.

—Saúl: Porque hace  apenas tres meses se dejó con la mujer, ese está entusado.


Eso fue como un balde de agua fría, tenía mujer, aunque se dejaron tienen algo que los unirá el resto de la vida una pequeña niña de dos años, por lo que me contó Saúl él estaba muy afectado pues estaba muy enamorado de ella, no se entendieron al parecer ella era muy controladora y celosa, también me contó que no es la primer vez que se dejan, siempre lo hacen y terminan regresando, además creo que siempre he pensando que no me gustaría meterme con un hombre que tenga un hijo, pues ese lazo será irrompible con la ex, por eso hombres así no estaban en mis opciones.

—Saúl: ¡Vamos te lo presento!—me tomó de la mano.


—Diana: ¡No claro que no!—me negué—,no me interesa andar con hombres comprometidos y con enredos de ese tamaño. 

Soltó una carcajada, la verdad no me interesa una relación con alguien con un pasado tan complicado, Juliana me presentó a su novio, es un chico muy amable aparte  es hermano de José, Juliana me molestaba porque sabía que el chico me gustó.

—Juliana: Le digo a Juan que te presente a mi cuñado, ¿imaginas? andando con dos hermanos.


—Diana: Me desilusione tiene una hija, al parecer no ha superado a su mujer, prefiero estar sola, no  tengo prisa.


—Juliana: No seas amargada—puso los ojos en blanco—,has tenido muchas oportunidades de tener novio y  las dejas ir, ¿quieres ser monja?—sonrió.

—Diana: Exagerada—le di un pequeño empujón—creo que todo llega cuando tenga que llegar.

—Juliana: No me digas que también quieres llegar virgen al matrimonio como dice tu madre y la mía.  

—Diana: Tampoco, pero esperaré al indicado. 


—Juliana: Si tú lo dices—sonrió.

El evento término un poco tarde por eso decidimos amanecer en casa de Paola que estaba a media hora, al día siguiente regresamos mi tía y Juliana a la finca y yo a casa de María para estudiar el sábado, sin querer tenía la imagen de José en mi cabeza eso era una buena señal quiere decir que ya se me pasó el capricho que sentía por Santiago, lastima que José no es un hombre que quiera para mi vida, Ana estaba cada vez más ilusionada con su amigo sus ojos brillaban un amor a ciegas, la verdad todas teníamos curiosidad de conocer a su amor a ciegas, sin querer Ana ya se había ilusionado con solo hablar por teléfono, compartían gustos muy similares, estábamos en la huerta ella siempre pegada al celular.

—Juliana: Ana nos cambio—cruzó los brazos—, solo quiere hablar por ese celular.  


—Diana: Exagerada, solo está enamorada. 

—Juliana: Solo faltas tú.

—Ana: ¿De que hablan?—sonrió  

—Juliana: De ti, te perdimos, pero falta Diana, hasta yo tengo novio soy menor que ustedes—puso los ojos en blanco.

—Diana: Pues yo no tengo ninguna prisa.  

Seguimos en nuestras labores y en la emisora que escuchábamos un chico mandó su número buscando amigas de 16 en adelante, me insistieron en que guardara el número, al principio me negué pero me dejé convencer, anoté el número y  lo guardé, ellas me decían que le mandara mensaje que tal vez encontrara un amigo como lo hizo Ana, después de tanto insistir ambas me dejé convencer termine mandándole un mensaje de texto solo decía  “hola ” seguimos trabajando cuando sentí el sonido del celular.

—Hola—me respondieron  

Dude en responder pero lo hice, eso si era emocionante solo mensaje te texto hasta que la recarga se terminara, ya imaginan el alboroto de mis primas.

—Diana: ¿Cómo estás? Mucho gusto me llamo Diana ¿y tú?.


—Muy bien, mucho gusto, que hermoso nombre, me llamo Luis  y tengo 21 años.


Seguimos mandando mensajes, le dije mi edad, donde vivía, a que me dedicaba, lo mismo hizo él, me contó que trabajaba en el campo, estudiaba a fin de semana validando el bachiller la vereda donde vivía me causo curiosidad,la solita pues es la misma donde estudia Saúl, quiere decir que él puede estudiar con mi primo, tal vez lo conoce me decidí le pregunté.  


💬  


—Diana: ¿De casualidad conoces o estudias con Saúl?  


—Luis: sí, incluso somos muy buenos amigos ¿tú lo conoces?  

—Diana: Es mi primo,  se puede decir que somos como hermanos.

—Luis: Que casualidad tan grande¿ Diana será que ahora apenas recargue puedo llamarte? Para platicar contigo. 

No sabía que responderle, me puse nerviosa, creo que llegué muy lejos con esto, donde mis padres se enteren me matan, pero Juliana me decía que dejara el miedo, Ana decía lo mismo, por eso le dije que sí, me escribió diciendo que a las 5 pm me marcaba, eran las tres de la tarde, estaba muy nerviosa y no entiendo el porqué.

—Juliana: Por fin te decidiste, pensé que serias monja—soltó una carcajada.


—Ana: ¡ Que emoción!  además está muy cerca aparte estudia con Saúl.


—Juliana: Preguntémosle a mi hermano, él debe saber quien es, para saber si está guapo.


—Diana: Tú no cambias prima, mejor esperemos a la tarde después que me hable.  


—Juliana: Pero nos cuentas ok, lo bueno es que ustedes tienen mas libertad que yo— bajó la mirada.

—Ana: No es libertad, se llama confianza, por eso mismo tratamos de no dañarla.

—Diana: Además no digas nada, mira que te dejan salir con nosotras.

—Juliana: Pero sola no.

—Ana: Eso es porque tu estás más pequeña, además eres una loquita, si con mi tía haces de las tuyas y tienes novio, cómo fuese sola.

—Juliana: Exageradas—soltó una carcajada— veremos cual de las tres pierde  la virtud primero.

—Diana: Estás loca—arqueo una ceja—, eso no es un juego ni una apuesta. 

Seguimos platicando entre risas, Juliana que salía con unas ocurrencias, una mente muy abierta para su edad, es mi prima la quiero mucho pero ella tiene un problema muy grande, es muy influenciable se deja llevar muy fácil por las demás, nosotras tenemos unas primas que son tremendas, ella para no dejarse quedar atrás, para sentirse igual a ellas lo hace, como para que no digan que es una monja y se deja mandar de sus padres, ella es demasiado rebelde aunque yo la aconsejo mucho el problema es que ella solo toma los malos consejos y los buenos los desecha, mientras ande conmigo la llevaré por el buen camino, pero cuando sale con mis otras primas es otra cosas, aunque siempre he pensado de ti mismo depende si dejas que las malas compañías te dañen y tuerzas  tu camino, solo depende de uno mismo. Le ayudé a mi madre a organizar la comida y luego cuide los animales, cuando miré la hora faltaban 5 minutos para las 5 pm, me alejé un poco de la casa hasta una pequeña manga me senté en una piedra a esperar, tenía los nervios a  mil, justo a las 5 en punto sonó mi celular era Luis muy puntual.

Llamada 📲  

—Diana: Hola—estaba algo nerviosa. 


—Luis: Pero que voz tan dulce, imagino lo hermosa que eres.

—Diana: Gracias—Sonreí—pero la voz puede engañarnos.  

No puedo explicar lo que sentí al escucharlo, su voz tan varonil, la manera en la que se expresaba todo un caballero, me pidió que me describiera físicamente así lo hice, igual lo hizo él, en ese momento no le presté mucha atención a su descripción pero que casualidades las que te trae la vida o será el destino.  

—Luis: Con esa descripción que me diste te imagino  hermosa, yo al lado tuyo soy un feíto.

—Diana: Pues eso lo dices porque no me conoces, tal vez cuando me veas en persona te decepcioné—lo decía por mi discapacidad.

—Luis: No te conozco pero por tu voz y como te describes estoy seguro que eres hermosa, tal vez seas tú la que se desilusione cuando me conozcas, porque quiero conocerte en persona espero que se pueda. 

—Diana: Pues veremos que pasa, y nos desilusionamos los dos—solté una risita.

Me daba un poco de temor, pero es verdad que lo que más vale no es el físico si no lo que eres como persona, seguimos platicando sobre nuestros gustos en música no son muy parecidos a mi me gusta el reguetón a él no mucho, a él le encanta el vallenato a mi no mucho, en algunas cosas no coincidimos, él decía que a pesar de su edad tenía mente de anciano, en el fondo pensaba que podía mentirme en la edad al fin todo es a ciegas, él podía ser mucho mayor, platicamos mucho me gustaba la manera que tenía de hablar y pensar, puedo decir que sin conocerlo me gustaba, me contó que tocaba la guitarra tenía un trio con su papá y un hermano, cantaban en la tienda de la vereda cuando hacían fiestas, Owww eso sonaba muy interesante.

—Diana: Ya tengo curiosidad de escucharte cantar.


—Luis: Créeme hermosa que pronto te daré ese gusto, pues de mi parte me está gustando mucho hablar contigo, quiero dejarte algo muy claro yo no soy como esos niñitos inmaduros yo tengo claro lo que quiero.

Eso es lo que más me llamaba la atención la madurez que tenía, su manera de hablar, se nota que es todo un caballero y tiene claro lo que quiere, eso me gustaba a pesar de que me lleva 5 años.

—Luis: Por eso quiero ser sincero contigo, quiero un amistad o si las cosas más adelante funcionan tal vez una relación, pero para eso quiero ser honesto  contigo, hablar con la verdad desde un principio, empezar como es debido, espero que no te espantes pues muchas se alejan por eso, la verdad me interesas mucho. 

—Diana: Me parece perfecto la verdad por delante siempre,  no me gustan las mentiras, también hay algo que debes saber imagino que las cosas cambiaran cuando lo sepas.

—Luis: Bueno entonces empecemos, primero las damas, te escucho. 

—Diana: Pues—respiré profundo—,digamos que soy un poco diferente a las demás mujeres, primero vengo de una familia con principios y un poco estricta digamos a la antigua, segundo tengo una pequeña discapacidad que me impide ser como las demás, algunos les molesta eso.

—Luis: No me parece tan grave como lo que yo tengo que contarte,  la discapacidad que tengas no me impediría tener algo contigo, sobre tu familia me parece perfecto eso quiere decir que eres una niña de bien con buenos principios, eso ahora en una mujer es difícil encontrarlo, ya que la mayoría solo buscan aventuras, eso me gusta aún más de ti, de verdad me gustaría que algo bonito creciera entre nosotros, bueno es mi turno. 


Tenía mucha curiosidad de saber que era eso que podía impedir algo entre nosotros, que según él yo pueda rechazarlo.  


Continuará….  

13/abril /2020 

Autora: Patricia López    

Medellín Colombia  

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